viernes, 24 de diciembre de 2010

Cuando nace un niño


Alegría. Siempre renovada cada vez. Lo experimenté cuando fui padre: la vivencia de algo radicalmente nuevo. Parecía que le mundo se había llenado, que algo desbordaba. Es la renovación de la vida. Por eso existe el amor a los hijos: garantiza la continuidad de la especie humana. No recuerdo ya donde leí una vez la reproducción de una entrevista a Sigmund Freud. Era ya mayor y el entrevistador le preguntaba si le satisfacía la inmensa fama que tenía en el mundo ya en los años veinte. El respodía que no le importaba mucho, que cambiaría toda esa fama por que a sus hijos les fuera bien.
Todos los pueblos, todas las religiones celebran el nacimiento de un nuevo ser, y elaboran mitos y ceremonias para expresar sus sentimientos. Los humanos no dejamos de verlo como lo más parecido a un milagro. El único milagro verdadero es que un ser viviente pueda llegar a convertirse en un sujeto humano, pueda incorporarse a la comunidad de lengua en la que habita. Es la intervención divina como metáfora del efecto del lenguaje sobre el viviente. En psicoanálisis decimos que es el efecto de la metáfora paterna, que vendría a decir que, entre el amor y el deseo de una madre, una palabra llega a organizar el sentido para el nuevo ser. Que para una mujer-madre un hijo adquiere un valor innegociable, único. Freud se atrevió a decir que "para una madre, el hijo es el equivalente simbólico del falo". Es decir, del significante que nos ata al sentido. Que para los otros el recién nacido, que ni habla ni sabe, es ya supuesto como un sujeto: Jesús, y toda la serie de los nombres propios que nos humanizan.
El acierto y triunfo del cristianismo es que hizo de un recién nacido su Dios. Y que además moriría para redimir a los humanos. Espléndido relato del Evangelio de Juan donde queda fijado el carácter divino de Jesús de Nazareth y explica su inmenso atractivo a través de los siglos. Cristología se llamará su explicación.
Así que después, en Roma, sobre los ritos paganos del solsticio, configurarán la Natividad. La ceremonia anual que conmemora que un recién nacido nos salvó. Es cierto que cada recién nacido nos salva, perdura nuestra especie.
Por eso celebramos nuestras Navidades, porque hay Causa para celebrarlas. La misma para todos los que la celebramos.
Les deseo unas felices fiestas con sus seres queridos.

24 comentarios:

Anonymous Ana ha dicho...

Fue José, Pater putativus (P.p.> Pepe), no biológico, el que le puso un nombre a Jesús. A Jesús le crucificaron, traspasaron el límite de su cuerpo con una crueldad terrible, a causa de sus ideas, lo mismo que a Juan (le cortaron la cabeza). Ni Jesús ni Juan fueron padres.
Sí, todos queremos que a nuestros hijos les vaya bien en la vida, pero eso también se lo deseamos a todos nuestros seres queridos.
Felices fiestas.

24 de diciembre de 2010, 18:08  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Qué bien, belén y figuritas:
Ana pone a San José (uy, qué secundario más importante) y yo traigo una pastora depre que se llama Elizabeth Jennings. Para celebrar mi seudonomástico, la natalicidad e incluso la infancia en general, os invito a un poema suyo, falsificado por mí misma*:

Los críos, que ya anhelan la nieve,
rebuscan predicciones en el cielo.
No son esas las señales por las que aguardamos:
nuestro ser no cuajaría
sobre el lento caer de los copos en el pensamiento.

Incluso si verdaderamente nevara,
permaneceríamos tras el cristal intangible, solo mirando
a los niños marcar sus huellas en los cúmulos
que la nieve ha dejado en un invierno
que ellos creen haber materializado.

Atinado ensueño. Mejor fantasear
con que nuestro mundo ha sido creado
por el deseo, por una mano que modela, una mirada
certera. Mejor que ocultar en un rincón de la mente,
como solemos, que no hay universo cierto,
que la nieve no cae.

(Elizabeth Jennings, "Poem in winter", de Selected Poems, 1979)

* (Nota navideña sin interés: La poesía de Elizabeth Jennings, hallada por azar, me llega tan hondo que siempre que me pongo mala toso un poema suyo. Me he nombrado su traductora universal al español, pero como no sé inglés no tengo más remedio que inventármelo casi todo en mi libertignorancia. Ella me disculpa).

