viernes, 5 de noviembre de 2010

La tiranía de la igualdad


Hoy no puedo sustraerme a la perentoria actualidad. Recuerdan aquello del declive de la función paterna que comentamos hace poco. La nueva ley que prepara el gobierno sobre la adjudicación de los apellidos. Ya es legal cambiar el primer apellido por el segundo, pero ahora se trata de que si los padres no se ponen de acuerdo se adjudicarán por orden alfabético. La hipermodernidad se expande por estos pagos: qué más da un orden que otro, ¿qué hay de malo en ello?, a mí me mola más un orden que otro y vale,tío.
Algo espanta en la frivolidad con la que desde un discurso que se pretende ideológico se autorizan a modificar cosas sustanciales en nombre de un gran Ideal al que todos debemos someternos. Ya saben, la igualdad. Que en nuestro país se puede traducir por "igual da".
La cuestión del nombre propio es un tema esencial en nuestra cultura. Es un nombre que no remite a ninguna significación, porque no designa algo, sino a un sujeto. Cuando a nombre propio se le da una significación y toma un sentido se trata de un chiste, o una injuria. Las gracietas con los nombre propios son de mal gusto, pretenden degradar el ser.
Pero en nuestra cultura el nombre propio, el apellido en este caso, ha remitido al padre. Viene a ser un designador rígido que afirma que un sujeto es hijo de otro sujeto que es su padre. "Mater certum est". Porque la certeza es quién es la madre. El padre lo es siempre por la palabra de la madre. Incluso aunque no sea el padre biológico, será el padre si la madre le atribuye el hijo. De lo contrario hay juicios y pruebas y demás. Han dicho que el orden actual es inconstitucional porque no respeta la igualdad establecida en la constitución. La igualdad de todo, la igualdad como pesadilla que pretende borrar la diferencia de cada uno, en lo que consiste lo humano, que cada uno es particular, singular, no como los pollos. La igualdad es para la ley, los derechos, las oportunidades.! No para los sujetos¡ Eso es totalitario.
Casualmente hay una diferencia fundamental entre los sujetos: los hay machos y los hay hembras. Y ninguno de los dos tienen la culpa.
Hace ya un tiempo se aprobó la Ley de violencia de género, que establece derechos distinto al hombre y a la mujer. Una barbaridad jurídica y esta sí anticonstitucional. Muchos hombres han padecido la indignidad de la detención y calabozo por denuncias falsas, pero esto es un tema tabú.
En los colegios se han prohibido recientemente los "juegos sexistas", o sea de niños o de niñas. Los niños no pueden jugar a guardias y ladrones, ni a indios y vaqueros. Ni las niñas a muñecas. Salvo que los compartan.
Desde la ideología dominante se destila una inquina contra la diferencia sexual que no cesa de sorprendernos con nuevas iniciativas. ¿De dónde viene? ¿Por qué ese afán de destituir al varón de sus especificidades?¿Por qué ese uso de la igualdad para prohibir, ordenar, etc.? ¿Cómo ese atrevimiento aplaudido de un joven ministra para proclamar que se iba a crear un nuevo "modelo masculino"?
Omnipotencia y estupidez. Es que parece un chiste, pero es inquietante. Es la intromisión de lo público en la intimidad. Es la pretensión totalitaria de organizar la vida de los ciudadanos. Orwell en "1984" y Huxley en "A brave world" nos avisaron que la pretensión pseudocientífica aplicada a las ciencias sociales y a la política puede conducir al desastre.
La gran batalla que comenzó en le siglo XIX por los derechos de la mujer ha conseguido casi todos sus objetivo políticos sen los países democráticos. Quedan, por supuesto, discriminaciones sociales contra las mujeres. Pero la deriva que toma hoy esa reivindicación es un extravío, un empuje mortífero que, sobre todo, niega lo femenino.

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58 comentarios:

Blogger helena ha dicho...

No es una cuestión entre varones y hembras. La construcción simbólica alrededor del "tener o no tener" no solo ha servido para justificar la esclavitud de lo femenino, sino también para levantar una economía de mercado y una forma de pensar que se ha convertido en una monstruosa entelequia. Es necesario hacer el ejercício de una reelaboración simbólica que nos permita asumir la diferencia como lo que es: una condición indispensable para la vida y también la garantía de cuestiones profundamente humanas como la cooperación y la mutualidad.

6 de noviembre de 2010, 16:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hay que tener cuidado con el lenguaje, que construye la realidad y la forma de verla. Deberíamos preguntarnos por qué mientras existe la violencia machista, de los hombres contra las mujeres, no existe la violencia feminista, de las mujeres a los hombres. Y ya que se habla de Orwell, sí, se ha creado la neolengua.

6 de noviembre de 2010, 18:39  
Blogger helena ha dicho...

Anónimo: Será que la violencia feminista -como tú la llamas- produce menos muertos. Será que vivimos desde el neolítico subyugados (hombres y mujeres)por la ley del "tener" y todas sus extrapolaciones simbólicas y metafóricas. Quizá sea que antes de que las sufragistas conquistaran el voto para las mujeres, no podíamos votar porque éramos "inmaduras intelectuales"... Creo que la necesidad que se representa en lo social es la de cambiar de modelo. El pivotaje sobre el "tener" hace aguas en todos los sentidos. La sociedad de consumo ha llegado a una cota de crecimiento que: o reaccionamos, o nos extinguiremos con gran sufrimiento (moral, físico y de toda índole). Quizá estemos en el momento de elegir (siempre es momento para elegir). Quizá sea bueno repasar el origen de nuestras ideas y el papel que han cumplido hasta ahora.
¿Quien sabe quienes pintaron las maravillosas pinturas en las cuevas de Altamira? ¿Por qué damos por hecho que fueron hombres? Este "por qué" es importante. Este "tener" tiene poco que ver con ser hombre o mujer. Igual es interesante desalojar esta servidumbre para poder ser efectiva y libremente distintos. Mi experiencia cotidiana entre hombres y mujeres me dice que por ahí escampa.

6 de noviembre de 2010, 19:41  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Viar, me ha hecho desayunar una marmita de contradicciones hirviendo. Veo que hay ambientazo en el blog y por entro encantada, pero como mi médica me tiene prohibidas las grandes síntesis (sopa), me pido unos granos de maíz (pequeño análisis) y voy a tomar solo el asunto de los nombres, que ya da para una eternidad de digestión.
No sé si la actualidad es perentoria, pero a juzgar por la polémica desatada en los blableríos del país, lo que parece es verdaderamente rabiosa. Pues polemamos.
Si ya desde 1999 (había un gobierno de otro partido, presidido por un señor al que le gustaba la mujer-mujer) podían ponerse los apellidos en (el) otro orden, lo nuevo es solamente la obligación de elegir (desear ⎯qué verbo⎯ el orden) y asignar un valor por defecto; un sinvalor con todas las de la sinley: ilógico, artificioso, antinatural, que "en nuestra cultura" (Viar dixit) ha demostrado una enorme utilidad y eficacia, el orden alfabético. ¿Cuántas veces ocurrirá esto? Casi ninguna veces, suponemos, a pesar del escandalizamiento. Una falta de sintonía tan básica entre los padres clamaría por que les aplicaran un divorcio inmediato y les obligaran a entregar el retoño a una institución. En tal caso, yo pondría a la criatura el apellido del Rey, que es bonito y suena a whisky de malta. El compañero de pupitre de mi hijo se llama Hamilton (léase Jámilton) Rodríguez, y no sé quién es el culpable, pero anda suelto (y si está en la cárcel, que también es muy probable, es por otras cosas).
Creo que comparto algo de lo que dice Helena, pues, sinceramente, no veo por qué la función paterna nace o culmina en el apellido, ni por qué es "algo sustancial en nuestra cultura". Lo que resulta esencial es la vinculación del nombre a la propiedad, pero incluso eso se queda ya para el capitalismo pequeño, o de cuando éramos pequeños. ¡Ah, qué recuerdos! Aquel novio al que no podía llamar novio sino compañero sexual, con el que me reunía para comentar "El origen de la familia, la propiedad privada y el estado". También es verdad que eso fue antes incluso de leer a Shakespeare.

