domingo, 6 de marzo de 2011

Bolero de Amor



Ustedes lo han mentado: el amor. Primero desengañémonos. Dice Freud que el amor siempre es narcisista, es decir, que uno se ama a sí mismo en el otro. Que todo amor, hasta el más sublime y desinteresado, apunta a la satisfacción de uno mismo, a gozar con el amor. Es así por estructura, si uno no se ama, si no tiene una razonable dosis de narcisismo, no puede vivir. Si uno no se ama, no ama a su propio yo, entonces se odia, no quiere vivir. Es la depresión o melancolía.

Así que todo amor es interesado. Por ejemplo el de los santos y los virtuosos. La caridad es esa versión que hace muy evidente la satisfacción que consigue el alma caritativa. La dicha eterna, ni más ni menos. En la película "Plácido" de Luis García Berlanga, en pleno franquismo, se hace la más aguda crítica del catolicismo que yo he visto. Es una sátira de la caridad. Incluso el refranero español lo dice: "la caridad bien entendida comienza por uno mismo". O sea "lasciate ogni esperanza..." del amor puro, sin contrapartida.

Pero... buscamos el amor. Desde pequeñitos. Incluso llegamos a humanizarnos por que alguien nos quiso, aunque sea en un tiempo muy lejano, donde lo aprendimos. Allí donde operó el amor como metáfora que nos llevó más allá de la satisfacción de nuestras necesidades. Sí, la cosa empezo con la madre. Y entramos en el lenguaje pidiendo hasta concluir que no se trataba solo de eso. Y que hablamos y hablamos sabiendo que nunca se colmará del todo nuestra demanda de amor.

La demanda de amor está más allá de la demanda de cosas, de "algo". Es una demanda al Otro que no colman las cosas dadas. Pedimos pero no queremos que confundan nuestra demanda de amor con la demanda de "algo". Las cosas, los detalles, los regalos, solo valen en tanto signo de amor. Aunque es fundamental la manera, el estilo con que se da. Para que quede claro que no se trata solmente de eso. Valor del detalle. Es pues error imperdonable responder con "algo" a la demanda del propio ser. Que lo que el amor pide es el "aquí estoy" del Otro. Osea, que se trata de no dar nada, pero que me represente. Por eso dice Lacan que "amar es dar lo que no se tiene". Y entre la demanda de la necesdidad (tengo hambre, sed , frío....) y la demanda de amor, es decir entre la demanda de "algo" y la demanda de "nada" emerge el deseo. Entre la necesidad y el amor, y gracias a éste, deseamos.

"Si tu me dices ven
lo dejo todo"

"Espera, aún la nave del olvido no ha partido
No condenemos al naufragio lo vivido"

Sí, lo han adivinado. En mi juventud yo cantaba boleros con guitarra (que quede entre nosotros). Formaba parte de la educación sentimental de mi época. El bolero nos cuenta de lo inalcanzable del amor. Gustan por eso, porque son tristes pero dulces. No se concibe un bolero que cuente una historia edificante. Los enamorados, felices, bailan siempre al son de algún dolor. Lo poético es que evoca lo que habrá sido una pérdida para cubrirla con lo que debió ser un sueño.

Ahí queda. Báilenmelo.

23 comentarios:

Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Viar-sensei, tremendo bolerista.
Es usted literatura pura.

7 de marzo de 2011, 0:01  
Anonymous unamax ha dicho...

yo, estrujandome el celebro para colaborar con unas palabritas sobre (mi) la verdad, y ahora nos vamos de bolero. ¡Bien mucho más animado. El tema era dificil. Yo cogí de nuevo el reverso y leí : La verdad, hermana del goce, y la verda, hermana del goce y casi me vuelvo a santiguar después de tantos años. Quería yo hablar de la verdad en el sentido : ¡Yo soy la verdad!(ultimamente visito muchas iglesias)como discurso único.Jo que bien y que contentas están algunas personas con el discurso de la religión.Hay palabras hasta para hablar de la muerte. A mi me lo dijo un pariente. O se cree o no cree. La verdad con mayuscula a mi da un poco de escalofrio. No solo en las religiones si no que si no haces eso que es lo normal, la verdad, el bien y el mal,pues eso que, no estás, mejor medias verdades ¿no? Un poco de aqui, otro poco de alla... Y si no tengo mucho deseo LA CULPA EL OTRO je, je. Me entantan los boleros
El primer novio que tuve me cantaba:nosotros que nos queremos tanto debemos separarnos, no me preguntentes más, no es falta de cariño...
Oidme... Lo consiguió. Me separé de él. Creo que no se acentúan, "los monosílabos"...
Amor, por favor Miénteme Amor. Por lo de la verdad.Un beso

7 de marzo de 2011, 17:14  
Anonymous unamax ha dicho...

por ciero, el segundo novio, me cantaba "palabras de amor" esa canción tan bonita en francés, era muy tierno, era amable, pero complicado.
El tercero no canta, pero después de haber pasado por el divan y saber un poco, solo un poco de mi verdad, tíene más puntos para quedarse en mi vida. Algunas veces no me hace ninguna gracia... Saber

7 de marzo de 2011, 17:29  
Blogger M ha dicho...