25 de diciembre de 2010, 3:05  
Anonymous Ana ha dicho...

Ni los Papas, obispos, curas, frailes o monjas tienen esos hijos maravillosos hablantes.

Cuando nace un niño su madre grita de dolor y si fuera tan, tan maravilloso, tan, tan alegre y tan, tan milagroso tener hijos hablantes, las mujeres estaríamos encantadas pariendo cada once meses, desde la llegada de la menstruación hasta la menopausia... y todas voluntariamente y encantadas, porque ¡Oh, es tan maravilloso tener hijos!
Nuestras madres y abuelas tenían muchos hijos, todos los que quería Dios o su marido, y en cambio, ni nuestra generación ni la de nuestros hijos tenemos tal cantidad de hijos,
¡Por qué? ¿Porque somos más "sacrificadas" y nos "contenemos" en nuestros deseos, nos "quitamos el gusto" de tener tantos hijos maravillosos milagrosos hablantes?

Yo no sé cuál es el deseo de los hombres, pero la historia nos dice cuál es el de las mujeres (?).

No sé si estoy hablando bajo la luz del Psicoanálisis o bajo la Oscuridad Tenebrosa de la Represión a las mujeres. Ustedes dirán.

Que me enfado, que me enfado, que me enfado...

(Nati: A parte de la pastora has puesto la nieve que no cae... ¡con lo que me gustan a mí las navidades nevadas!)

Bueno, ya he dicho.

25 de diciembre de 2010, 11:38  
Blogger M ha dicho...

Nacimiento de un hijo y Feliz Navidad para todos los del blog.
Recuerdo cuando nació mi hijo. Estuve los primeros 3 días sin dormir, me sentía tan *feliz*, jamás me había sentido así. Recuerdo que tenía una sonrisa sencilla permanente. Me alimenté de bombones que me encantan, cuando mi niño dormía yo me levantaba y miraba a través de la ventana, Feliz. No pensaba en nada. Al tercer día mi hijo lloró por primera vez.! Dios santo! fue como una bofetada…la misma felicidad se convirtió en angustia. Lo tenía que solucionar! ¿Qué le pasaba?, había comido, estaba calentito, qué podía hacer…?! Me considero una persona medianamente razonable pero no me servían las palabras de que es normal, los niños lloran, y es hasta saludable, me decía todo el mundo. Y se reían sanamente de mi cara. Hoy es el día que tampoco puedo ver a mi hijo triste, preocupado, *me toma el cuerpo*…y además no puedo verle a él mal ni a ningún otro niño. Lo trasnacional de lo que hablaba Nati. Madre del tuyo y madre de todos…! Agotador y tierno…
Besos y Feliz Navidad para Ali, Nati, Ana, Asun, Maite, helena ,Ion, nuestros queridos anónimos y por supuesto a *Iñaki* y a los que nos leéis sin entrar, quizás este año os animéis.

25 de diciembre de 2010, 11:46  
Blogger M ha dicho...

Nati ,maravillos poesía. Me encanta que traigas poesías al blog!!. Me gusta muchísimo que además sea de poetas que no conozco. Thanks you!
Voy a ver si encuentro algo más de ella, aunque dices que no está traducida.

25 de diciembre de 2010, 11:58  
Blogger M ha dicho...

Añado al lado del Belén, el árbol, yo soy más de árbol y luces. Pongo miles de luces brillantes (sin parpadear que eso, mira no me gusta, y no hay manera de encontrarlas fijas)muy brillantes de fuerza y ánimo por el conocimiento y la generosidad hacía uno y hacía los demás.

25 de diciembre de 2010, 12:26  
Anonymous Ana ha dicho...

Yo estoy escuchando El Mesías de Handel: una delicia... Gracias M por tu tierno y de verdad maravilloso relato sobre el naciemiento de tu hijo, tus palabras llenas de alegría y de buenos sentimientos, tus felicitaciones y tus besos.

25 de diciembre de 2010, 14:05  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ay, qué risa, M. Estaba mohína y se me ha quitado de imaginarme plantada delante del señor chino de mi barrio pidiendo "muchas luces fijaaas", "¡que no parpadeen!", "¡impasibles, no!, ¡las quiero im-per-té-rri-tas!".

25 de diciembre de 2010, 20:44  
Blogger M ha dicho...