⎯ Decía Julieta:

"¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara, conservaría sin este título las raras perfecciones que atesora. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mi toda entera!"

Qué astuta, qué ladina. Parece una ministra en fase de plenilunio.

6 de noviembre de 2010, 20:46  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Leo y releo los textos que escribe la Rabiosa Autoridad (ayer un poco, no lo negará), y confieso que no me podía creer lo que decía de la propuesta de prohibición de juegos sexistas en los patios de colegio. (¡Viar, perdóneme-perdóneme- perdóoooneme!).
Pues es verdad, ya lo he confirmado. Me entran ganas de tirarme de la silla reiteradamente. Me resulta insoportable que mis semejantes, mis hermanas, las de la Comisión de Igualdad, sean tan agresivamente gilipollas; aunque ya estaba advertida de que es una cualidad que como otras, diga Viar lo que diga, está bastante equitativamente repartida entre los sexos. Es la tiranía de la imbecilidad.

7 de noviembre de 2010, 13:19  
Blogger helena ha dicho...

Si: "La tiranía de la imbecilidad"

7 de noviembre de 2010, 13:39  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

De acuerdo con Anónimo en que el lenguaje construye la realidad. Por eso creo que, en la cita que trae Nati, lo que dice Julietta no es cierto: si Romeo se llamara de otro modo, si tuviera otro nombre, no sería el mismo sujeto. La historia habría que reescribirla de otra manera. Creo que la intención del poeta es mostrar el extravío de Juliette pidiendo lo imposible, lo que apunta al desenlace de la tragedia.
Me parece, Helena, que es imposible juzgar la historia de la humanidad, desde que los seres se hicieron hablante y surgió lo humano, a partir de nuestra subjetividad moderna. Nuestros modos de dicha y dolor no pueden ser iguales. No concuerdo con las teorías que sostienen que la humanidad siempre se ha equivocado, desde el principio de los tiempos.(Es la expulsión de Adán y Eva del Paraíso). Porque se sostienen en la creencia de que en Algún lugar, Alguien, sabe cómo deben ser las cosas. Me refiero a que sólo puede ser Dios y, por tanto, estamos en le discurso religioso.Hay lo que hay. El mundo está completo (Spinoza, si no me equivoco), no falta nada, porque no existe nada más allá del mundo. El criterio moral varía con las culturas. Es Esparta la inmoralidad era conservar la vida de un bebé con alguna discapacidad. Lo digno de entonces es monstruoso para nosotros. Dudo mucho que las mujeres tuvieran el sentimiento de estar oprimidas hasta que alguien lo dijo en los tiempos modernos.(Ya sé que me estoy metiendo en un jardín peligroso).
De acuerdo en que es una tiranía de la imbecilidad, pero jamás se presentaría así, sino en nombre de un Gran Ideal de Igualdad.
Sigamos el debate. La cuestión es compleja, hay que buscar respuestas.

7 de noviembre de 2010, 18:54  
Blogger helena ha dicho...

Precisamente quería señalar eso: que no se puede juzgar la historia de la humanidad desde nuestra contemporaneidad, sin poner algo de duda sobre nuestros juicios e interpretaciones. Tampoco pienso que la humanidad siempre se ha equivocado, pienso que -efectivamente: lo que es apropiado (justo, moral o..."x") en un momento de la historia, puede no serlo en otro. Y precisamente esto me hace preguntarme sobre la validez de -precisamente- nuestros criterios morales actuales. Digo que las inercias culturales son muy fuertes y los momentos de cambio son difíciles y disparatados. El Gran Ideal de Igualdad, hace juego con la Globalización, El Sueño Americano, A la Felicidad por el Consumo, ... y todos los eslogans que acompañan a la sociedad de consumo occidental (occidental y de la China...), democrática, capitalista. ¿Quiero decir con esto que el sueño democrático está mal, que el capitalismo es un fracaso? ¿Que la humanidad se equivoca? No, no y mil veces no. Lo que digo es que -como en la navegación: para mantener la dirección hay que corregir el rumbo. Yo hablo de "corregir el rumbo", no de "reescribir la historia". Por esto me pregunto sobre la vigencia de algunas construcciones simbólicas...

Bueno, y yo no te voy a acompañar por los jardines peligrosos esos. Vete con otra o solito, si te atreves. Yo me voy a un sitio que solo yo me sé a espurgar-con mucho cariño- mis brotes de imbecilidad, por si acaso.

7 de noviembre de 2010, 20:47  
Anonymous Ion ha dicho...

Pasado. La mujer ha estado en desigualdad frente al exponente fálico, sí. Pero no se puede afirmar que haya tenido conciencia de ello. Es a partir de bien entrado el siglo XIX cuando esta concepción, esta identidad, esta mentalidad, arranca.
Presente. Rescribir la historia es imposible, y hablar de lucha por la igualdad de la mujer en el pasado desde la perspectiva contemporánea es un anacronismo.
Futuro. Sí, adelante con la lucha por la igualdad de la mujer mediante un feminismo que busque la paridad entre géneros. Pero que sea una lucha de conciencia individual, no dirigida por el Ministerio de la Verdad.
Orwell vixit.

7 de noviembre de 2010, 21:55  
Blogger helena ha dicho...

Lo que dice Ion suena como una separación de las aguas y ayuda a comprender un poco mejor. Personalmente me gustaría que en ese futuro no haya feminismos ni Ministerio de la Verdad.
Quiero explicar un poco mi tema. Me doy cuenta de que doy pocas pistas y no quiero acabar dando a entender lo contrario de lo que me proponía. Voy a copiar a Ion y voy a separar las aguas: las mías. Ahí va:

Cuando digo “tener” me refiero a un tipo de relación con los objetos. Creo que esto comenzó en el Neolítico: cultivar la tierra, acompañarse de animales, construir herramientas específicas para la producción de cosas específicas, innovación… Esto no había sucedido hasta entonces (dicen los antropólogos) De lo demás poco o nada se sabe. Esto es muy interesante: hombres y mujeres llevamos unciendo el mismo yugo desde entonces. Es decir: no es tanto un debate entre hombres y mujeres, como un hallazgo humano. Digo hallazgo (invención, también es buena palabra), porque esta unción es lo que ha facilitado (con muchas otras revoluciones, cambios…etc) que estemos donde estamos.

[Me pregunto si fue este cambio en la relación con los objetos, el que hizo circuito en los laberintos de lo simbólico (lo real y lo imaginario) deviniendo en eso que el psicoanálisis nombró recientemente “falo” “lo fálico” ]

En el presente parece que este “tener” ha dejado de ser un invento adaptativo, para convertirse -algunos de sus aspectos- en grandes inconveniente, mortíferos inconvenientes. Esto me hace pensar que hemos de inventar otra nueva manera de relacionarnos con los objetos (estoy bastante segura de que esto es lo que está sucediendo porque el ser humano es el maestro de la adaptación, adaptación a la vida me refiero –no a la cultura). Me parece que las inquietudes de los movimientos antiglobalización, ecologistas, decrecentistas y cualquier posición que apueste por el sujeto…etc. apuntan en esa dirección.
Es posible que en este momento estemos en una encrucijada de tendencias: por un lado la gigantesca inercia que nos aplasta cada vez más; por otro lado este nuevo “tour de force” del ingenio humano. Como veis soy optimista –pero trabajando (mucho).

Ahora me voy yo al jardín peligroso, a la zona de discutir y discutir y “discurtir” (un amigo mío dice “discursión”, que me parece una palabra preciosa: discutir, excursión, curtir…) Ya ves Iñaki, que te mando a ti solito y luego me voy detrás…¡qué mundo!
Me atormenta un poco esto de que la mujer que no se entendía como esclava… Digo yo que cualquier ser humano que es violado, ultrajado, maltratado, vejado… por otro ser humano, sufrirá, ¿no? Independientemente de si subjetivamente puede hacer algo con todo esto para no extinguirse… será un sufriente aunque no exista en su universo la idea de “esclavitud”… Y el sufrimiento me parece a mí que es como el sujeto: transcultural. Que estas ideas me empujan a incurrir en un anacronismo, pues si: posiblemente. Y que esta interpretación anacrónica empuje a “lo mujer” (no solo a las mujeres, sino a todo aquello que se tiene por femenino) a una reacción agresiva en lo social –y en la intimidad de los hogares- contra los hombres: pues claro que sí. Y aparecen estos dislates de los que hablamos.
El patinazo de la ministra hablando de un nuevo “modelo masculino” me invento que es el exponente de una mala interpretación de aquel barrunto de verdadera necesidad: un nuevo modelo de relación con los objetos. Sin este viraje, cualquier reivindicación no conseguirá alejarse y ningunear al Gran Rodillo.