Qué salada unamax!me has hecho reir a gusto! pues mira yo estoy con un poco de blog, un poco preparando trabajo en casa y a la vez...escuchando un fantástico cd que me ha pasado una amiga de la adolescencia de Mina, impresionantemente bien grabado y estaba pensando en el amor, la buena música, las palabras bien escritas (el estilo) el arte, las cosas bien hechas.
Preciosa e interesante entrada Iñaki.

7 de marzo de 2011, 18:08  
Blogger helena ha dicho...

Los boleros me ponen triste. Supongo que porque me los creo. Me creo que el que canta se lo dice de verdad a alguien que conoce. Y si me lo dice a mí, me dan ganas de llorar porque no quiero atormentar a nadie (leasé aquí que estoy haciendo como si me lo creyera).
¿Como es ese destinatario?
Yo dibujo para un destinatario anónimo a quien amo enormemente (no quiere abandonarme, ni irse con otra, ni clavarme puñales, ni tiene que marcharse a la guerra...), pero a quien no conozco.
Si cualquiera de vosotras/os (cualquier persona) desea uno de mis dibujos, el destinatario aparece. Es un momento extraordinario y siempre mágico (y se repite mucho sin perder intensidad). Algunas veces esta magia que hago es tan grande que me quedo turulata. No tengo control sobre ella.
Dibujo cosas que son yo. Pedacitos de yo. Así puedo deshacerlo un poquitín, olvidarme de él, ponerlo en crisis, arrancarme algunos excesos (como espinas y como perlas) mientras los ecos de las formas que manejo entre los dedos, me mantienen cerca de sensaciones placenteras, vivificantes -esto es muy importante.
"Los ecos de las formas..." ¿quizá el estilo?. Me pregunto si el estilo no será la experiencia del hacer, que según como sea toma una u otra forma...

7 de marzo de 2011, 21:38  
Blogger helena ha dicho...

Os pongo aquí un enlace a "Yolanda" pedazo de canción de amor de Pablo Milanes:
http://www.youtube.com/watch?v=X2gBXiz6wdA&feature=related

La letra es esta:

Esto no puede ser no mas que una cancion
Quisiera fuera una declaracion de amor
Romantica sin reparar en formas tales
Que ponga freno a lo que siento ahora a raudales
Te amo
Te amo
Eternamente te amo
Si me faltaras no voy a morirme
Si he de morir quiero que sea contigo
Mi soledad se siente acompaada
Por eso a veces se que necesito
Tu mano
Tu mano
Eternamente tu mano
Cuando te vi sabia que era cierto
Este temor de hallarme descubierto
Tu me desnudas con siete razones
Me abres el pecho siempre que me colmas
De amores
De amores
Eternamente de amores
Si alguna vez me siento derrotado
Renuncio a ver el sol cada maana
Rezando el credo que me has enseado
Miro tu cara y digo en la ventana
Yolanda
Yolanda
Eternamente Yolanda
Yolanda
Eternamente Yolanda
Eternamente Yolanda

7 de marzo de 2011, 21:46  
Blogger M ha dicho...

Muy bonita la canción de Yolanda,siempre me gusta cuando la vuelvo a escuchar.
Lo que decía unamax me ha traido a la mente la diferencia, en mí de los amores en la adolescencia y en la siguiente adolescencia tardia , a los de la madurez. Pedir y pedir.... la luna y nadie se adecuaba mucho tiempo.Y lo fantástico era buscar. Hasta que poco a poco vas poniendo las cosas más en ti que en el otro. Y aprendes que si quieres la luna mejor vas tú a por ella o vais juntos y que no es muy justo además pedirla.

7 de marzo de 2011, 22:51  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Hola, chicas. Yo quiero poner un bolero a la Luna de una china (un poco nerviosa e insatisfecha, vaya por Dios):

Si piensas con fuego, la vida es
un camino que conduce
a esperar para nada. A sus dos
lados se alzan hermosos
edificios, cuyos ojos compuestos
rebosan de canciones alegres
en grandes mansiones y la melancolía
de las pequeñas casas circulares.

Después se hunde hasta el fondo
de una trémula copa de
jade el collar roto del pasado,
dos piezas que deslumbran
con su rojo brillo: julio y marzo.