Se nota que estoy de vacaciones !qué gusto!
Iñaki me ha gustado muchísimo tu entrada, recojo también los comentarios de Ana *muy interesantes* que me han llevado a un tema que varias veces he hablado por lo diferente.
Iñaki nos habla de la paternidad y maternidad feliz, sentida así por él y por muchas personas incluida yo misma. Pero leyendo tu entrada parece que todos lo sentiríamos así, pero yo pienso que cuando se dice:!cómo una madre no va querer a su hijo o un padre!. Ese amor no siempre se da, entonces, no parece que sea algo consustancial al ser humano, todos hemos visto a madres que han destrozado la vida a sus hijos, y lo mismo los padres, de miles de formas distintas. Hay familias en los que los hijos están en segundo plano, primero que no me falte nada a mí y luego ya me ocuparé de las necesidades de mis hijos si sobra algo ….
He visto personas egoístas y eso se alargaba también y por su puesto, a sus hijos. No puedo pensar que sea natural porque he visto muchas carencias sin que esas madres y padres parpadeen (y aquí Nati sí me gusta que por lo menos se parpadee, ja, ja)
Esto cómo se explica desde el psicoanálisis, perversión de las funciones con los hijos. El egoísmo en el psicoanálisis qué termino tendría. La metáfora del padre se hace y da paso al lenguaje pero no es suficiente (uf! no sé si es así, me da cosa sintetizar los conceptos del psicoanálisis porque no los termino de aprehender) pero qué sabemos de los padres y madres que no se ocupan “comme il faut”, pudiendo hacerlo. No solo es el lenguaje.

26 de diciembre de 2010, 11:08  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

El egoísmo podría ser una forma de narcisismo vulgar, que empuja a la satisfacción del yo en detrimento del vínculo social.
En todo caso M., ese valor fálico que tiene el hijo para la madre es fundamental en los dos primeros años de la vida. Aproximadamente hasta que el niño se constituye como sujeto hablante.
Es verdad que luego las contigencias de la vida pueden conducir a formas degradadas de maternidad o paternidad. A injusticias de la vida a las que el sujeto tendrá que hacer frente.
Pero el daño grave, como el autismo o la esquizofrenia, surgen cuando ha habido algo que no ha funcionado en los primeros años de la vida, cuando el bebé no ha venido al lugar propicio del amor y del deseo. No por alguna culpa indefinible, sino quizá por algún malentendido desdichado, que es otro nombre del destino.

26 de diciembre de 2010, 19:04  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Qué regate más bueno de Viar: el destino como malentendido.
La esquizofrenia y el autismo caen del lado de la tragedia, pero yo estoy mejor dotada para la comedia, y ya veo, ya veo que nadie va a entrar a confesar lo mal progenitor (A o B) que es, ni siquiera en sus formas degradadas. Señor, señor, lo que tiene una que hacer la tarde de San Esteban Protomártir, con lo excelente madre que es una y fingir que es mala y además dar testimonio. (Inciso: mala, no; peor. Y más mala que pienso ser en esta vida y en el resto de mis reencarnaciones: "cuando soy buena soy muy buena, pero cuando soy mala soy incomparablemente mejor", Mae dixit).

Hace no mucho oí decir moqueando a una señora muy allende sus cuarenta que, ella siendo una dulcísima niña, su madre no le preparaba el desayunooooo antes de partir a la escuelaaaa, que (la bruja egoísta) se quedaba en la camaaaa. Mi amiga (como todas, me parece), buscaba evaluación positiva para posibles y probables yerros presentes, incluso, más aún, disfrutar su poquito de admiración novelesca a base de una biografía llena de sufrimientos semejantes (¡no te hacía el desayuno y acabaste el bachillerato con varios notables y sobresalientes!). Yo, que soy mala madre y mala en general, más mala que Caín (Caín, qué secundario tan interesante; por favor, quiero un Caín bien guapo en el Belén), en vez de brindarle comprensión casi vomito, creo que más que nada por verme en el tremebundo espejo doble: yo era la hija (la bobaliconcísima simpatía), y era en realidad y sobre todo ya la madre (¡siempre me quiero quedar en la cama!). Maldición.