Bueno, espero que este rollete os haya parecido interesante.
A veces me leo y me sueno un poquito abrupta. Es solo abrupción, del tipo “corriente oceánica” o así. Yo misma la sufro ¡mmmhhh…! ¡Qué gustitooo…! ( esto último léase con ironía)

8 de noviembre de 2010, 23:06  
Blogger helena ha dicho...

(Y por cierto, importante, se me olvidaba: tengo muuucho más rollete...)

8 de noviembre de 2010, 23:11  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Helena, he visitado tus blogs, tus escritos y dibujos: qué cosas más hermosas, graciosas, conmovedoras, Horiginales e Hinquietantes haces. Heres una Hartista Henorme.

8 de noviembre de 2010, 23:14  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Pero yo quería decir otra cosa.
Que va de la igualdad. Y venga darle vueltas. Yo sé que esto tiene que ver con la Revolución Francesa, con la declaración universal de los derechos humanos y con un primo mío que sale en un chiste muy famoso: porque fue a la Universidad y quería estudiar Ciencias o Letras, no sé. "¿En qué rama?", le preguntaron. "Yo en una rama, no. Yo, en pupitre como los blancos." Vivir en la selva te vuelve suspicaz.
Y con el Ideal, del que habla Viar. A mí me parece que entiendo lo que quiere decir. Solo recuerdo que cuando acabé de leer Un mundo feliz, hace cientos de años, me sacudí el polvo de las manos (plas, plas) y concluí rápidamente: No hay felicidad, solo alienación. (Siempre acababa los libros así, con un provechito o mensaje). Y me quedé tan fresca, porque entonces yo era bastante feliz.
Bueno, ya no soy, pero a cambio tengo a mi tía Szymborska, y la quiero un huevo (del alma). Me enseñó a hacer ochos con el humo de los cigarros; es que es muy lista (le dieron un premio en Suecia), siempre lleva los calcetines al revés, parece un psicoanalista.

Utopía
La isla donde todo tiene explicación.
Aquí se alegan pruebas irrebatibles.
Solo hay vías de acceso.
Los matojos ceden bajo el peso de las respuestas.
Crece aquí el árbol de la Hipótesis Válida
con sus desde siempre desenmarañadas ramas.
Junto al manantial de Así Son las Cosas
se eleva el luminoso árbol de la Comprensión.
Cuanto más te adentras en el bosque, más vasto se abre
el Valle de la Evidencia.
Si alguna duda subsiste, la disipa el viento.
El eco toma la palabra sin ser llamado
y solícito descifra los arcanos de los mundos.
A la derecha, una gruta donde yace el Significado.
A la izquierda, el lago de las Convicciones Profundas.
Del fondo emerge, ingrávida, a la superficie la Verdad.
La Seguridad Inquebrantable domina el valle.
Desde su cima se contempla la Esencia de las Cosas.
Pese a tanto deleite, la isla está siempre desierta
y las huellas de pasos que surcan la orilla
se dirigen sin excepción al mar.
Como si lo propio del lugar fuera partir
y para no volver sumergirse en la vorágine.
Es la vida inconcebible.

(Wislawa Szymborska, De "El gran número", 1976)

8 de noviembre de 2010, 23:15  
Blogger helena ha dicho...

¡Ay, Nati! ¡Muchhhas Gracias, maja!!

8 de noviembre de 2010, 23:17  
Blogger helena ha dicho...

Y gracias a tu tía Szymborska, también.
¡Qué maja tu tía!

8 de noviembre de 2010, 23:22  
Blogger helena ha dicho...

(¡¡POR FIN !! ¡Gracias, ordenador, servidor, net, ...whatever!!))

8 de noviembre de 2010, 23:28  
Anonymous Paloma ha dicho...

Muy de acuerdo con lo que ha dicho Helena sobre el sufrimiento de una persona humillada, vejada, violada y maltratada y que no tiene la conciencia, la noción de "esclavitud".
Fabulosas las aportaciones de Nati.
Totalmente de acuerdo con Iñaki Viar en que el apellido nos da una "identidad", en que Romeo sería otro sujeto si hubiera tenido otro apellido...
El asunto, bajo mi punto de vista, es que si las mujeres tienen el embarazo, el parto, postparto, dar de mamar, llevar un salario a casa, ocuparse de mil asuntos más y encima también les dan el apellido a los hijos ¿qué les quedaría a los hombres en la relación con los hijos? pues nada, absolutamente nada: porque el darles el apellido es reconocerles como propios... y muuucho más. Supongamos que una mujer con hijos se divorcia... ¿en nombre de qué le va a exigir a su "ex" que les pase la pensión a sus hijos si ni siquiera tienen su apellido? Las mujeres, en cambio, siempre tienen la "certeza" en su propia carne de que esos hijos son suyos: el apellido es una palabra y las palabras son algo físico,- que toca la carne de los hombres y de las mujeres- si se escriben como leyes y si se "oyen" o se "escuchan" en la casa y fuera de ella.
Pero bueno, ¿Qué ha pasado con el último comentario de Helena que ha desaparecido? ¡Vaya jaleo de blog éste! No sé si he soñado o qué ha pasado pero había leído algo que ya no existe... Misterios... ¿Habrá desaparecido en ese jardín peligroso de las discusiones? ¿Se habrá ido de excursión? ¿Estará el comentario escondido en la isla de la tía de Nati?

9 de noviembre de 2010, 0:14  
Anonymous Paloma ha dicho...

¡Ah! y además considero que el dar el padre su apellido al hijo es una forma muy buena de "separar" al hijo de la madre porque se conjugan de una forma muy adecuada y bonita la "autoridad paterna" que se necesita para separarles y el amor que necesita el hijo: es decir, si el hijo tiene el apellido de la madre y el padre les "separa" quedaría como desamparado; en cambio si el padre le da su apellido le está como diciendo: con mi apellido (y no el de tu madre) te separo de tu madre pero no estás desamparado porque al mismo tiempo te "nombro" mi hijo. El apellido paterno cumple las dos funciones: separar y amar. En fin: esta es mi opinión.

9 de noviembre de 2010, 1:46  
Blogger Ali ha dicho...

¡Qué fuerte, ¡Cómo está el blog!. Todos rabiosos con esta nueva entrada que ha lanzado Iñaki.
No se qué es, si la isla, la tia, la esclavitud..la igualdad que se enroña y encarroña, si contemplamos al feminismo como tal, y el cambio de apellidos. ¿cambiaria mis apellidos? ¿negaria alguno? ¿qué pierdo al "perder mi propio apellido?
Cuando he leido a Paloma, me ha gustado pensar que el Padre dá su apellido al hijo para separar al hijo de su madre y amarlo porque lo nombra como su hijo. Nos "nombran" como hijos, nos dan una identidad,pero pienso que es una identidad del lado de lo masculino, porque creo que no es lo mismo nombrarnos con nuestro nombre( mas del lado de lo femenino, particular, individual) que "apellizarnos"que está mas generalizado.
Recuerdo una profesora del colegio, que para castigarte,lo hacía gritandote por tu apellido, como si así te impresionara más (autoridad paterna). Veo a mis hijos cómo se llaman entre sus amigos por los apellidos.
Recuerdo también haber leido esta frase: El padre como un más allá de lo femenino.

9 de noviembre de 2010, 14:24  
Blogger M ha dicho...