Si el castillo en que están
guardados mis sueños se prendiera
fuego, me quedaría perpleja
en plena lluvia, contemplando a
un hombre y pensando
con la mayor desvergüenza en otro.
(Hsiung Hung (1940-)

7 de marzo de 2011, 23:48  
Anonymous unamax ha dicho...

muy bonito Elefanta. La canción de Cecilia, "un ramito de violetas" aún me parece mas dura por la insatisfacción de la que habla. ¿La conoceis?. Escucharla. I can´t get not sattisfaccion. Ay mis rolling stones.

Me alegro de haberte hecho reir , M
Muy bonita entrada Iñaki.
Hablando del amor : El discurso sobre el amor de Plantón. Un beso

8 de marzo de 2011, 9:02  
Blogger helena ha dicho...

Entre canción y canción, sigo preguntándome sobre el amor en el hacer, al dibujar.
Sabiendo que la causa y el destino de ese amor se encuentra en las inmediaciones de mi fabulosa mata de narcisismo. Necesito a ese otro que aparece, para reconocer ese amor, para que el circuito simbólico se cumpla. En ese vaivén recibo una ganancia extra, que no sé lo que es. Y siento a veces, muchas, muchas veces, que para que esto ocurra y ese otro asome, he de podar mi mata narcisista generosamente. O algo así. La podo precisamente con la fuerza que ella misma me confiere.
Escribo y escribo sobre amar al dibujar y se me hace tan largo y tan complicado que todavía no me cabe en un párrafo. Supongo que cualquier creación, tiene de don, de regalo, de invención en las inmediaciones de la imposibilidad. Me pregunto si “doy lo que no tengo” cada vez que hago un dibujo… (Una creación no es solo una creación artística –cuadro, poema, sinfonía…-. Puede ser casi cualquier cosa, incluida la luna…)
Hablar de amor. Hablar el amor, poner al amor a hablar…

8 de marzo de 2011, 14:29  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ahora me doy cuenta de por qué estoy tan revirada: la culpa es de M. (¡MMMMM.!, ¡que difícil es llamarte a todo gritar sin vocaleees!), ¡que has puesto un tango! Y yo, definitivamente, soy más de tango que de bolero, más de arrabal que de ensanche, más negra que blanca, más acíbar que miel, hiel que almíbar y mucha más pena que gloria.
(Por sierto, Unamax, a mí Platón ni me lo mentés; que en ehta orisha del Río de la Plata somoh completamente de Arihtóteleh, y no perdonamoh partido, ché).
Una vez leí un libro que busqué con tesón y pude luego comprar con cierto misterio, recuerdo el momento definitivo de pagarlo. Iba acercándome a la caja, vigilando discretamente mis cuatro costados y solicité la cuenta cabizbaja y musitando, como si llevara un paquetón de condones de los de hace treinta años ("Pero no es lo que se imagina, eh"). Es que servidora portaba un estiletito de veinte centímetros clavado en la pupila y me daba mucho apuro que la gente lo notara. (Ese cuchillo me pertenecía, claro, era el de la liga; no sé cómo pudo terminar en mi propio globo ocular).
El libro que digo es uno del tal Ovidio, que, entre otros, escribió un inolvidable recetario en versos latinos, los "Remedia amoris" o instrucciones para el mal de amores. La primera observación es definitiva: "Lo mejor es no enamorarse" (que el amor no tiene cura, observa un poquito después).
Todo un diagnóstico con pronóstico, así luego una ya sabe lo que puede esperar y también lo que le espera. (A este lado del Río de la Plata).

8 de marzo de 2011, 19:01  
Blogger helena ha dicho...

Creo que el milagro del bolero – del tango, de la tragedia amorosa hecha poema- es la posibilidad que la poesía ofrece de hacer algo con el desamor y poder hablar de ello de otra forma (esa frase estupenda de Iñaki: “Lo poético es que evoca lo que habrá sido una pérdida para cubrirla con lo que debió ser un sueño”- que describe un caso poético).
El poema de Miguel Hernández: “La nana de la cebolla” es otro poemazo de amor. O el “Gernika” de Picasso: ¿no es eso también una obra amorosa? Es un ejercício de amor el que hizo Imre Kertez al escribir… ¿Cómo era su destinatario?
Además de las matas narcisistas, los reflejos, las satisfacciones, las tragedias del desamor y sus imposibilidades, las confusiones entre amor y pasión y necesidad y demanda, los enamoramientos, enredos y catástrofes… ¿amorosas o desamorosas? ¿Cuántos poemas hablan de amor?

Dice Mario Benedetti:

El Amor Es Un Centro

Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo/ cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos
y mucho más/ es una isla
una borrasca/ un lago quieto
sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.