Parafraseando el famoso comienzo de Anna Karenina, "todas las buenas madres se parecen, pero las malas lo son cada una a su manera". ¿En qué se parecen las buenas madres? Fácil, los hijos de las buenas, que lo son a posteriori (¡árbitro!), son cuentos que acaban bien. Las malas son aquellas que están para que los relatos que acaban mal puedan echar mano de sus errores tremebundos.
Me di cuenta de que mi hijo crecía porque me espetó un día, así, a bocajarro: "Siempre me habéis mandado a la escuela enfermo, sí, con fiebre y gastroentiritis". Me quedé helada: "Será gastroenteritis, hijo", le corregí. "Bueno, ¡con cagaleraaa!", atajó el niño, completamente decidido a no caer en mis emboscadas. Me acababa de levantar una categoría penal con lo que yo recordaba como pequeño episodio accidental. (Qué alegría, mi niño había empezado a escribir su historia). Y qué podía decirle yo. Poca cosa: "Hijo, sería sin querer".

26 de diciembre de 2010, 21:13  
Blogger M ha dicho...

Cuando escribí mi comentario anterior me entraba un poco la risa-solo un poco porque tenía ganas de decir lo que he comentado- pensando en qué me contestaría Nati, a Iñaki no lo esperaba tan pronto. Me imaginaba que entrarías rauda y veloz a mi tajante comentario sobre las buenas y malas madres(ja,ja) a lo radical de mi discurso en el cual me pongo como "buena". Pero es más como eje vertrabador de una forma de hacer con los hijos de lo que yo quería comentar.

26 de diciembre de 2010, 22:51  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Uf, menos mal! ¡Una mala madre que le dice a su hijo cosas imperdonables!¡Y entre ellas la de que “lo hice sin querer” , expresión que salió en la entrada anterior, dicha por una persona y que yo en mi comentario le apoyé…. Vamos a aclarar la situación para que no haya malentendidos : Anónimo relató una situación en la que estaban agrediendo físicamente a su hijo y el padre del agresor le dijo que lo hacía “sin querer” y no le “educó” a su hijo para que dejara de agredir: al revés, todo lo contrario, con esa frase el hijo iba a encontrar siempre la excusa para agredir a quien le diera la gana y decir después “lo hice sin querer”, y, por supuesto, para continuar agrediendo al hijo de Anónimo. Aquí estamos solamente diciendo palabras: quizás a la vez que nos echamos flores unos a otros también nos apuñalamos… pero con palabras…¡No con sangre de verdad! ¡El límite es el cuerpo! ¡Tú, mala madre, lo que nos has puesto es a Abel! Y lo de Caín, que si es guapo… yo a Caín le admitiría si es “buena persona”, y ya me sé yo lo que quiero decir, tampoco voy a explicarlo todo.
Lo del "pequeño episodio accidental" convertido en "una categoría penal" cómo me suena, como hija y como madre... ¡Es increíble cómo os voy entendiendo!
A mí lo que me va es la tragicomedia, así que me llevo unos disgustos impresionantes y también me muero de risa y al revés; a veces, simplemente, sonrío; o lo más curioso: que en medio de un dolor intenso, soy capaz de reirme de mí misma y soy capaz de disfrutar de muchas cosas. Verdaderamente mi vida es una tragicomedia.
¡Ja, ja! yo estoy viendo un árbol de navidad con luces-RAE (limpias, fijas y que dan esplendor), (yo creo que sí puede ser difícil lo de encontrarlas “fijas”), lo digo por lo que a mí respecta) y así, mientras lo contemplaba, pensaba en lo que habéis escrito y yo quiero decir que he tenido unos padres estupendos y unos hijos también estupendos (por ahora: el futuro nunca se sabe), y lo de que he sido mala-buena hija y soy mala-buena madre, pues lo que dice Nati: cuando se acabe mi cuento y los de mis hijos, se verá, y si no se ve, pues mucho mejor, y sino, pues lo que dice Iñaki, serán malentendidos. (Yo venga a ponerme capotes, por si acaso) La verdad es que ese tema de si soy buena o mala madre nunca me ha preocupado demasiado: eso yo creo que os preocupa más a las mujeres más jóvenes, y no sé por qué.
Por cierto, ¡Qué majas sois las mujeres de este blog: una ya se ha puesto la etiqueta de “buena” y otra la de “mala”, y así nos quitáis a las demás el peso de tener que decidir si vamos de buenas o de malas! ¡Qué gusto!

27 de diciembre de 2010, 17:42  
Anonymous Ana ha dicho...