El comentario de Helena ha sido recuperado y ya está en el blog desde ayer a la noche.
Lo recuperé porque entró como spam.
Disculpen las molestias.
Es el de ayer 8 de noviembre a las 14.06
Atentamente
Administrador

9 de noviembre de 2010, 18:23  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Efectivamente, estamos en un Jardín Peligroso, y no en el Valle de la Evidencia, donde sólo habitan los que no quieren saber.(Ya saben lo de Eva, que por querer saber...del sexo, obviamente, lo que nos trajo.Maravillosa metáfora). Aquí, en cambio, lanzas una palabra y vuelan cimitarras que te la despedazan... Emocionante, verdadero... buen camino para quienes no nos conformamos con el confort intelectual. Dice Lacan que "cuando algo se sabe, cuando algo llega al saber, hay algo que se ha perdido". En el paso de lo real al logos hay siempre algo que no se abarca, que se pierde. Por eso la conversación humana es inacabable. Siempre habrá un resto que tratar de recuperar.
Gracias Nati por el poema de la poetisa de nombre polaco impronunciable. Dice una amiga mía que: si no lo creo no lo veo.

Helena, muy interesante tu asociación de la tiranía de la igualdad con la globalización y la sociedad de consumo y demás tendencias actuales. Es decir, situar la cuestión, como haces, en la "marcha del mundo". Hablaremos de ello, tema fascinante. Y de la "rectificación del rumbo", deseable pero ¿posible, cómo, cuándo, quién, dónde...? Hay tema.
Respecto al sufrimiento humano es siempre una subjetivación que depende de los discursos de su tiempo.(Provocación para sensibles:los animales no sufren) El sufrimiento está en el origen del hombre. Es cierto que formaría parte del surgimiento del lenguaje. El dolor debió empujar a hablar.
Lo que creo es que sería impensable, hasta el siglo XIX,con un discurso nuevo, para la mujer atribuir su sufrimiento a su condición de mujer, como en los partos. Ni el hombre que se refiriera el morir y ser mutilado en el constante guerrear a la desgracia de su condición de hombre. En las dos guerras mundiales del siglo XX murieron decenas y decenas de millones de muchachos de 19 años por ser hombres y ser alistados. Esto parece que es una de las causas del contemporáneo desprestigio y declive de la función paterna. ¿Qué clase de tipos eran aquellos padres que dejaron morir a millones a sus hijos? Tras la retórica pregunta hay algo sustancial a nuestra época.

Buena sistematización la de Ion,eso nos puede permitir ver los árboles del bosque.

Acertada Paloma con que para separar al hijo de la madre, el padre también debe amarle. Nombrar es una propuesta de amor.

Creo Ali que sí se nombra con referencia al sexo, nadie nombra sin saber si es niño o niña(sino sería una "cosa"). Aunque luego el mentado se empeñe en revertir lo nombrado. Pero el apellido no es masculino o femenino. Es del padre, o era. Ahora ya se terminan los linajes."No sé de dónde vengo ni por dónde voy"(pónganle su música). No sé si será mejor o peor, pero distinto seguro que sí.
Y querida Ali, "apellizarnos", la misma palabra lo dice: el padre nos nombra y, al mismo tiempo, nos abriga con la "pelliza".

9 de noviembre de 2010, 19:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Szymborska
Szymborska
Szykmborska
Soy un exiliado
de tu nombre

9 de noviembre de 2010, 20:36  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Anónimo exiliado, mon semblable, mon frère.

Cualquier otra cosa me sería más fácil que guardarme ahora este poema, desde las mismísimas ciénagas de la sensibilidad szymborskiana. Pues Viar ha soplado el adjetivo sensible, y todavía estoy oyendo retumbar las comillas: Provocado me ha.
No sé si los animales sufren, sin embargo estoy convencida de que nos miran y piensan.

El tarsius

Yo, un tarsius, hijo de un tarsius,
nieto y bisnieto de tarsius,
animalejo diminuto que consta de dos pupilas
y de un resto meramente imprescindible;
por milagro salvado de toda elaboración artesanal
por no resultar apetitoso,
porque para estolas los hay más grandes que yo,
mis glándulas no traen suerte,
y los conciertos se celebran sin mis intestinos;
yo, un tarsius,
estoy sentado vivo en el dedo de un hombre.

Buenos días, amo y señor,
¿qué me darás
por no tener que darte nada?
¿Qué recompensa ofreces por tu magnanimidad?
¿Qué precio me adjudicas, a mí, al impagable,
por arrancarte una sonrisa con mis cómicos gestos?

Rebosas bondad, mi señor,
y benevolencia, mi amo;
pero ¿quién lo proclamaría al mundo entero
si no existieran animales indignos de morir?
¿Vosotros mismos, quizá?
¿Acaso lo que sabéis de vosotros
no llena una noche de insomnio de estrella a estrella?
Sólo nosostros, los pocos no desollados,
no deshuesados, no desplumados,
inviolados en razón de espinas, escamas, cuernos, colmillos
y de cuanta ingeniosa proteína
se tenga,
somos -oh, noble señor!- tu sueño
que te declara por un momento inocente.

Yo, un tarsius, padre y abuelo de tarsius,
animalejo diminuto, casi mitad de algo,
pero totalidad no peor que otras;
tan leve que se yergue la rama que me sostiene
y pude ascender a los cielos
de no haber tenido que caer una y otra vez
como las penas caen de los corazones,
¡ay!, conmovidos;
yo, un tarsius,
sé cuán importante es ser un tarsius.

(W. Szymborska, 1967)

9 de noviembre de 2010, 22:24  
Anonymous Paloma ha dicho...

Por supuesto que nombrar es una propuesta de amor: aquí, al dar el padre el apellido al hijo, la contingencia del amor es absoluta: el padre se arriesga a que ese hijo le decepcione, sea un fracaso, manche su honor y el honor de la familia... en parte está poniendo su vida y la de su familia (en esta entrada se ha hablado de un "tío", de un "primo" y de una "tía" que lo que tienen en común es precisamente el apellido)en manos de unos hijos que no sabemos lo que harán en el futuro. Sim embargo el apellido de la mujer no está tan en el "candelero", no está tan expuesto. Yo creo que el apellido paterno es una propuesta de amor no sólo al hijo sino también a la mujer. Curiosamente en este blog somos las mujeres las que no ponemos en el candelero, las que no exponemos nuestros apellidos...
Un apunte: en las guerras mueren los hombres pero sufren muchísimo más por muchísimas razones, las mujeres.

9 de noviembre de 2010, 22:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Antiguamente los apellidos fueron topónimo, del lugar de donde se eran, otras veces los concedían los reyes, como premio al valor o los favores realizados.Cuando se abandonaban niños en la inclusa, su apellido podía ser expósito, De la Iglesia, San Bartolomé...Antes no había matrimonio....creo que se instituyó como régimen económico.
No me parece que estemos hablando de que si es mejor o peor poner los apellidos de la madre primero o del padre después o al contrario.
Lo que me llama la atención es que el Estado ante la falta de entendimiento entre los progenitores proponga darle a los niñ@s nacidos un apellido por orden alfabético.¿Es buscar una ley que garantice una inscripción a falta de un orden?
Creo que una mujer puede tener hijos por medio de inseminación artificial, sin saber quien es el padre. Los padres que adoptan niños les ponen sus apellidos. Los matrimonios homosexuales de mujeres o de hombres ¿qué apellidos llevaran sus hijos? ¿De primero o se segundo?
Las mujeres divorciadas que sus hijos llevan el apellido de su exmarido van a cambiarle el apellido a sus hijos y borrar el nombre de su padre?
Yo creo que hablamos de otra cosa. ¿Quien y donde está la función paterna? El que hace de padre, la que hace de madre o la institución?

10 de noviembre de 2010, 11:33  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Una cosa.
Que estaba yo en el Jardín podando unas Contradicciones, cuando se me han juntado linaje (Viar) con amor-honor (Paloma) y he caído en la cuenta de que hay una faceta muy cochina del pedrusco que no estamos contemplando.
En la covachuelas de los apellidos, sus significados identitarios y sus reverencias al padre del padre del padre (así hasta Túbal), se esconden cuarenta gusanos ladrones por lo menos. Quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos (la música que yo le pongo es la de Siniestro Total: "¿Estamos solos en la galaxia, o acompañaadooooos?"). Y yo que creía que los que creían que el apellido era la respuesta, respondían mal, respondían a otra cosa: ni habían ido a clase, ni estudiado, ni entendido la pregunta y encima se ponían a reclamar furibundos y repartiendo mandobles.

Otra cosa.
Eso, Anónimo, qué son las funciones paterna y materna. Respuestas quiero (pues, según pintaron en aquel muro, para cuando me había hecho con unas resulta que habían cambiado todas las preguntas). Aparte de la complejidad variable de las circunstancias de nuestro presente, en algún sitio aprendí que la forma no es la función, como bien se ve en las tazas y sillas imposibles en las que nadie bebería ni se sentaría, o, inversamente, en algunas tortas muy buenas que podemos comer a falta de panes. La esencia del martillo es martillar, decía un funcionalista, que por eso lo era, y por eso también consideraba una esencia de martillo en cualquier objeto contundente que sirviera para dar unos buenos martillazos. (Si fuera menester).

10 de noviembre de 2010, 13:27  
Anonymous Paloma ha dicho...

Perdón, perdón, perdón...Veo que mis comentarios iban por otro camino: vale, ni he ido a clse, ni estudiado, ni entendido la pregunta, pero ni reclamo ni reparto martillazos... ¿La Esencia? ¿hay algo o alguien que tenga esencia? En lo último que decís, no veo ningún problema: que cada uno elija quién y en dónde estará la función paterna: en unos casos la hará el padre, en otros casos la madre se desdoblará de alguna manera con otras personas de su entorno, en otros uno de los miembros de la pareja (en el caso de homosexuales y lesbianas) y en otros casos a lo mejor no habrá ninguna función y en algunos casos la institución. Yo en eso no veo ningún problema.¿En dónde? pues a mí sí me parece el apellido un buen lugar (entre otros más), porque el apellido es algo necesario en la sociedad actual y sí da identidad (que no esencia): Que cada uno haga lo que quiera, porque así es la vida y así lo permite la ley, o que haga lo que pueda, que al final es lo que hacemos todos. Estamos en el Jardín del Debate y no sé qué debatimos.Pero no importa.Ha sido y es un placer. ¿Quién y en dónde la función paterna?

10 de noviembre de 2010, 17:45  
Blogger helena ha dicho...

(Viñeta: en esta imagen que tendreis que imaginar, Helena se pasea entre los renglones con una gran pancarta que agita ante vuestros ojos. En la pancarta pone: "cultura cochina, no me hagas sufrir")

Me acabo de enterar de una cosa que creo que es una señal. Resulta que el apellido original de la tia de Nati no era Szyborska, sino Rottermund!!! Y se lo tuvo que cambiar para escapar de la persecución nazi de los judios polacos.

(Escucho una vocecilla...¡¡"cultura cochina, no me hagas sufrir"!!... cultura cochina, no me hagas sufrir...!!!)

Al venir hacia acá lafunciónpaterna me a protegido de la lluvia en un semáforo. Ya que la he visto he aprovechado para charlar.
-Señora funciónpaterna, hay gente que piensa que usted ha caído.
fp.-No, no. Lo que pasa es que me estoy reproduciendo.
- A ¿si? ¿ha tenido usted pequeñas funcioncitaspaternas?
fp.- Estoy mutando e infiltrandome estrictamente en los seres humanos, porque los políticos ya no me sirven para nada.
-¡Pardiez!
fp.- Ya le digo: dicen tonterías, no protegen a nadie, hacen leyes absurdas... ¡chapuzas!...
- ¡Está cambiando el semáforo! ¿la volveré a ver a usted por ahí...?
fp.- Es posible, pero lejos de los lugares públicos... (¡Cuidaooo con este coche... que nos vá a poner perdidas...!)
- Bueno, ¡me alegro de verla tan bien! Hasta la vista!!
fp.- Ala, adios, adios... vete por ahí a dar la lata bien y muho ¿eh?
-Si, sí... descuide...

Le he visto buena cara (para ser tan mayor)

10 de noviembre de 2010, 18:50  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Paloma: no sé si ahora te entiendo mal, que es creo que has entendido que yo he entendido algo que no he entendido en tu escrito; porque la cosa es que había leído con mucho interés lo que decías. Helena habla con funciones paternas que le cobijan un rato en los semáforos y servidora se la pasa también oyendo unas voces noche y día. (Brrrr, qué miedo me doy a mí misma). Antes te he aludido por unas palabras de tu texto mezcladas con otras de Viar que han hecho masa o cortocircuito en mi superpoblado girigay, y he querido decir una cosa que no he logrado decir, y que ya no voy a intentar explicar, entre otras cosas porque cierto adolescente espera de mí unas funciones en la cocina. (Y a lo mejor se las va a ver con Madre-Martillo, todo depende de lo Hijo-Clavo que se ponga). O sea, Paloma, que este comentario innecesario y engorroso que hago es para que cuando nos veamos en el Jardín podamos seguir diciéndonos cosas que no entendemos, y tan a gusto por decirlas y sobre todo por encontrarnos.

10 de noviembre de 2010, 21:48  
Anonymous Paloma ha dicho...

Nati: no te preocupes en absoluto. Me he sentido aludida y tampoco sé si he interpretado tus palabras correctamente. El asunto es que estés tranquila, que yo también te leo con mucho interés y además me haces reir porque escribes con mucha gracia. Por supuesto que cuando nos veamos en el Jardín continuaremos diciéndonos disparates y nos quedaremos la mar de contentas. Un beso.

10 de noviembre de 2010, 23:14  
Anonymous Paloma ha dicho...

Anónimo ha dicho que antiguamente, cuando se abandonaban a los niños en la inclusa, su apellido solía ser Expósito... A mí me suena a eso, a que está expuesto a... lo que sea, a que no tiene protección, a que no tiene "pelliza":lo que decía yo sobre que las mujeres no "exponemos" nuestro apellido si el hombre lo "expone": por ello considero un acto de amor "nombrar" al hijo con su apellido. Y lo del honor sí me parece que tiene que ver con este tema. Yo creo que el honor y el amor son conceptos que están muy unidos y ambos están muy unidos al apellido. No sé por qué en el lenguaje corriente no se habla del honor... que yo creo que es algo distinto a la dignidad (que sí se habla de ella) Entiendo que Helena haga preguntas a la función paterna, en parte yo también las comparto ... Pero bueno, esta es mi opinión.

11 de noviembre de 2010, 22:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Viar,
Aprecio la manera en la que has expuesto la problemática que existe en este país, como en tantos otros, sobre las soluciones ideológicas que se toman no tanto para paliar las grandes contradicciones que se forman en nuestro inconsciente colectivo, si no para confundirnos aun más, logrando con ello segregarnos más aun si es posible.

Está claro que todas estas "soluciones" no son más que engaños para satisfacer a los ciudadanos más conformistas. Todos aquellos que tienen un espíritu crítico se dan cuenta enseguida de que hay algo en todos estos discursos que chirría a los oídos, algo que no satisface ni a machos ni a hembras.

El cambio de mentalidad en cuanto a géneros, el fín de la diferencia de trato frente a mujeres u hombres, no surgirá a partir de la imposición de pequeños nuevos órdenes de convivencia en sociedad. El cambio llega despacio, sin sobresaltos, pero con paso firme. Es algo con lo que debemos nutrir a nuestras futuras generaciones. Las instituciones juegan un papel importante en el crecimiento de un individuo, por eso mismo no deberían hacerle elegir entre dos términos que parecen opuestos, pero que en realidad son una misma cosa; mujer u hombre, madre o padre, persona. Tal vez los roles de género estén demasiado rígidamente delimitados.

Por otra parte, estas delimitaciones no solo oprimen a la mujer en un marco pequeño de acción en sociedad, si no al hombre también. Se espera de ambos cosas muy diferentes que no tienen por qué coincidir con las querencias o potencial de cada persona.

Por último recalcar que el feminismo no surgió como un movimiento que quisiera someter el poder del hombre al de la mujer. El feminismo denunció una situación de opresión hacia las mujeres por parte de un sistema paternalista, que las negaba como personas, negaba que fueran sujetos pensantes, sujetos creadores. "El término feminismo no se refiere a las mujeres como sujetos de amor u odio, ni siquiera de injusticia social, si no que se refiere a la perspectiva de que las mujeres llegan a la existencia como sujetos, una perspectiva que hasta ahora había sido ignorada."_Hilda Hein
El error está en que la mayoría de personas han aceptado las connotaciones peyorativas que ha adquirido el término feminismo gracias a diversos motivos, entre ellos, la imposición de normas de convivencia entre sexos por parte del gobierno y la abundancia de información falsa divulgada en los medios de comunicación.

Hoy en día, el discurso político feminista se ha tergiversado hasta límites insospechados. A veces pienso que lo que pretenden en realidad es que miremos hacia otro lado. La mayoría de personas que dicen luchar por estos ideales se contradicen constantemente.

En fin, supongo que mi conclusión será que no hay que dejarse influenciar tanto por los medios ni por los políticos. Por mucho que se impongan criterios, un orden no se establece si no está respaldado por el pueblo. Pero si este pueblo está enfrentado entre sí será más fácil imponerse. El posible cambio se halla en una mentalidad crítica que ponga esperanzas en el futuro.


Físicamente hembra.

11 de noviembre de 2010, 23:13  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Anónimo, después del pedazo de escrito que has plantado en este Jardín, no te puedes mosquear; pero es que tu firma me ha dejado con la boca abierta como un buzón. Yo, que suelo decir de mí misma que soy un hombre (entre otras cosas por el deleite inagotable de jugar con el diccionario; y pour épater la bourgeoisie, y por gili que soy, etc.), creo hay algo que espanta en el subrayado "físicamente hembra". Y en mi estremecimiento habrá, seguro, criptomojigatería por un tubo (la que segrega una monja clandestina que vive en mí; amancebada con un sargento chusquero que también vive en mí, ya ves). Pero, es que me repele que te señales hembra, como un indeseable revés del tarsius de Szymborska. O sea, que aquel pequeño preprimate habla como un antropillo, y tú, al decirte hembra te expones en una animalidad que te condena a la mudez, una verdadera muerte.
También Viar empezaba hablando de machos y hembras. ¿El impactante punto de partida que he(mos) soslayado?

(¡Paloma!, no te agaches que te veo los rizos: ¿qué haces pegando apellidos paternos en las Hojas? No, no, no; no sé qué es el honor y tengo demasiados pencos en amoooor. ⎯Un beso⎯).

12 de noviembre de 2010, 1:00  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Más de lo mismo.
(Es que estoy limpiando el váter y no me concentro en la tarea, porque quiero explicar esto).
No puedo ver a los de mi especie como machos y hembras. Crecí oyendo a las ancianas de la tribu ordenar "Frótate bien el pescuezo", y mientras chapoteaba en el barreño yo soñaba con tener cuello, como mis amiguitas de la escuela. (Sí, pretendo con este pintoresco cromo de Churdínaga ilustrar una página de la Historia de la Humanidad).
Hoy por hoy, tampoco me parece bien tener ancas, patas o pechuga, y eso que el diccionario escupe (si aprietas) todos esos nombres diferentes para las mismas realidades físicas que también solemos llamar de otros modos, porque los aparentes sinónimos condensan valores sobre puntos de vista que se han revelado significativos para los hablantes de nuestra comunidad lingüística. (Animal humano, animal y humano, qué animal). Siendo esto así, la lengua permite siempre ⎯aunque uno no lo crea o no lo quiera⎯ escoger. Además, se puede elegir conforme a la regla o contra la regla, si bien siempre con la regla (porque la regla es el juego); que quiere decir que quien elige asume el precio, el de lo que dice por lo que vale.
La verdad es que no sé si es un hecho de conocimiento generalmente compartido (como los agujeros negros o la ley de la gravedad) o solo una posición ideológica (creer para ver, que decía Viar) el considerar que hay toda una construcción social detrás de la comprensión cotidiana de los aspectos más fisiológicos de nuestro ser. Por eso, pongo una cita de un libro un poco plasta pero muy interesante que leí una vez:
"El sexo, como el ser humano, es contextual. Los intentos de aislarlo de su medio discursivo, socialmente determinado, están tan condenados al fracaso como la búsqueda por parte del filósofo de un niño totalmente salvaje o los esfuerzos del antropólogo moderno por filtrar lo cultural para obtener un residuo de humanidad esencial". (Th. Laqueur, La construcción del sexo. Cuerpo y género desde los griegos hasta Freud; ed. española, Valencia, 1994, p. 42)

(U sea, que por muchas muchas razones y elecciones no me sale del chichi considerarme "hembra").

12 de noviembre de 2010, 13:55  
Anonymous Paloma ha dicho...

¿Qué es lo que les hace decir a las mujeres actuales acerca de un hombre actual que es "muy masculino" o muy viril" (como un elogio, no como insulto)? ¿Qué es lo que les hace decir a los hombres que una mujer es "muy femenina" (yo conozco a una mujer -que, por cierto, es muy feminista- y que no es una cursi,ni mojigata,ni puta,- acerca de la cual dicen los hombres que es "muy femenina")?
(Nati: no te creo lo de los pencos, seguro que sacaste matrícula de Honor)

12 de noviembre de 2010, 18:33  
Blogger Ali ha dicho...

¿Y ´cuando decimos, qué hombre tan femenino(sin que haga falta ser homosexual)?se puede ser viril y femenino a la vez.
yo queria decir, que el honor es un termino que suena como antiguo, pasado de moda, y sobre todo creo que excasea en estos tiempos.
creo , que el honor no está bien visto como tantas cosas que no quieren verse. creo que el honor, se tiene o no se tiene,que está muy cerca del amor y de la verdad de cada uno.

12 de noviembre de 2010, 23:25  
Anonymous Paloma ha dicho...

Bueno, yo saqué mater,tris, digo,... matrícula de honor en Imbecilidad.
Ali, yo no entiendo bien lo de poder ser viril y femenino a la vez. Conozco a hombres homosexuales que son muy viriles y a los que les gustan los hombres muy viriles o muy masculinos.

¡Vaya jaleo este tema de la tiranía de la igualdad!

13 de noviembre de 2010, 14:36  
Anonymous Paloma ha dicho...

Iñaki viar: me ha interesado mucho lo de que el dolor empuja a hablar, que está en el origen del lenguaje... ¿es al separar al hijo de la madre, cuando ese hecho traumático para el hijo, cuando los padres le hablan y él aprende a hablar empujado por el dolor de ese momento traumático?
Ali: totalemente de acuerdo contigo en que el honor está muy cerca del amor y de la verdad de cada uno.

13 de noviembre de 2010, 23:19  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Querida Paloma, creo que es como tu lo has entendido: la separación, el destete como ya vimos, es traumática. Es una pérdida de goce necesaria para que el niño se introduzca en el lenguaje, se deje su cuerpo atravesar por las palabras que le ubicarán los orificios secretos, el lugar de los placeres sobrevenidos... Es necesaria una pérdida del goce del niño, que las palabras exacaven un vacío en la totalidad de goce con que viene al mundo, en la completud en que habita pegado al Otro materno. Por eso separación, trauma.. dolor, en suma, para devenir en un ser hablante.
Teorías antropológicas sugieren que las primeras palabras que formarían el lenguaje pudieron surgir en los enterramientos, cuando un esbozo de subjetividad se había desarrollado y permitió "sentir" la péridida de objetos que casi llegaban a "amados". Otra teoría es la que sugiere la película "2001 odisea en el espacio". Kubrick sitúa el comienzo de la función de simbolización, del lenguaje por tanto, en la luchas de homínidos por un estanque. Tras golpear a los rivales uno tira hacia el cielo un hueso, con el que había partido la cabeza a otro, y éste se convierte en ese gran monolíto que sería metáfora de la significación fálica.

Respecto al honor. Aquí hay que ponerse serios, lo exige el guión.
¿Por qué el honor se ha convertido en una palabra cursi o de gilipollas? Por el desplazamiento de significación que ha sufrido con los siglos. Lo que era digno hace siglos-¿cómo entender el Quijote sin el honor. Si es una patología del honor;
la más grandiosa que vieron los siglos.
La palbra derivó, desde la Edad Media, hacia algo privativo de las clases altas, algo que venía significar una superioridad social. Tanto en le hombre como en la mujer-donde honor se superponía a virginidad.
Pero su significación originaria, en los romanos, según mi adorada
Moliner,(honos,honoris) y también honestus y cohonestar, sería : Cualidad de la persona que, por su conducta, es merecedora de la consideración y respeto de la gente y que obedece a los estímulos de su propia estimación. Para mí honor tiene el sentido de quien actúa conforme a su convicción, de quien no miente con sus actos.
Esto tiempos son devastadores para el lenguaje. El significado de "honor" ha sucumbido a la "tiranía de la igualdad", es un víctima propiciatoria de ella en su guerra contra la excelencia. Dice la Diosa Igualdad: "¿por qué vas a tener tu honor y yo no? No te fastidia...este mono, o mona, qué se habrá creído¡"
Es verdad Ali que el honor está cerca del amor a la verdad. !Cómo no va a quedar anticuado¡ Pero para eso estamos los andantes, para desfacer entuertos, socorrer a damas, ayudar a viudas y luchar contra los gigantes y los encantamientos. Como esos que tienen forma de caja y se ven personas hablando y que las gentes tienen en sus moradas. No saben que son hechizos del mago Merlín.
Entre unos y otros, elijo al Caballero de la Triste Figura.

Por supuesto Nati(acertada la cita de Laqueur, dice-pero mejor- lo que yo quería explicar) que el sexo es un hecho de discurso: alguien dice "soy hombre o soy mujer", y todas sus declinaciones son culturales. El problema es que tendemos a creer que somos naturales, o sea seres de la Naturaleza, y eso se perdió por lo menos desde lo que cuenta la película de Kubrick. No vivimos en la naturaleza sino en el lenguaje ¡He dicho¡

Helena, si vuelves a encontrar a la función paterna en algún semáforo, dile, por favor, que se acuerde de mí. Aunque he oído que, últimamente, anda por ahí diciendo que es un tal Tarsius.

14 de noviembre de 2010, 17:04  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Don Viar:
Plega a vuesa merced considerar cuan algunos de los que por esta bitácora vagamos, pasamos también las noches de claro en claro y los días de turbio en turbio, y téngase de palabras y nombres que hurtan el adarme de lumbre que nos resta en la sesera.

El honor y la igualdad (d'après Viar, ou selon l'inspiration)

"Au village, sans prétention,
J'ai mauvaise réputation.
Qu'je m'démène ou qu'je reste coi
Je pass' pour un je-ne-sais-quoi!
Je ne fait pourtant de tort à personne
En suivant mon chemin de petit bonhomme.
Mais les brav's gens n'aiment pas que
L'on suive une autre route qu'eux,
Non les brav's gens n'aiment pas que
L'on suive une autre route qu'eux,
Tout le monde médit de moi,
Sauf les muets, ça va de soi."

(La, laralaá, lará, lalá..., et caetera).

(Para Viar, Paloma y Ali.
Canta Brassens; yo doy palmas y al final aplaudo mucho).

14 de noviembre de 2010, 21:57  
Anonymous Paloma ha dicho...

El dolor al principio de los tiempos que llegó a originar el lenguaje... el dolor del niño amado que acaba de ser separado de su madre y que le empuja a aprender a hablar con sus padres amantes y que se convierten en amados y el niño en amante... el dolor es causa del origen del lenguaje y por esta razón, cuando un paciente va a la consulta de un psicoanalista es el dolor el que le empuja a hablar y esas palabras sometidas a tratamiento son las que le curan... curar con palabras.... revivir la situación traumática del destete en la que la función paterna tenía que tener la fuerza, la autoridad sufiente y al mismo tiempo el amor para que no se de el desamparo... El apellido como propuesta de amor, en el que se expone algo más preciado que la vida, el honor.
Gracias, Iñaki Viar, por la explicación.
Nati: no te he entendido muy bien lo que quieren decir esos versos, así que, por si acaso, como se llama "la mala reputación", yo no bailaré: claro que si das palmas y aplaudes mucho, primero intentaré traducirlos, y, si son de mi agrado, por supuesto que bailaré muy contenta.

14 de noviembre de 2010, 23:06  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

En la versión que cantaba Paco Ibáñez, el estribillo decía así: "No, a la gente no gusta que / uno tenga su propia fe". (Es que me ha gustado mucho el texto de Viar y no he podido evitar salir por mis loqueríos).

14 de noviembre de 2010, 23:24  
Anonymous Paloma ha dicho...

Entonces,¡Por supuesto que bailaré, y además, a lo loco!

14 de noviembre de 2010, 23:39  
Blogger Ali ha dicho...

Muy ingenioso Nati por tu parte, el estribillo de Paco Ibañez "no gusta que uno tenga su propia fe"; me viene bien para preguntarme, a qué nos lleva una autoridad paterna sin amor, ¿al desamparo? ¿se puede nombrar sin amor?
Parece que antiguamente se "sacaban" el cinturon muy facilmente, para que se aprendiera el camino que ellos te imponian(y no que te enseñaban).
Leyes rigidas que en principio no parecen ir unidas al amor
..pero el amor no está en ser duro o blando
El amor entendido como.. ¿imposicion? ¿verdad?
¿falta de libertad?
Es dificil conjugar la autoridad y el amor, la gran pelea del mundo que vivimos.

16 de noviembre de 2010, 14:25  
Anonymous Paloma ha dicho...

Ya sé que lo que voy a decir es muy “obvio”, pero me apetece decirlo: creo que una persona, si es “honorable”, si es “honesta” (sea hombre o mujer), entonces será una buena persona y será un buen padre, o madre, amigo, compañero, etc… Esas personas realizan su “función” de tal forma que parecen tener esas cualidades necesarias para ella de una forma innata y natural. Que el problema surge cuando atacamos la “verdad” de cada uno en nombre de una ideología, o religión o de cualquier otro nombre (igualdad, desigualdad, “fé”, libertad, “fé de cada uno”…)… Y al final yo llego al concepto de respeto: Respeto a quien es “honorable”, al que es “honesto”.
Al principio habéis hablado de los colegios en los que se prohiben los juegos sexistas: me imagino que los maestros habrán llegado a esa conclusión basándose en su experiencia como profesionales… yo no comparto esa opinión, pero estoy segura que muchos de ellos habrán llegado a esa conclusión de una forma “honesta”. Hay profesores que piensan que dentro de sus funciones está también el “educar” en “valores” de una forma activa. Otros consideran que ese no es su campo, que ellos van a “enseñar asignaturas” y que con su ejemplo, con su actitud en la clase ya les están “educando” a los alumnos. Yo creo que los maestros “honestos” educarán y enseñarán bien a los alumnos, sean del primer grupo (los que opinan que deben “educar”) o sean del segundo grupo (los que opinan que deben “enseñar”). Además considero que es muy bueno que haya diversas posturas y opiniones ante la vida: no me gusta la uniformidad, no me gusta que los docentes o los políticos o quienes sean, sean todos de la misma cuerda, como la vida misma. Pero eso, sí, me gusta la honestidad, la honorabilidad, y estoy segura que un padre honesto realizará la función paterna con esa autoridad innata que emana de su persona y que genera confianza en su mujer y en los de su alrededor, aunque muchas veces sea injusto, porque ¿quién hay en este mundo que no cometa errores e injusticias?

17 de noviembre de 2010, 15:19  
Anonymous Paloma ha dicho...

Y hablando de honestidad, del riesgo de exponer los "nombres": soy la "Ana" de las otras entradas (seguro que me habéis reconocido),en fin, un desastre, pero prefiero este nuevo en este Jardín de los "Dixi!"

17 de noviembre de 2010, 18:32  
Blogger M ha dicho...

!Ja,ja!para nada,no te he reconocido...qué pasada!! Paloma-Ana, me hace mucha ilusión que te sigas incorporando. Tu discurso es distinto, sin ¿miedo? genial.
Que guapos estamos todos sin miedo, pero bueno yo vivo a veces un poco-bastante aterrada.
Me encanta todo lo que has escrito Paloma y como lo has hecho. Realmente el ser humano es sorprendente y fantástico.
He estado siguiendo un poco por encima los miles de comentarios*buenísimos* que hay en esta entrada.
Lo que has dicho del respeto, yo lo comparto. A mí me parece una palabra que con la edad le he ido dando un lugar y un sentido que antes lo ponía en otras.
Creo que desde luego en las aulas si funcionase el respeto, primero en los profesores, luego se daría en los alumnos e invadiría el clima del centro educativo que tendría que ser un lugar amable donde producirse el aprendizaje en todos los ámbitos. Porque nuestros hijos, los de todos, pasan muchas horas al día durante muchos años en el mismo lugar.
Tendría que ser un lugar donde nuestros hijos, los profesores, los padres, fuésemos llenos de calma porque se respiraría respeto a cada individuo en su diferencia.Sería precioso.
El otro día comentaban que los padres pasaban de ir al colegio. Les dije algo parecido a esto que si se sintiesen respetados, escuchados en sus diferencias y a veces en su no poder ver, si tuviesen un lugar… irían.
A veces escucho a mi hijo, a los alumnos, a los profesores a los padres y pienso… a nadie le gusta ir al colegio qué pasa con ese edificio que no acoge. Se podrían hacer tantas cosas.
Bueno ya sé que estáis con los apellidos y la función paterna y me he ido del tema,
disculpad.

17 de noviembre de 2010, 23:44  
Anonymous Paloma ha dicho...

M: muchas gracias por tus alegres, amables y comprensivas palabras. Yo también te leo con sumo interés y gusto. Comprendo que digas que el colegio sería un lugar maravilloso si se respetase a cada individuo en su diferencia. Pero a mí eso me parece que es pedir un paraíso en la tierra. Recuerdo que en las primeras entradas decíais algo así como que los profesores deberían hacer psicoanálisis... pero entonces también deberían hacer todos los individuos, tengan la profesión que tengan... No sé; yo no sé qué responder al tema que planteas.

18 de noviembre de 2010, 17:24  
Blogger Ali ha dicho...

gracias a tu honestidad Paloma, mañana habrá´otro chinchin.Brindaremos por las idas, y venidas,por el blog,Iñaki,y..el psicoanalisis.

18 de noviembre de 2010, 21:39  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Nombres propios (reza una etiqueta de esta entrada).
Dos aquí citados:
1) Cervantes. El Quijote fue creado por un hombre cuya biografía está llena de deshonor. Y qué elevadísima densidad de canallas cabe hallar entre poetas y artistas. Desde luego, la infamia no garantiza una obra, pero en el otro sentido podría ser una conexión a analizar.
2) María Moliner. Una santa laica que quemó sus honestas pestañas edificando en los ratos libres una obra admirable; durante los ratos ocupados fue funcionaria del cuerpo de bibliotecarios, y por alguna razón se la suele llamar ama de casa. Sus hijos pensaron siempre en el DUE (Diccionario de Uso del Español) como en un hermano (el hermano tonto y absorbente, indestetable, supongo). Es verdaderamente una mujer de honor contemporánea. Un retrato suyo ha presidido siempre la estancia más importante de mi morada, aunque hace ya un tiempo lo planté boca abajo. "¡Que se me caen las gafas!", me ruega a veces María Moliner patas arriba. "Tú sabrás, Moliner, qué se te cae o se te ha caído", le respondo bastante enfadada. También esto tendría que analizarlo.

18 de noviembre de 2010, 23:16  
Anonymous Paloma ha dicho...

Seguro que lo de Cervantes es una conexión a analizar y lo de la Moliner... todos los hijos piensan que su madre solamente debe dedicarse a ellos, y que las ocupaciones que no sean "ellos" son hermanos molestos... De acuerdo que hombres "infames" han hecho obras magníficas, y que un hombre "honesto" puede llegar a hacer la mayor putada del mundo. Vale, Nati, de acuerdo: en mi lista de los "nombres" que utilizamos para atacar al otro, metería todos los millones de palabras del mundo mundial (incluídas las palabras "honor""honestidad""bondad" "respeto" y todas las que yo he utilizado) y me queda solamente el "hueso" del mono de la película de Kubrik: el hueso sin metaforizar en monolito ni en nada (por cierto, ¿qué fue lo que le impulsó al mono lanzar el hueso hacia el cielo de esa manera?¿su triunfo?¿su culpabilidad ante quizás un grito de dolor del rival y de ahí esa manera metaforizar? ... Dos hipótesis del nacimiento del lenguaje: el dolor y el ¿gozo de una victoria para sobrevivir?: pero los niños no vencen a nadie, en los niños solamente hay dolor por una pérdida...)Vale, del concepto de "respeto" a donde llegué ayer he llegado al "hueso": pero vivimos en la "naturaleza del lenguaje" y ese hueso lo hemos metaforizado esencialmente en una o muchas palabras, que es, yo creo, de lo que estamos hablando. Vale, me he perdido de nuevo: no sé de qué estamos hablando: ¿No era de la tiranía de la igualdad?

19 de noviembre de 2010, 15:31  
Anonymous Paloma ha dicho...

Me retracto: no creo que alguien "honesto" llegue a hacer una gran putada. Afortunadamente aún tengo confianza en las personas, y afortunadamente para mí hay ciertas palabras o frases que me gustan, que me dan vida, que me hacen reir, que me reconfortan, que me tocan el corazón, que son casi como "sagradas"... ¡o que me hacen cantar, o bailar!

19 de noviembre de 2010, 16:12  
Anonymous Paloma ha dicho...

Ali:¿no has dicho que hoy íbamos a brindar por un montón de cosas? ¡Aquí no viene nadie! ¡Qué pasa? ¿acaso Iñaki está mal conmigo porque he puesto otro nombre... si queréis que os diga la verdad estaba convencida que me habiáis reconocido perfectamente, sobretodo, Iñaki. Iñaki,querido, si te parece mal lo que he hecho, pues yo me voy, pero dejarme antes brindar con vosotros por lo que Ali quería, es decir, por el blog, por Iñaki...y el psicoanálisis.
Está bien, si no venís nadie pues lo haré yo sola ¡Brindo por vosotros, el blog, por el Doctor Viar, que tiene una excelente fama como psicoanalista y como persona y también brindo por el psicoanálisis!
No seáis malos y no dejarme sola tanto tiempo en el jardín.

19 de noviembre de 2010, 23:28  
Anonymous Paloma ha dicho...

Quiero decir que yo he hecho pasicoanálisis con Iñaki Viar: que me curó muy bien y que también ha curado muy bien a personas que conozco. Que esta situación de hablar en un blog, y encima con mi psicoanalista es nueva para mí, nunca me había encontrado en una situación similar.
Yo quiero dar testimonio de que el psicoanálisis no solamente cura, sino que es algo más.
También quiero decir que mis entradas y salidas, mis cambios de nombre y los disparates que haya escrito han sido fruto de mi torpeza por no saber controlar esta muy novedosa situación para mí.
Y quiero dar las gracias a Iñaki y a todos por vuestros comentarios. Un beso.

20 de noviembre de 2010, 12:38  
Blogger M ha dicho...

He estado leyendo estos días los TOO MACH! (aperitivos) para la Jorndada del 20, 21 de noviembre de la Escuela Lacaniana sobre "El hombre y sus semblantes".
Son algunos muy interesantes y me he encontrado con un Too Mach de Iñaki Viar que me ha gustado mucho y os lo paso. Paloma espero que te guste, un beso.
Me da un error os lo paso en cuanto pueda.

21 de noviembre de 2010, 11:55  
Blogger M ha dicho...

Iñaki Viar
Este es.

21 de noviembre de 2010, 14:43  
Anonymous Paloma ha dicho...

A mí me ha gustado muchísimo y estoy segura de que, no en el futuro, sino que ahora, en las consultas, ya estáis hallando esas palabras que deseáis encontrar.

21 de noviembre de 2010, 16:08  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

A mí también me ha gustado mucho, sobre todo el final.
El irresistible ascendiente del varón navegante.

21 de noviembre de 2010, 19:12  

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