8 de marzo de 2011, 20:34  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Helena, a mí también me interesa mucho el destinatario imaginario, ese Señor (mmm, ¿que vivía en la casa de Gila?). Porque me recuerda también un poco al cuento del Maestro que puso M. hace unas entradas ("El tiempo") y lo que allí hablamos, y enlaza con cosas mías profundas y con el hecho incontestable de la naturaleza dialógica del lenguaje (hasta el soliloquio finge un destinatario interior). Y como citas a Imre Kertesz, he recordado otro libro que leí una vez, "El hombre en busca de sentido" de Viktor Frankl, supervivente de los campos de concentración nazis, que fue capaz de salir de ellos anímicamente vivo gracias a un diálogo interior, con su amada (su recién casada) primero y con la Transcendencia finalmente. Emigrado luego a los EEUU se convirtió en una especie de psicoanalista a lo religioso (¿ein? Mucho me temo que esto es una contradicción en los términos, pero igual no entendí del todo).
Por hablar de Platón, he recordado también que reclamaba que expulsaran a los poetas de la Ciudad, ralea de embusteros y fingidores, pues nada hay más contrario a la verdad del filósofo que sus obras. Hace unos veranos leí un artículo del filósofo esloveno (así firmaba) Slavoj Zizek sobre Karadzic, la poesía y la destrucción ("El complejo poético-militar", El País el 7 de agosto de 2008), que recorté porque me dejó muy flipada. Comienza contando que Radovan Karadzic, psiquiatra de profesión (otro psiquiatraaaaa; que no es por señalaaar) y jefe político y militar implacable, fue también un poeta. Según el articulista, no debemos despreciar su poesía ni considerarla ridícula, porque da la clave para entender cómo funciona el odio entre hermanos y la masacre. Algunos versos de Karadzic: "Convertíos a mi nueva fe, muchedumbre. / Os ofrezco lo que nadie ha ofrecido antes. / Os ofrezco inclemencia y vino. / El que no tenga pan se alimentará con la luz de mi sol. / Pueblo, nada está prohibido en mi fe. / Se ama y se bebe. / Y se mira al Sol todo lo que uno quiera. / Y este dios no os prohíbe nada. / Oh, obedeced mi llamada, hermanos, pueblo, muchedumbre".
Zizek ve en los versos "el llamamiento obsceno y brutal a suspender todas las prohibiciones y disfrutar de una orgía permanentemente destructiva". Resumiendo completa y, tal vez, infielmente el contenido del texto, el autor rescata el sensato consejo de su colega Platón (arrojar a los poetas de la urbe), pues está claro que "los peligrosos sueños de los poetas prepararon el camino para la limpieza étnica".
La lectura del artículo me provocó un asustadísimo ahivadiós que aún me dura, por la dura advertencia: Cuidado con la Chica, está cargada (de futuro, decía uno de Hernani); y también mucha perplejidad: ¿No será demasiada fe a la par que inquina por la Chica? Y también me di cuenta de que no hay que tomar vino, solo agua aunque lleve cloro.
Bueno, y no me he ido del tema (ya, sí, es lo que quería), porque entre las prescripciones de Don Ovidio para el broken heart también está evitar la poesía, la música y el teatro: si uno está malito, ni un vasito.

8 de marzo de 2011, 23:03  
Blogger helena ha dicho...

Si. Es muy inquietante. También Hitler pintaba. Quiso ser artista e intentó matricularse en la Academia de Bellas Arte de Viena. Le echaron por "malo". ¡Cuanta razón tuvieron! Me pregunto qué hubiera pasado si le hubieran admitido. Quizá su "maldad" se hubiese repartido, resultando menos dañina. No lo sabremos.
Los versos de Karadzic parecen mas propaganda que poesía. No conozco su obra, ni me interesa. El de Hernani maldecía también cierta poesía.Hay mucha mala poesía, mucha mala pintura y mucho mal. Igualmente hay muchos psicoanalistas locos, crueles e incluso: asesinos, como bien recogen los tebeos. ¿"Muchos"?. También hay maestros pederastas, enfermeras sádicas... ¿Qué le restan estos casos a la enfermería, a la enseñanza, a la psiquiatría?
Idealizo el arte, la poesía, claro que sí. Y mucho. Si hay un lugar donde construir todo tipo de ideal(-ideales, identificaciones...y todo tipo de operaciones simbólicas) es en este dominio (tú misma has puesto un ejemplo muy bueno con la no-poesía de Karadzic).
Es muy interesante esto que dices sobre la naturaleza dialógica del lenguaje y cómo ese "destinatario" puede generarse en diálogos interiores. Pero no todo es lenguaje. Y en mi opinión, el arte participa mucho de ese "no todo".
Anoche, al calor de otro cuerpo, después de estos días a vueltas con el amor, el arte... entendí que hay algo relacionado con un empuje hacia el vínculo, que se transmite sin lenguaje. Quizá sea algo mamífero, en el cuerpo a cuerpo, algo real que el cuerpo "entiende". Creo que esa transmisión (no comunicativa, que no está en el lenguaje) es la que empuja en el arte, desde lugares anteriores -por decirlo de alguna manera. Y si nuestra forma de lenguajear y de pensar está estructurada sobre metáforas de experiencias corporales completas, no es un disparate considerar la posibilidad de que la poesía, el arte, nazcan del cuerpo a cuerpo y apunten directamente al cuerpo a cuerpo... porque el amor también. Cuando hablo de amor me refiero a un vínculo básico e imprescindible, de cuidado, empatía, mutualidad... Creo que el "destinatario" es en parte una creación elaborada en registros simbólicos e imaginarios (ideal del Yo, Yo ideal... y sus conversaciones),si, y también hay algo Real en lo que estamos sumergidos al noventa y nueve por cien y que: o bien no queremos considerar, o no podemos considerar, se nos escapa... En este sentido, aportaciones y nuevas hipotesis de la antropología, la etología, las neurociencias, la historia del arte, la etología... son muy interesantes. Interesantes para observar la originalidad del amor, en la mayor cantidad de versiones y facetas. Por amor.