Y quisiera entrar en lo que dices M sobre que “no es solo el lenguaje”: yo voy a dar mi opinión ( si lo que tú dices es lo que yo he entendido, claro.): En la entrada anterior hemos hablado de que el inconsciente es el motor de nuestras acciones y está en todo el cuerpo, no solo en el lenguaje y además en el psicoanálisis se ve claramente que no sólo es el “lenguaje”: que hay muchos lenguajes (todas las expresiones y manifestaciones que emanan del cuerpo): por lo tanto en la relación con el niño esos lenguajes van creando su personalidad, pero al final lo que te pasa en una zona del cuerpo acabas expresándolo normalmente con todo el cuerpo, pero especialmente con el lenguaje hablado… o entonces, o mucho más adelante, por ejemplo, en las sesiones de psicoanálisis, que no entiendes cómo has podido decir o escribir o subrayar una palabra – sin querer- y que se está refiriendo a un pasado tan remoto como a cuando tenías un año de edad… Lo que quiero decir es que, por ejemplo, lo que estamos haciendo aquí, en este blog, es un intercambio de opiniones, por escrito, que es interesante, y que nos estamos conociendo algo, pero que en absoluto nos estamos conociendo verdaderamente (Ya he dicho que es mi opinión).
No lo puedo remediar, pero me encanta el villancico "Adeste fideles" (aunque también el de "La virgen se está peinaaaando"... por eso de los pelos y los peines que suelen aparecer en este blog...) Ya veo que soy la única que pone la música a estos belenes y árboles de navidad, pero no me importa, porque así pongo la que me gusta.
Una pregunta, Nati: ¿Por qué has acabado el escrito diciendo “Mae dixit? ¿Qué es eso de Mae?
Iñaki: A mí también me ha gustado mucho tu entrada por muchas razones. Es verdad que cuando ves al niño por primera vez experimentas unos sentimientos nuevos muy bonitos.Pero me he puesto burra, o tonta, y no lo he dicho: he dicho otras cosas que, desde mi punto de vista, son también verdaderas.

27 de diciembre de 2010, 17:43  
Anonymous Ana ha dicho...

Hablando de nacimiento de niños nacidos de mujer y vinculados a dioses, tenemos la fundación de la ciudad de Roma (Iñaki, tú hablas en la entrada de los romanos): Rómulo y Remo, nacidos de la vestal Rea Silvia, cuyo padre fue el propio dios Marte y que fueron amamantados por una loba y encontrados por el pastor Faústulo que los llevó a su choza para que fueran criados por su mujer Larentia:

“Sed debebatur, ut opinor, fatis tantae origo urbis maximique secundum deorum opes imperii principium. Vi compressa Vestalis cum geminum partum edidisset. Seu ita rata seu quia deus auctor culpae honestior erat, Martem incertae stirpis patrem nuncupat. [...] Tenet fama [...] lupam sitientem ex montibus qui circa sunt, ad puerilem vagitum cursum flexisse, eam sumissas infantibus adeo mitem praebuisse mammas ut lingua lambentem pueros magister regii pecoris invenerit; Faustulo fuisse nomen ferunt; ab eo ad stabula Larentiae uxori educandos datos.”

(Titus Livius, Ab urbe condita, liber I- IV)

Bueno: ya os dije que lo de escribir en un blog no es lo mío: por favor, no me retéis. Os seguiré leyendo pero mi deseo es no seguir escribiendo. Un beso para todos y muchas gracias.

27 de diciembre de 2010, 20:39  
Anonymous Ana ha dicho...

Y ya para terminar quiero deciros que tengo un marido también estupendo, padre de mis hijos, y que me encanta leeros, que no os quedéis cortados por la decisión que he tomado, que no tiene que ver con voaotros que sois majísimos y que "Gaizki esanak barkatu eta ondo esanak gogoan hartu"(= "Si he dicho algo mal, perdón, y si he dicho algo bueno, tomadlo en consideración")que ha sido todo un placer y que ¡Viva el blog, el psicoanálisis, vosotros y Viar!

27 de diciembre de 2010, 22:27  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, yo había entendido perfectamente el episodio del sinquerer, y si lo he puesto aquí es precisamente porque, en su claridad, me dejó pensando un huevo de la mente. Uno de los recuerdos que atesoro de la alegre amistad de juventud es haber discutido como cochinos, tan vigorosos y fieros como irresponsables, de todas las cosas de este mundo y de los otros, sin miedo a las palabras, aunque nuestras ideas entonces fueran bastante pobres y esquemáticas. Con los escritos de Viar y los comentarios de todos (tuyos hay muchos) mis hilillos solipsistas crecen en un bufandón de colores y punto de garbanzo gordo, que unas veces me calienta, otras me aprieta el cuello y me da fiebre, y otras, la verdad, agarro el paño y me hago una comba y disfruto también mucho.
Mae es Mae West, la buena madre en que me gustaría convertirme.
Y no te pienso despedir.