9 de marzo de 2011, 9:45  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

No todo es lenguaje y sé que la felicidad estará siempre al otro lado del lenguaje: lo no codificado, el alimento de la creación y también su imposible. (Sospecho que en ese mismo lugar vive el dolor, pero ahora no me da la gana). Además, Helena, creo que el elemento de animalidad fundamental que retratas es verdaderamente la sustancia de la dicha. Cuando la piensas y la llamas aparece en la memoria de todo el cuerpo como destellos de plenitud física y placer, comer patatas fritas y beber cerveza, morirme de risa cuando me muerden el cogote. Imaginando que puedo rebuscar en la no lengua básica llego enseguida a los recuerdos infantiles más viejos, repletos de imágenes de todos los sentidos, no narrativos, con agudeza de emociones que parecen primitivas, sin testigos, no pueden habernos sido contadas, tiene que ser esta la tierra no hollada por las sílabas. Me veo robando una barra de pan para sentarme con las piernas colgando entre los balaústres de un balcón de madera, pero siento mi determinación e incluso el deseo y la anticipación del placer de comer pan mientras balanceo los pies y dejo caer una bota, y reconozco en eso secuencia y sintaxis. Luego me veo mirando por los cristales de la misma casa vieja una noche de nieve iluminada y puedo recuperar toda la extrañeza de la soledad y el sigilo de la deshora, la nevada brillando como una lumbre oscura entre tizones, sobre el camino y la carpintería de Ismael. También me doy cuenta de que cada cosa se dibuja solo a condición de aceptar en mí una malla lingüística que la atrapa, que posiblemente ya estaba entonces muy completa, y que aunque no tenía aún todas las palabras contaba con sus formas. He leído en alguna parte que nuestros primeros recuerdos surgen solo tras la adquisición de una lengua, así que no pueden ser más antiguos que sus balbuceos. La evocación del olor del calor de la madre dura apenas un instante desnudo antes de multiplicarse y engordar con las voces de los recordados y las palabras de los sentimientos, esos que son educados con boleros (y con los Rollings, Mina y Pablo Milanés, y ponemos también unas cuantas óperas para Ana). Las sensaciones presentes de felicidad afásica pueden ser muy intensas, pero de una fugacidad que roza la inexistencia. Al final, creo que no sé cómo es ser sin palabras, no sé cómo era ser un embrión, carecer de manos, mover la colita. "Estamos hechos de palabras" (Octavio Paz), las que tenemos y, sobre todo, todas las que nos faltan.

11 de marzo de 2011, 21:47  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Menudo sábado de primavera, alegría colectiva y murgas, que no saben (y a ver si va a ser que tampoco les importa, uys) que aquí sigo yo acorralada por lo inefable en mi condición de "ser hablante exiliado necesariamente del goce natural" (Viar, "Verdad y ficción"). Hay una escultura en el Museo de Bellas Artes de Bilbao que visito religiosamente (me acerco despacio, me detengo a distancia, miro, cierro los ojos, me santiguo), "El grito" de Lipchitz (1928-29). Es una mole de doloroso movimiento lacaniano, que podría ser el alarido de un animal escapando por una gran boca entreabirta, cuyas mandíbulas son en realidad las cabezas de los amantes que se separan del dificilísimo nudo de los cuerpos. Y al recordarla hoy se le han adherido mágicamente las palabras de Viar sobre "el límite de la relación con el Otro" ("límite que encuentra el sujeto constituido por la imposibilidad de inscribir en el inconsciente la relación sexual". Viar, Verdad y ficción).
He buscado la imagen en internet y la he hallado en el reportaje de una exposición que se hizo en Ávila en 2008 (se puede encontrar poniendo en gugle-imágenes "El grito Lipchitz Ávila"), aunque la de Ávila tiene que ser otro ejemplar, porque la de Bilbao no es de bronce sino de cierta piedra (o yo no la recuerdo así, ¿será reminiscencia de cierta edad y mi cueva de Churdínaga?). Lo mejor del asunto es que esa exposición es sobre la mística, y para mi coleto de mí, peregrina al Lipchitz de Bilbao, rezaba a la escultura que digo muchos versos de San Juan, a sabiendas de que no pegan nada. Hay en todo esto un encaje descuajeringado que me llena de mudez y de temor y reconocimiento.