28 de diciembre de 2010, 0:02  
Blogger M ha dicho...

!JO! Ana a mi me encanta leerte y no voy a poder hacerlo más…???. Se han quedado las luces del árbol *fijas del susto*. Ana es Navidad, no me apetece nada que no escribas. Jolín! (por no poner más) No sé qué es lo que te pasa pero pienso que es agradable que hablemos sobre lo que pensamos, que nos riamos porque yo me río mucho con los comentarios, pienso lo que decís y se me abren puertas, a veces grandes, otras veces un poco menos, pero así disfrutamos más cuando se abren.
Me gusta mucho divertirme y leerte me divierte como leer a las demás. Además tú das mucho juego. Para mí será una gran pérdida. No sé Ana venga tómatelo como un disfrute y sigue.
Me he reído mogollón con el comentario de Nati cuando dice “agarro el paño y me hago una comba” es genial como mezcla las palabras para hacer unas mezclas tan chocantes. ¿Te has reído con eso?
Das mucha vidilla a este blog que la verdad no es que entre mucha gente, yo entiendo que a veces no es fácil escribir , a mí alguna vez, no sé si te pasa a ti – cuando no entro desde el principio es como cuando era pequeña y me incorporaba al grupo que jugaba a la cuerda, la primera vez para entrar me costaba coger el punto- hablo de cuando se ponían dos chicas una a cada lado de la comba y todas hacíamos fila e íbamos entrando y saliendo saltando- así me pasa a veces aquí que si no estoy desde el principio me cuesta entrar. Pero luego tomo el ritmo de la comba y a mi aire!!, cada una salta como quiere.
Ana cariño!!!

28 de diciembre de 2010, 19:29  
Anonymous Ana ha dicho...

Queridas Nati y M: No sé cómo deciros que no, que he tomado la decisión que creo es la acertada para mi. Sois un encanto y lo que más me gustaría es que ya mismo continuéis escribiendo tantas cosas tan interesantes y de esa manera tan exquisita que tenéis para expresaros. Yo seguiré leyéndoos: asombrándome, riéndome, sonriendo y aprendiendo. Con todo mi cariño, un beso de Ana.

28 de diciembre de 2010, 23:10  
Blogger Ali ha dicho...

siguiendo un poco la idea que creo que quiere darnos Nati,"poder decir", lo que cada uno considere oportuno, está muy bien porque cada uno lleva el bolg por donde quiere y puede, sin que haga falta que exista una completud, un cierre, que prime el hecho de quedar bien ó seguir unas pautas determinadas.
De la misma manera, pienso que Ana ha tomado su decisión en este momento, que cree acertada, y que supongo no será por mucho tiempo, ya que al continuar leyendo, no podrá contener esas ganas de contestar, otra cosa sería, que dejase de leer ó interesarse por el blog. !Animo Ana que te esperaremos!
Tenía ganas de decir un poco, sobre el tema de la buena ó mala madre, y que tantos sentimientos ha suscitado. Pienso que no es cuestión de juzgar si me tocó la buena ó la mala. Creo que pueden existir casos extremos, pero que todo depende de la responsabilidad de cada uno y cómo pueda llevarlo a término(¿bueno
). Creo que ser madre, padre, es muy complicado, y que las circunstancias te van llevando a hacer de una u otra manera, acertada ó no, pero siempre que exista de alguna manera la responsabilidad. Nos creamos culpabilidades ó preguntas sobre cómo, creo que es la tragicomedia de la que nos hablaba Ana, de la lucha con uno mismo.
Yo,estas navidades me siento "como cansada"de ser madre..y tambien de ser hija, intento que la responsabilidad,no me toque en exceso, porque eso también me "negativiza", y me hace vivir más abierta a la angustia que a la calma.
Creo ,que los malentendidos del destino,siempre van a estar presentes y que depende cómo esté uno para llevarlo lo mejor posible.
!Feliz Navidad!