12 de marzo de 2011, 21:35  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Amor es una palabra muy pesada, densa, lenta y borrosa, la enorme masa de roca y maleza en la entrada de la gruta, ¿no es Amor lo que tapa todas las faltas? (¿está bien dicho y / o pensado?). No me sirve para entender.
Con la frase "Así que todo amor es interesado", atascada como un pelo en la garganta, he decidido hacer un sedal. Y he pescado que si todo amor es interesado, también podemos llamarle interés: "Que todo interés, hasta el más sublime y desinteresado, apunta a la satisfacción de uno mismo, a gozar con el interés" (alterando un poco a Viar). O sea, que para averiguar la receta del insensato pastelamen, y sabiendo que cada tipo y manifestación de la cosa lo que contiene seguro es harina, hablaremos de harina y no erraremos. Son interés el trabajo y las horas que dedicamos a las cosas, y sufrimos por la discordancia entre la proporción real de nuestro interés aplicado y el interés teórico que sentimos o creemos sentir. O nos equivocamos cuando declaramos interés por cosas y seres que en realidad no ocupan nuestro espacio-tiempo: "Mucho te quiero perrito, pero pan poquito".
Añádase aquello de "Por el interés te quiero, Andrés" (con los refranes ha empezado Viar, eh), que expresa una muy desfavorable valoración social, todos echamos mano de ella alguna vez. ¿Y por qué? Tal vez aquí, como en el problema con la acepción 'lucro obtenido', la clave sea la falta de transparencia en el trato hecho, que no se sepa qué espera cada uno como ganancia en el interés que pone en el otro, que ni siquiera se sepa que tal trato existe. Y súmese "Por la caridad entró la peste", enfermedad que no constaba en el contrato de alguna de las partes.
Qué feo lo del contrato, es solo una forma de llamar a eso que más implícita que explícitamente esperamos a cambio de lo que damos, y menudo problema cuando las copias guardadas del acuerdo son tan disjuntas como una factura del gas y un jeroglífico egipcio.
(Yo ya sé que soy pesada, por algo no me he puesto Colibrí de Guerra).

13 de marzo de 2011, 14:39  
Anonymous unamax ha dicho...

Pienso que todas las personas tendremos nuestros argumentos, según nuestras convicciones para hablar del amor. Iñaki nos habla del bolero, para otras personas el amor puede ser trabajar en una ONG.Para otros el amor de madre. y tantos... . y como soy refranera pues:El amor, es ciego. Y, el amor y el odio son las dos caras de la misma moneda.
El diccionario define el amor como Sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que se juzga su bien, a procurar que ese deseo se cumpla y a gozar como bien propio el hecho de saberlo cumplido.Uniendo a esta palabra de, indicamos el objeto a que se refiere: como Amor de Dios, de los hijos, de la gloria, o de la persona que lo siente: como Amor de padre.

sin embargo del verbo amar dice: Tener amor a alguien o algo. Desear.
Amante: de amar. Que ama.
Claro que es interesado el amor, amamos para que nos amen. Además siempre estamos intentando hacer del dos uno.Entre medio las quejas imaginarias del no me da, no me baja la basura, renuncio a.. me quiere o no. Me hace sufrir etc.
Que verdad es que el amor hace sufrir, pero que también nos mantiene vivos a ratos para esa vieja aspiración de la felicidad.

Hemos leído en la filosofia y en la literatura muchos discursos acerca del amor. el amor romántico, el cortes,el cristiano,el místico.
A mí me gustan como escriben los poetas acerca del amor. Las palabras de Helena me hacen dudar de si escribir, pintar, dibujar en fín el arte en general (es que la palabra creación se me hace grande) es una forma de amor o es sublimar la pasión."The passion play game"
Hasta la próxima.Un beso

14 de marzo de 2011, 11:32  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Oh, el Amor! ¡Qué bonito!¡Qué a gusto he escuchado, cantado y bailado todas vuestras músicas! Y también he recordado otras, como por ejemplo, “Reloj, no marques las horas” de los Panchos o la de “Sobreviviré” de Mina, (que después la cantó Mónica Naranjo) o, hablando de pedir la luna, “Yo no te pido” de Pablo Milanés ¡Qué bonitas!
Iñaki Viar, de nuevo me he creído que te he entendido todo, así que estoy contenta: yo creo que cuando haces psicoanálisis comprendes en tu propia carne todo lo que dices sobre que el amor es narcisista y que amar es dar lo que no se tiene.
Me ha gustado mucho lo que dices :”lo poético es que evoca lo que habrá sido una pérdida para cubrirla con lo que debió ser un sueño” ¡Qué bonito! Me recuerda a lo que
“toda la vida es sueño, y los sueños sueños son”.
No creo que lo que dices es que no exista el amor, el amor verdadero: en mi opinión lo que dices es que no existe el amor puro, sublime, desinteresado y sin ninguna contrapartida, pero que existe el amor verdadero y que ese amor es narcisista y que de él surge el deseo, entre la demanda de algo y de nada. Si es eso lo que has dicho, pues totalmente de acuerdo.
Unamax: he terminado de leer “El reverso” y he entendido muy poco, pero lo que he entendido me ha gustado mucho. Platón: el libro sobre el amor que mencionas a mí me gustó mucho: yo leí algunos artículos de psicoanalistas lacanianos que comentan este libro de Platón y me parece muy interesante lo que escriben sobre él: lo de la completud, lo de el erastés y el erómenos, agalma, Arístides, Agatón, Sócrates, Objeto del deseo, El amor como hijo de la sabiduría y de la ignorancia, Aquiles es eromenos pero cuando muere su amigo Patroclo pasa a ser erastés, sujeto del amor, objeto del amor… Elefante de guerra nos dice que Platón quería expulsar a los poetas de la ciudad: creo que también pensaba que los filósofos eran los que debían gobernar y en el mismo libro que menciona Unamax, en el Fedro, dice algo así como que en la primera categoría de las almas están los filósofos y los poetas líricos y épicos (por lo visto son los poetas imitadores o dramáticos o algo así los que no gustaban a Platón): en el libro X de “La República o El Estado” dice que tuvo “cierta delicadeza y cierto respeto que desde mi juventud ha tenido (mi lengua) a Homero, porque éste es el maestro y el jefe de todos estos bellos poetas trágicos;”
Ovidio también escribió “Ars amandi” (El arte de amar) y, claro, si en los “Remedia amoris” dice que no hay que frecuentar ni la poesía, ni la música ni el teatro para no perseverar en el dolor del desamor, pues en este otro libro dice que para seducir a una mujer es conveniente frecuentar los teatros y enviarle tiernos versos; y también dice que para seducir a un hombre conviene a las mujeres estar cultivadas en el canto, en tocar un instrumento musical, en conocer a los poetas y en el baile.
(Continúo en el siguiente comentario)

14 de marzo de 2011, 18:03  
Anonymous Ana ha dicho...

(Continuación del comentario anterior)
A mí me gusta el amor que canta Rossini en su ópera “ El Viaje a Reims” por medio de un sexteto (Cuatro hombres y dos mujeres) .-yo creo que es ese amor que sentimos todos-: (bueno, no lo sé, pero a mí me fascina esta música: me gusta casi todo tipo de música, pero en la ópera encontramos los tres elementos de música, poesía y teatro, los tres juntos)

CONTE DI LIBENSKOF indi DON ALVARO
Non pavento alcun periglio…
D´ira avvampa in seno il core;
E il tremendo mío furore
No, non posso più frenar.
DON PROFONDO indi BARONE DI TROMBONOR
(Bella cosa è in ver l`amore!
Ci fa perdere il cervello,
L´uom più savio un bambinello
Suole a un tratto diventar.)
MADAME CORTESE indi MARCHESA MELIBEA
Qual dispetto! Qual furore!
D´ira avvampa il fero ciglio…
Un si barbaro periglio
Mi fa l´alma palpitar.

(“Il viaggio a Reims”, Rossini)

Elefante de Guerra: de pesada, nada guapa, que te veo un poco desanimada: tú siempre has estado al pie del cañón haciéndonos pensar, deleitándonos y haciéndonos reir… me estoy acordando de unos chistes de tu querido señor Gila con el querido teléfono descacharrado del que sueles hablar:
- Oiga, ¿Es el 121212?
- No señor, se ha confundido, es el 212121.
- Es igual, yo soy zurdo…
Y este otro:
- Oiga, ¿Conferencias?
- Sí, ¿Qué número quiere?
- A ver, ¿Qué números tiene?

14 de marzo de 2011, 18:04  
Anonymous Ana ha dicho...

Bueno, a lo mejor no tenía que haber acabado con chistes. Además quería comentar lo que dices, Iñaki, sobre que la demanda de amor no es de "algo" sino de el "aquí estoy" del Otro, ese aquí estoy que puede responder perfectamente a "Si tú me dices ven, lo dejo todo" momentáneamente y estoy aquí, contigo. Ese sí que creo que es el amor verdadero, entre parejas, entre amigos, o padres o hijos... por supuesto que el que abusa de tanto decir "ven" entonces el otro no sólo no dejará todo, sino que tampoco irá junto a él. Lo que quiero decir es que yo sí que creo que hay amor verdadero si verdaderamente das lo que no tienes a quien no es.¡Ah! y sobre lo que dices de la religión y de la época franquista, pues estoy totalmente de acuerdo porque me acuerdo muy bien.
Y para terminar contaré yo también un secreto: que en mi juventud yo también participaba de esa educación sentimental que estaba en boga en aquella época y también acompañaba con la guitarra canciones de moda (especialmente de Joan Baez, Silvie Bartan o como se escriba, La casa del sol naciente, Las nieves del Kilimanjaro y muchas más...): era muy frecuente encontrar a grupos de adolescentes cantando con caras lánguidas y suspiros melancólicos alrededor de una guitarra.Buenas noches a todos, un beso y hasta otra.

14 de marzo de 2011, 23:33  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

¡Odiseanaa, has vuelto!
Me he dado cuenta porque te he oído cantar desde la calle, es que se te oye en todo el portal y había una fila de caballeros procesionarios, que digo yo que llegaban un poco sonámbulos atraídos por los sones, las letras y el despliegue. Hija, y qué de música sabes. A mí también me gusta pero tontamente, sin verdadera afición, sin amor del bueno, verdadero amor, lo has explicado muy bien. El otro día te iba a decir que me gusta mucho Haendel, porque era la segunda vez que lo mencionabas; estuve oyendo la Música Acuática hace un tiempo durante dos meses seguidos con toditos sus días, y luego alguien distrajo o mismamente destruyó ese disco, no sé por qué, que como tú bien dices yo no soy casi pesada.
Es que a mí el tema me tiene tumbada. Que todos le afectan a una pero este parece comprometerla, como en un plato de huevos con jamón: esa gallina se siente muy afectada en lo suyo pero el cerdo contempla la escena verdaderamente comprometido. Pues eso. Que soy la mejor ingeniera de la sucursal de la Nasa (sí, ¿qué pasa?) de mi barrio, que mis vecinas me preguntan admiradas qué echo a la colada para dejarla tan limpia y cuando salgo a correr, con el chándal nuevo recién planchado (y mis mejores tacones), viandantes y automovilistas me vitorean al ritmo de las olímpicas zancadas. Pero en esta tontería del amor a mis semejantes y a mis diferentes, ya ves qué cosa, llegada a mi edad tal vez desgraciadamente más que mediana, todo parece verdad. De esa verdadera de esa "que solo se atrapa a través de mentiras y fracasos" que canta el señor Malengreau, dice Viar.
Qué lata.


(¿Y qué números tenía?, no lo ha dicho).

(Hay un cirujano, está sentado al aire libre y cose la barriga de un paciente que tiene posado en las rodillas. Comenta a un señor que pasa:
⎯ Como hacía una tarde tan hermosa, he salido a coser al sol).

15 de marzo de 2011, 0:13  
Anonymous Ana ha dicho...

He estado reflexionando sobre tu último comentario, Elefante de Guerra, y me he quedado como sin palabras, porque yo también pienso que a lo verdadero de cada uno llegamos con mentiras y fracasos y también con otra cosa que no has mencionado: con el dolor. Es muy triste, la verdad.¡Y vaya pitorreo te has traído con la música de Rossini que he citado, y me imagino que unido con lo de Ovidio! La verdad es que me he reído con todos esos caballeros que mencionabas. La Música Acuática también me gusta a mí mucho.
Yo en estos momentos (como en otras ocasiones), tengo como la sensación de fracaso y no sé por qué. ¿Será porque me he colgado el sanbenito de la sinceridad y me he pasado con tanta sinceridad que suena a falsedad? Yo no sé si os pasa a vosotras algo parecido pero a mí me ocurre que si no cuento algo estoy como traicionando y si lo cuento también (Recuerdo que Elefante de Guerra dijo en una ocasión algo de esto). Al final va a tener razón Unamax y Lacan sobre que lo único válido es la poesía…. En fin, yo asumo lo hecho, lo escrito,incluso lo que parezca ridículo - que no lo es, ¡de ninguna manera!-, asumo mis propias limitaciones.¡Vamos! Que me encuentro superlimitada para contestarte, Elefante de Guerra: será que he llegado a un punto en el que no me puedo imaginar vuestros por qués , el por qué decís una cosa u otra, qué es lo que queréis decir, o los por qués de los silencios.

16 de marzo de 2011, 16:15  

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