29 de diciembre de 2010, 14:43  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Han un puesto una cosita en Murcia que debería ocupar el lugar que le corresponde en nuestro belén, el más importante, la cunita de pajas. ¿Será una delicada figura de Salzillo? ¡No! Es un falo marmóreo de cuatro metros y medio tallado en resina, obra de Simon Fujiwara, que puede contemplarse en el edificio de Correos de la ciudad del Segura. A ver, no quiero convertir este pesebre psicoanálitico en el escaparate de un sex shop, con Mae West de pastorcilla y otras cosas de taberna que no voy a decir, que se me abren las puertas, ¡es que lo dice Viar que lo dice Freud!
Pues yo, entre todas estas, al pensar en qué es un hijo, al mirar mis recuerdos y los de Viar y M., las escenas de nacimiento de hijos deseados, he entendido qué significan el Falo, el mismísimo Niño Jesús y el Sentido. (No todos desean a sus hijos, como recordaba Ana; y es que el hijo deseado o por lo menos el deseado y planeado es bastante reciente, como el sentirse mala madre, que también lo dice Anaaaa).
Por pescar solo una mosca, para no perderme, lo que he comprendido es que el Falo ha de ser de resina, como el de Murcia, porque se me alcanza todo lo monstruoso que acecha en el hacer de un ser humano un Falo.
Y ya que estamos, a sugerencia de Ali, me pido también un rincón en Belén para Cansados de la Santísima Trinidad (de ser y tener padre, madre, hijo y hasta Espíritu Santo); con banco entre palmeras y cerca de arroyito (con el de Murcia, las vistas al Falo están aseguradas, que digan luego que el tamaño no importa; le colgamos las luces de M. y decimos que es un Faro. A ver si cuela).

29 de diciembre de 2010, 22:25  
Blogger M ha dicho...

Ja,ja, bueno a media Navidad tenemos un buen “bélén” montado, con faro, luces, banco para descansar, pastorcillas…y el falo marmóreo de resina que me han dicho que va a ir de ciudad en ciudad … será que está encantado!!
Para mañana le hecho por encima doces uvas de la suerte y que cada uno y una coja la que más le apetezca. FELIZ AÑO NUEVO ¡ os deseo lo mejor!

31 de diciembre de 2010, 0:07  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

¿Alguien dijo uvas? Aquí van unas dieciocho, pasas con semilla y vino de Proverbios y Cantares, y traigo al señor de la viña, que dice que se llama Antonio y está casi desnudo (me lo voy a llevar a la discoteca del belén, que me coge unas murrias que no puede ser).
Nos deseo mucha felicidad a todos (o más bien bastante, lo justo, un poquito, algo algo por lo menos, casi felicidad, pues entonces un sucedáneo o, si no, igual unos engaños buenos, ¿y mentirijillas pasables?) para el año nuevo y, si fuera posible, darnos cuenta.

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas:
es ojo porque te ve.

Mas busca en tu espejo al otro,
al otro que va contigo.

Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa.
Adivínala.

¿Siglo nuevo? ¿Todavía
llamea la misma fragua?
¿Corre todavía el agua
por el cauce que tenía?

Hoy es siempre todavía.

Como otra vez, mi atención
está del agua cautiva;
pero del agua en la viva
roca de mi corazón.

Nunca traces tu frontera,
ni cuides de tu perfil;
todo eso es cosa de afuera.

En mi soledad
he visto cosas muy claras
que no son verdad.

No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.

Los ojos por que suspiras,
sábelo bien,
los ojos en que te miras
son ojos porque te ven.

Enseña el Cristo: a tu prójimo
amarás como a ti mismo,
mas nunca olvides que es otro.

Dijo otra verdad:
busca el tú que nunca es tuyo
ni puede serlo jamás.

Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía:
también la verdad se inventa.

Con el tú de mi canción
no te aludo compañero:
ese tú soy yo.

Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
despertar.

Concepto mondo y lirondo
suele ser cáscara hueca;
puede ser caldera al rojo.

Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo,
madre, despertar.

¿Cuál es la verdad? ¿El río
que fluye y pasa
donde el barco y el barquero
son también ondas del agua?
¿O este soñar del marino
siempre con ribera y ancla?

31 de diciembre de 2010, 11:47  
Blogger Ali ha dicho...

Sabemos que aunque no pongamos palabras al blog, estamos todos aquí. !feliz año a todos, que nos esperan muchas muchas..entradas más.
beso.

31 de diciembre de 2010, 13:50  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio