miércoles, 16 de marzo de 2011

Efracción traumática

Lloro en medio de la destrucción
Foto de ASAHI SHIMBUN (REUTERS) 14-03-2011


Con una definición clínica parece más posible acercarnos a lo ocurrido en Japón. Porque su efecto ha sido una fractura violenta en la subjetividad del mundo. Por supuesto para los japoneses en primer término. Pero todos estamos concernidos. No solamente por la compasión humana sino, también, porque ¿nos podrá tocar a nosotros algo parecido?
Lo traumático acaece cuando un acontecimiento, generalmente imprevisto, supone una intensidad emocional que desborda el lenguaje, nos deja sin palabras, o repitiendo solo los mismos dichos. Que no podemos reabsorber el impacto en nuestro ser a través de un decir que nos calme. Hablar de algo es comenzar a tratarlo. Por esa vía se irá drenando el exceso que nos angustia o nos entristece.

Un traumatismo, como el tsunami, nos rompe el mecanismo de "refrigeración" que impide que se "recaliente" nuestro espíritu, como las centrales nucleares. Y éstas comienzan, entonces, a reventarse. Metáfora limitada de los efectos que la ciencia induce hoy en nuestras sociedades.

¡Ah! siempre olvidamos que somos pobres seres a merced de las contigencias. Caprichosas e imprevisibles como los dioses. Lo que todos las ideologías tratan de cubrir es eso: la fragilidad humana frente a Zeus y demás. Y lo contaba ya Homero unos ocho siglos antes de Cristo.

Me ha impresionado el silencio de los japoneses. Cultura quizá más sabia que la nuestra, que no se olvida de que estamos aquí de casualidad y de paso. Que no se cree que su "yo" es el centro del universo. Sociedad que domina el arte de la contención, de la espera, de los silencios. Para encontrar el momento oportuno para intervenir, o para morir discretamente. Gente que responde con actos cuando las palabras no bastan.

Mi admiración y mi reconocimiento está con ese pueblo. Como dijo Borges de Macedonio Fernández: "No plagiarlo hubiera sido imperdonable".

116 comentarios:

Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Viar-sensei:
Hay algo al final de su escrito que me desconcierta: no creo en Dios, y tampoco puedo creer en la japonesidad.

Haiku (con estrambote) de los manzanales de Churdínaga:

Saben la muerte y
rastrillan en silencio.
Quebradas viejas
de ojos rasgados
en los archipiélagos,
son las islas tan solas.

17 de marzo de 2011, 12:40  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ya que cita a Borges, he recordado "El inmortal" (El Aleph, 1949), que muestra todo lo que el sentido de la vida debe al reconocimiento de la posibilidad de la muerte, directa y oblicuamente. Fukushima en los corazones.

17 de marzo de 2011, 13:07  
Anonymous Ana ha dicho...

Es tremendo. A mí lo único que se me ocurre escribir es decir que yo sí creo en los dioses, en los dioses griegos y latinos, en esos que nos sirven para velar nuestro miedo y terror y copiar un fragmento de la Ilíada de Homero:

“Y el Cronida , contento de que hubieran obedecido con tanta presteza las órdenes de Hera, dirigiéndose primero a Iris, le dijo estas aladas palabras:
- ¡Ve, rápida Iris! Háblale a Poseidón soberano y sé una mensajera fiel. Dile que se aleje del combate y se vaya a la morada de los dioses o al divino mar. Y si pretendiera desobedecer mis órdenes, que antes reflexione bien, porque, a pesar de su vigor, ya que mis fuerzas sobrepasan a las suyas y soy su hermano mayor. Que evite, pues, creerse el igual de aquel a quien temen todos los dioses.
Habló así. Y la rápida Iris, la de los pies veloces, descendió del monte Ida a la sagrada Ilión, tan presuroso como cae de las nubes la nieve o el granizo al soplo del Bóreas, y deteniéndose junto al ilustre Poseidón, que estremece la tierra, le dijo:
-Vengo, señor de la tierra, dios de cerúlea cabellera, a traerte un mensaje de Zeus, que lleva la égida. Te ordena que te alejes del combate y que vayas a la morada de los dioses o al divino mar. Si pretendieras desobedecer sus órdenes, reflexiona bien antes, porque, a pesar de tu vigor, no te será posible resistir cuando te ataque, ya que sus fuerzas sobrepasan a las tuyas y es tu hermano mayor.
Y el que estremece la tierra, lleno de indignación, le respondió:
- Ostenta, es verdad, el poder, pero su lenguaje respira soberbia. Ahora pretende reducirme a la fuerza, a mí, que soy su igual. Tres hermanos somos, hijos de Rea y de Cronos: Zeus, yo y Hades, que reina en los infiernos.Para que cada cual reinase en una parte, el Univerrso fue dividido en tres, y a mí me tocó en suerte habitar en el espumoso y agitado mar; correspondiéndoles a Hades las sombrías tinieblas, y a Zeus, el amplio Urano en medio de las nubes y del éter; pero la Tierra y el alto Olimpo son de todos. No quiero, por esto acatar la voluntad de Zeus, […]”

(“Ilíada”, Canto XIV, Homero)

Que los dioses dejen en paz a Japón.

(Fabuloso el haijin de los manzanales de Churdínaga)

17 de marzo de 2011, 20:40  
Anonymous Ana ha dicho...

He leído (en Google) el texto de Borges "El inmortal" que menciona Elefante de Guerra y me parece muy interesante. Os copio un párrafo:
"Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal. He notado que, pese a las religiones, esa convicción es rarísima. Israelitas, cristianos y musulmanes profesan la inmortalidad, pero la veneración que tributan al primer siglo prueba que sólo creen en él, ya que destinan todos los demás, en número infinito, a premiarlo o a castigarlo.
Más razonable me parece la rueda de ciertas religiones del Indostán; en esa rueda, que no tiene principio ni fin, cada vida es efecto de la anterior y engendra la siguiente, pero ninguna determina el conjunto... Adoctrinada por un ejercicio de siglos, la república de hombres inmortales había logrado la perfección de la tolerancia y casi del desdén. Sabía que en un plazo infinito le ocurren a todo hombre todas las cosas. Por sus pasadas o futuras virtudes, todo hombre es acreedor a toda bondad, pero también a toda traición, por sus infamias del pasado o del porvenir. Así como en los juegos de azar las cifras pares y las cifras impares tienden al equilibrio, así también se anulan y se corrigen el ingenio y la estolidez, y acaso el rústicvo "Poema del Cid" es el contrapeso exigeido por un solo epíteto de las Églogas o por una sentencia de Heráclito. El pensamiento más fugaz obedece a un dibujo invisible y puede coronar, o inaugurar, una forma secreta. Sé qde quienes obraban el mal para que en los siglos futuros resultara el bien, o hubiera resultado en los ya pretéritos... Encarados así, todos nuestros actos son justos, pero también son indiferentes. No hay méritos morales o intelectuales. homero compuso la "Odisea"; postulado un plazo infinito, con infinitas circunstancias y cambios, lo imposible es no componer, siquiera era una vez, la "Odisea". Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos los hombres[...]"
Buenas noches y besos.

17 de marzo de 2011, 23:16  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

"Hijos de Rea y de Cronos" ha flotado un instante en mi mente como si todos lo fuéramos. Pero esos dioses serían unos hermanos imposibles y creo que las catástrofes te ponen delante mismo del abismo que separa nuestra vida de la naturaleza, de lo natural; que cualquier utopía de comunión primitiva se demuestra monstruosa. Y también te estrellan el espejismo del control.
Ay, Ana, qué susto con el párrafo de "El inmortal". Y sí, yo creo que está condensado en una de las frases: la inmortalidad sería la indiferencia. (Ana, ese señor Benito que llevas en la espalda, con ceridad o sin ella, no solo es un santo sino también un tío muy guapo).

17 de marzo de 2011, 23:56  
Anonymous Ana ha dicho...

(Elefante de Guerra: ayer contesté a tu último comentario y justo Iñaki cambió de tema: no sé si lo has leído pero sí quisiera decirte que quizás mi comentario fue un poco desafortunado en el sentido de que te dije que no sabía qué contestarte, y sin embargo no paraba de hablar y de decirte cosas, cosas como sin sentido, tonterías... Pero sí hubo algo que quise decirlo con todas mis fuerzas y es que la verdad, o el acento de verdad lo conseguimos a base de ficciones (prefiero utilizar esa palabra que no la palabra mentira,) a base de fracasos y sobretodo, y es lo que quería subrayar, a base de dolor. Y que yo en todo esto que he mencionado me siento superparecida a tí. ¡Ah! y también te quería dar las gracias por haberme recibido con tanta alegría y cariño después de mi estancia por ahi, y que además he visto que te acordabas de mí y me mencionabas... Por todo ello, gracias, guapetona de Churdinaga (algún día no muy lejano te quedarás sorprendida de algo que te cuente)

Han dicho en la televisión que hay buenas noticias respecto a lo de Jaspón, porque los vientos son favorables y porque parece que los técnicos-héroes pueden arreglar los desperfectos.
Que también los dioses y héroes tecnológicos consigan un final lo mejor posible, lo menos doloroso para los japoneses.

18 de marzo de 2011, 0:04  
Anonymous Ana ha dicho...

Resulta que cuando he metido mi comentario había otro tuyo, y yo sin enterarme, ¡Qué lío! vuelvo a leerte:Pero bueno, ¿Otra vez me hablas de tíos guapos, porque me imagino que los caballeros de ayer serían también guapos,no? Qué bien!
De acuerdo, lo de la indiferencia es terrible.
Un asecreto: no te he entendido lo que dices sobre los dioses y la naturaleza y la comunicación primitiva. Ya ves, que me cuesta entender y hacerme entender.

18 de marzo de 2011, 0:13  
Anonymous Ion ha dicho...

Viar, coincido contigo en que quízá los japoneses sean más sabios que occidente y que no se consideran el ombligo del mundo debido a su cultura(suponiendo que no están inscritos en la cultura occidental,claro). Pero la contención y el silencio del que hablas ya son endémicos en la mentalidad japonesa. Las bombas de Hiroshima y Nagasaki ya minaron el gran "ego" imperial de los nipones, que les llevó a ocupar Asia sudoriental y a asesinar a miles de personas. Ese ego quedó hundido bajo los megatones y el sentimiento nacional ha sido incapaz de resurgir, contenido bajo la mirada penetrante del Tío Sam. La tercera economía mundial, que ahora repatria capitales y lame sus heridas, vuelve a "silenciar" su dolor, lo que es mejor que una saeta de la madrugá, pero para mí supone negación del sufrimiento.

18 de marzo de 2011, 12:41  
Anonymous unamax ha dicho...

Los franceses son chauvististas, los ingleses tienen mucha flema, los italianos, no sé. Los españoles no se lo que somos.Me acuerdo de la entrada de Iñaki con respecto al mundial de futbol y al sentimiento nacional. Hablar del sentimiento nacional estos días me pone los pelos de punto.Igual es que el sentimiento nacional japonés es que son así, silenciones, sabios y hacia adelante. Yo tampoco creo en ningún Dios. Pérdidas, dolor, duelos todos tenemos, otra cosaes que nos responsabilicemos de nustras limitaciones, continuando en la búsqueda de...

18 de marzo de 2011, 18:04  
Anonymous Ana ha dicho...

Yo creo que cada cultura tiene su parte positiva y su parte negativa, pero en lo que respecta a los japoneses yo también los admiro por su seriedad a la hora de trabajar, a la hora de responsabilizarse cada uno de lo suyo (incluído su dolor): yo no sé si niegan el sufrimiento, pero me inclino a pensar que no: creo que es diferente negaqr algo a admitir serenamente algo. Dice Iñaki Viar que lo traumático aparece cuando ante un suceso imprevisto nos vemos afectados de tal forma que "desborda el lenguaje, que nos deja sin palabras": creo que los que hemos vivido "crisis" sabemos un poco o un bastante lo que es eso, y yo creo que es por lo que dice Iñaki, porque hay algo que no lo tenemos demasiado "asimilado" desde niños, sino todo lo contario: y es que la vida no tiene sentido, que todo es contingente, que eso, estamos de paso: es probable que los japoneses sepan mejor eso, que no somos el ombligo ni del mundo, ni del universo, ni de ningún dios o diosa. Es cuando vas por la calle y se te cae algo que tenías en la mano al suelo por la fuerza de la gravedad y nos agachamos y lo recogemos sin darle importancia porque admitimos que es un hecho natural y fortuito, y no empezamos a gritar o a suplicar a los dioses ni al gobierno ni a nadie nada. Pues quizás los japoneses admiten de una forma natural lo que les ocurre y sin dramatismos y con coraje, trabajo y solidaridad entre ellos logren muy pronto no solo arreglar sus centrales nucleares, sino también ponerlas en marcha muy pronto. Levantarán el país con honor (lo siento, Elefante de Guerra, pero creo que en Japoón es muy importante esa palabra) y lo harán muy pronto. Ese es mi deseo y también espero que eso sea una realidad muy pronto.

19 de marzo de 2011, 0:50  
Blogger helena ha dicho...

Estos días he estado leyendo un poquito sobre la cultura japonesa. Algo sobre eso llamado “giri” (honor, obligación y deber).
Muchas personas coinciden en que si no fuera por “el carácter de los japoneses” el sentir de la tragedia estaría siendo aún más desgarrador.
Estoy leyendo también unos textos del biologo Humberto Maturana. El distingue entre “naturaleza humana” y cultura. Esto me parece muy interesante. Me pregunto hasta qué punto estamos unidas por la “naturaleza humana” y cómo y hasta qué punto la cultura nos une ¿Nos une? Debería, para eso el ser humano inventó lo simbólico.
Y hay algo que me llama poderosamente la atención en estos días y que se me ha hecho más visible en esta ocasión , y que se refiere a lo que nos resulta admirable de las personas cuando no vemos en estas situaciones. Estoy segura de que en Haití, y en cualquier gran catástrofe afloran valores humanos que a todos nos gustaría que fueran más cotidianamente visibles, o se nos hacen más visibles en estas ocasiones (¿recordáis las inundaciones en Bilbao en el año 83?)
Independientemente de nuestras culturas (no somos productos culturales, auque estemos sumergidas en ellas), -y ya sé que Iñaki se refiere en este caso y especialmente a la “contención”, que seguramente hará posible solucionar grandes problemas en condiciones extremadamente adversas…- decía que admiramos… ¿qué admiramos?
La capacidad para mantenerse juntos ante la catástrofe y no salir despavoridos en un más terrorífico aún “sálvese quien pueda”. La empatía: saber que mi dolor es, y que el dolor del semejante también; saber unirse en el dolor, buscar y dar consuelo. Trabajar para la colectividad, para el grupo, en un sistema en el que esa generosidad es la única actitud que puede revertir en mi propio beneficio: mutualidad, cooperación… Estos valores suelen aparecer brillando en las grandes tragedias, pero no en todos los grupos sociales con la misma intensidad, o no siempre son tan visibles, o se representan de diferente forma… Pues parece ser que estas cualidades no son exclusivamente humanas y que vienen de esa opaca oscuridad que llamamos “naturaleza”, la misma en la que se engendran los terremotos. No estoy de acuerdo con la perspectiva de lo natural como aquello con lo que soñamos una comunión imaginaria (perdón por esta frase redundante), pero también pienso que pensar que somos otra cosa que biología -es decir olvidar que somos naturaleza- es una arrogancia por la que solemos pagar precios demasiado altos.
No me imagino como “animal feliz”, no me gustaría ser mi perro, pero siento la atracción de la gravedad, y me sigue fascinando que salga agua por el grifo cuando le doy a la llave. Me parece un hallazgo (¡y el agua caliente!).
Estos días me he dado cuenta de que desde hace tiempo, me meto en la cama todos los días con una sensación como de agradecimiento y me levanto de la misma manera. Se me ocurre “quiero más a mi madre”. Quiero más a quienes quiero, cuanto más vivo y más tragedias veo, quiero más vivir. Espero llegar a los cien años y morir únicamente de agotamiento, porque otra cosa sería una faena.

19 de marzo de 2011, 1:39  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Esto que dice Ion de la negación del sufrimiento es para pensarlo. Igual que a Unamax, me cuesta una barbaridad hablar de pueblos enteros, sus virtudes y vicios (es demasiada gente, yo me inclino más a ver como el Funes borgiano perros distintos a las cinco y cuarto y a las cinco); pero creo que puede entenderse que Viar se refiere simplemente al talento de actuar y a la futilidad de lamentar.
(Ana, me ha gustado mucho la imagen de ver cayendo algo que creías tener sujeto, agacharse, recogerlo, levantarse, que además admite varias velocidades, esfuerzo y gravedad).
No sé si eso es japonés, porque a mí me parece que tiene mucho de instintivo y universal, una de las bondades del gregarismo. (Helena, escribí esto anoche y veo que hemos coincidido un poquito, si no en el fondo, por lo menos en la superficie de imágenes e ideas, y aunque mi escrito va después que el tuyo no ha sido pensado para aludirlo, ¡socorroooo, qué de palabras girandoooo!). Yo estaba pensando en las hormigas, un bicho tan celebrado en la historia de la moralidad occidental: su vida es movimiento, acción, tal vez entrega. Si la detienes y desbaratas la carga que transporta (una miga pequeña tres veces el tamaño de sus espalditas), si aplastas su organizada colonia, si te conviertes en el zarpazo del destino y ella queda viva, solo existirá para rehacer su obra, que es la de su comunidad. Me gustaría que no sonara cínico, he pasado muchos ratos mirándolas y a pesar del minúsculo nerviosismo, transmiten mucha paz, confianza y sensación de finalidad. Lo poco que sé de cosas japonesas seguro que no se parece nada al original, pero se me abre la boca de asombro ante cierto sentido del arte de lo efímero (ya dije un día de eso), y al observar los frutos de lo que parece un abandono sincero y profundo a uno o toda clase de códigos de conducta se me abre igualmente mucho, pero a veces frunzo también los párpados. La de Japón parece una larga historia feudal (y el Imperio que menciona Ion) y una domesticación en toda regla, que puede tener el maravilloso beneficio que todos buscamos: arte, prosperidad. Me pregunto cuál es el precio que se cobra eso sobre la verdad de cada uno.

19 de marzo de 2011, 8:35  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Y de la verdad que decía Ana que dice Viar, reconozco perfectamente algunos de los que él ha llamado efectos. Iba una elefanta con un tutú de acero haciendo puntitas a todo gritar (por dentro); y diván mediante y tiempo durante, empieza a saberse paquiderma e infeliz: qué descanso, colega. Atreverse a sacar la puntita de la pataza, mostrar las costras, manchas y magulladuras que, ya que son, querrían al menos notarse miradas, saludadas. Dejar correr el agua, escocerse mucho, notar luego la frescura, más planta y más suelo para pisar, muchos más grados en el ángulo de visión.
(Que nada más ponerla ya me está pareciendo una imagen ficticia y marrullera, como todas, puaj, pero no la quito porque sé que cuánta verdad lleva).

19 de marzo de 2011, 8:55  
Blogger helena ha dicho...

Hola “Elefante de Guerra”.Tu no-alusión me da la oportunidad para un comentario que igual es de tu interés. Precisamente estoy leyendo un libro que se titula “Sistemas emergentes. O qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software”. El autor es Steven Johnson. En los primeros capítulos presenta unos estudios sobre una especie particular hormigas granívoras. Si ya te gustaban las hormigas, quizá te gusten más todavía. Un detalle que a mí llamó mucho la atención –entre otros y por ejemplo- es que construyen cementerios y basureros. Los dos muy separados del corazón del hormiguero, pero construidos en direcciones antagónicas.
Parece ser que el “gregarismo” como tú dices, es una característica universal de todos los sistemas vivos. Y parece además, que todos estos sistemas vivos no dejan de ponerlo en juego.
Comparto esa inquietud sobre el pasado feudal de lo japonés y reconozco también las bondades actuales de su carácter. Pienso que las culturas resignifican constantemente la naturaleza humana y me pregunto sobre aquella “causa común de los sujetos”… y sobre su posible originalidad biológica.

19 de marzo de 2011, 10:09  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Helena, el libro de Johnson está mi cuarto en una enorme pila de adquiridos sinleídos (es que solo lleva siete años en esa pila, ¡qué prisa habrá!), con varios dedos de polvo en el que retozan cierta comunidad de arañitas y millones de ácaros bailongos (¡más marcha!). La aglomeración de cosas por leer es una de las pocas muchedumbres que me hace verdaderamente feliz. Y eso que personalmente me reconozco un hormiguismo bastante profundo. Amo los cines, el metro y las bibliotecas, los sitios donde nos juntamos para otra cosa que no somos nosotros, y podemos mirarnos, olisquearnos, recibir calor, cruzar el tesoro de las palabras banales y al mismo tiempo quedar al resguardo de cada uno y de la fuerza arrasadora del plural de todos los pronombres. El gregarismo no es ningún secreto, está en el diccionario. Y fíjate en que el equipo es un valor empresarial y las buenas juergas y las manifestaciones siempre se hacen con la peña, el grupo da mucho placer al que está en el grupo. El grupo tiene poder; qué bueno es poder (... con pe), lo mencionaba también Ion el otro día (cuando hablamos de las revueltas, internet y la causa común).
Hace poco salía de ver "Biutiful", y el patio se vaciaba en dos filas como dos riachuelos que iban a encontrarse en la puerta del cine. Cuando me tocó llegar me vi de frente con una desconocida que me miró con expresión angustiada y exclamó: "¡Venir al cine para sufrir tanto!". Me hizo mucha gracia, le habría dado dos besos de amor inconstante y verdadero, pero el río más grande nos tragó enseguida.
Mi hijo cazaba bichos y los metía en casa en cajas y bolsas, a veces se le olvidaban en la ropa y recibían un centrifugado bichicida (bah, las arañas planchadas de los bolsillos se quedan en unas patas secas de nada). Cuando estoy solito me hacen compañía, decía: mariquitas, chinches, moscas, caracoles, gusanos, cortapichas, polillas, bichobolas (mis favoritos: "ahora camino un poco; ahora cojo un berrinche y me pongo redondo") pasearon por el piso, aunque no se quedaron. Una vez le pregunté al niño qué entendía él por bicho. ¿Bichos son los insectos? Noooo, me dijo, las arañas son bichos y no son insectos, y las orugas también son bichos. ¿Pues qué son los bichos? Pues qué va a seeeer, ¡que-se-suben-por-las-paredeees! (Vamos, que como los demás de vez en cuando).
Pero lo que quiero decir con todo esto es que yo creo que en la biología está la pregunta, no la respuesta.

20 de marzo de 2011, 11:59  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Una nota técnica metabloguera. Desde hace unos días no puedo entrar al blog ¡cuando yo quierooo!, y he descubierto que puede ser un problema de mi navegador (uso Safari), así que me he descargado Firefox (dos minutos y gratis-totá) y ahora sí puedo (qué bueno es poder) ¡cuando yo quierooo! (Por si os pasa).

20 de marzo de 2011, 12:13  
Blogger helena ha dicho...

¿Hay "respuestas"?
Para mí hay oportunidades para seguir preguntando y aprendiendo.

20 de marzo de 2011, 12:16  
Anonymous Ion ha dicho...

Elefante de Guerra: ¡Qué bien que estas usando Firefox y potenciando la cultura libre! Como tú dices, gratis totá, un programa hecho por la comunidad global de Internet, sin compraventa ni comercio. No se si te suena...

20 de marzo de 2011, 12:38  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Aquí, Tía Gilita al habla:
Gratis me suena a gloria, ¡y a veces vuelo y no me caigo!

20 de marzo de 2011, 12:43  
Anonymous Ana ha dicho...

Plinio el Viejo murió en Estabia (cerca de Pompeya, en la bahía de Nápoles) a causa de la erupción del Vesubio (año 79) que sepultó a las ciudades de Pompeya y Herculano: Él era un científico y su curiosidad científica le llevó a contemplar de cerca la erupción. Sin embargo, según lo que su sobrino Plinio el Joven (que también estaba en la bahía de Nápoles) escribió en una carta a su amigo y gran historiador, Tácito, parece ser que al final no murió solamente por su curiosidad científica, sino también por intentar ayudar a la gente, especialmente a sus amigos y conocidos. En estos estractos de la carta se ve que en Plinio el Viejo hay varios deseos y sentimientos que se complementan : el deseo de saber, de ayudar, todo en medio de una gran serenidad y en cambio, en los otros, solamente hay temor.

“Petis ut tibi avunculi mei exitum scribam, quo verius tradere posteris possis. Gratias ago; [...] Nonum kal. Septembres hora fere septima mater mea indicat ei adparere nubem inusita et magnitudine et specie.[...] Nubes - incertum procul intuentibus ex quo monte (Vesuvium fuisse postea cognitum est) oriebatur - [...] Magnum propiusque noscendum ut eruditissimo viro visum. [...] Egrediebatur domo; accipit codicillos Rectinae Tasci imminenti periculo exterritae (nam villa eius subiacebat, nec ulla nisi navibus fuga): ut se tanto discrimini eriperet orabat. Vertit ille consilium et quod studioso animo incohaverat obit maximo. Deducit quadriremes, ascendit ipse non Rectinae modo sed multis (erat enim frequens amoenitas orae) laturus auxilium. Properat illuc unde alii fugiunt, rectumque cursum recta gubernacula in periculum tenet adeo solutus metu, ut omnes illius mali motus omnes figuras ut deprenderat oculis dictaret enotaretque. [...] quod tamen periculorum collatio elegit; et apud illum quidem ratio rationem, apud alios timorem timor vicit. […] Ubi dies redditus (is ab eo quem novissime viderat tertius), corpus inventum integrum inlaesum opertumque ut fuerat indutus: [...] “

(Plinio el Joven, Epistolae, 6,)

(Traducción: [Me] pides que te escriba [sobre] la muerte de mi tío, para poder transmitirla a la posteridad más verazmente. Te doy las gracias. […] El día noveno [antes de] las calendas de septiembre [es decir, el 24 de agosto] sobre la hora séptima mi madre le indica ver una nube de una forma inusual y enorme. […]La nube surgía para los que la contemplaban de lejos inciertamente de qué monte (después se supo que era el Vesubio).[…] Le pareció que [el prodigio] debía ser conocido en gran medida y más de cerca, como le corresponde a un hombre muy erudito […] Salía de casa; recibe un escrito de Rectina de Tasco [esposa de Tasco] asustada por el peligro que amenazaba (pues su villa estaba debajo [del Vesubio] y no había ninguna salida excepto por barcos): pedía que la sacara de tan gran peligro. Él cambia el plan y lo que había comenzado con ánimo estudioso lo afronta al máximo. Sacó unas cuatrirremes (barcos con cuatro filas de remeros), él mismo subió no solo para llevar ayuda a Rectina sino también a muchos ( efectivamente lo agradable de la costa estaba muy frecuentado). Se dirige allí de donde los demás huyen, y mantiene el rumbo fijo y el timón fijo hacia el peligro y además él solo sin temor, de tal manera que dictaba y tomaba notas de todos los movimientos y todas las formas de aquel suceso malo tal y como lo veía con sus propios ojos. […] sin embargo la comparación de los peligros escogió esta (opción); y en él [en Plinio el Viejo] una reflexión venció a otra reflexión, en los otros, un temor a otro temor. […] Cuando se hizo de nuevo el día (éste era el tercero desde que yo le había visto por última vez), fue encontrado el cuerpo íntegro, ileso y cubierto tal y como se había vestido […] )
(Continúa en el siguiente comentario)

20 de marzo de 2011, 14:52  
Anonymous Ana ha dicho...

(Continuación del comentario anterior)
(Si queréis leer la carta entera con una traducción muy buena podéis hacerlo en Google tecleando Plinio el Joven José Prado)
Y resulta que Plinio el Viejo había escrito que precisamente lo mejor que ha dado la Naturaleza a los hombres es precisamente la brevedad de la vida:

“Natura vero nihil hominibus brevitate vitae praestitit melius”
( Traducción: La naturaleza verdaderamente no ha dado a los hombres nada mejor que la brevedad de la vida)

(Plinio el Viejo, Historia Naturalis, VII)

(Ahora voy a escuchar el “Requiem” de Mozart que es precioso.)

(A mí las hormigas me caen simpáticas y eso que las mato siempre, sobre todo estos días que han entrado en mi casa y corren en plan suicida por todas partes.)

20 de marzo de 2011, 14:56  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

¡Confutatis, maledictis, flammis acribus addictis!, ¡Flammis acribus addictis! etcétera. (Qué gritos más buenos pega servidora en esta parte).
Ana, que los bichos del éter se te han zamapado el comentario anterior y me tienes sobre ascuas.

20 de marzo de 2011, 17:47  
Anonymous Ana ha dicho...

( A ver si sale ahora: ) ( ¡Tienes una voz muy bonita, Elefante de Guerra! ¡Así se canta un buen “Requiem”!)
Plinio el Viejo murió en Estabia (cerca de Pompeya, en la bahía de Nápoles) a causa de la erupción del Vesubio (año 79) que sepultó a las ciudades de Pompeya y Herculano: Él era un científico y su curiosidad científica le llevó a contemplar de cerca la erupción. Sin embargo, según lo que su sobrino Plinio el Joven (que también estaba en la bahía de Nápoles) escribió en una carta a su amigo y gran historiador, Tácito, parece ser que al final no murió solamente por su curiosidad científica, sino también por intentar ayudar a la gente, especialmente a sus amigos y conocidos. En estos estractos de la carta se ve que en Plinio el Viejo hay varios deseos y sentimientos que se complementan : el deseo de saber, de ayudar, todo en medio de una gran serenidad y en cambio, en los otros, solamente hay temor.

“Petis ut tibi avunculi mei exitum scribam, quo verius tradere posteris possis. Gratias ago; [...] Nonum kal. Septembres hora fere septima mater mea indicat ei adparere nubem inusita et magnitudine et specie.[...] Nubes - incertum procul intuentibus ex quo monte (Vesuvium fuisse postea cognitum est) oriebatur - [...] Magnum propiusque noscendum ut eruditissimo viro visum. [...] Egrediebatur domo; accipit codicillos Rectinae Tasci imminenti periculo exterritae (nam villa eius subiacebat, nec ulla nisi navibus fuga): ut se tanto discrimini eriperet orabat. Vertit ille consilium et quod studioso animo incohaverat obit maximo. Deducit quadriremes, ascendit ipse non Rectinae modo sed multis (erat enim frequens amoenitas orae) laturus auxilium. Properat illuc unde alii fugiunt, rectumque cursum recta gubernacula in periculum tenet adeo solutus metu, ut omnes illius mali motus omnes figuras ut deprenderat oculis dictaret enotaretque. [...] quod tamen periculorum collatio elegit; et apud illum quidem ratio rationem, apud alios timorem timor vicit. […] Ubi dies redditus (is ab eo quem novissime viderat tertius), corpus inventum integrum inlaesum opertumque ut fuerat indutus: [...] “

(Plinio el Joven, Epistolae, 6,)

(Traducción: [Me] pides que te escriba [sobre] la muerte de mi tío, para poder transmitirla a la posteridad
más verazmente. Te doy las gracias. […] El día noveno [antes de] las calendas de septiembre [es decir, el 24 de agosto] sobre la hora séptima mi madre le indica ver una nube de una forma inusual y enorme. […]
La nube surgía para los que la contemplaban de lejos inciertamente de qué monte (después se supo que era el Vesubio).[…] Le pareció que [el prodigio] debía ser conocido en gran medida y más de cerca, como le corresponde a un hombre muy erudito […] Salía de casa; recibe un escrito de Rectina de Tasco [esposa de Tasco] asustada por el peligro que amenazaba (pues su villa estaba debajo [del Vesubio] y no había ninguna salida excepto por barcos): pedía que la sacara de tan gran peligro. Él cambia el plan y lo que había comenzado con ánimo estudioso lo afronta al máximo. Sacó unas cuatrirremes (barcos con cuatro filas de remeros), él mismo subió no solo para llevar ayuda a Rectina sino también a muchos ( efectivamente lo agradable de la costa estaba muy frecuentado). Se dirige allí de donde los demás huyen, y mantiene el rumbo fijo y el timón fijo hacia el peligro y además él solo sin temor, de tal manera que dictaba y tomaba notas de todos los movimientos y todas las formas de aquel suceso malo tal y como lo veía con sus propios ojos. […] sin embargo la comparación de los peligros escogió esta (opción); y en él [en Plinio el Viejo] una reflexión venció a otra reflexión, en los otros, un temor a otro temor. […] Cuando se hizo de nuevo el día (éste era el tercero desde que yo le había visto por última vez), fue encontrado el cuerpo íntegro, ileso y cubierto tal y como se había vestido […] )
(Perdonad el jaleo que he hecho, pero, efectivamente, a esos bichos malos comilones les gustan los latines)

20 de marzo de 2011, 19:44  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Helena, la respuesta que das a la pregunta que haces te ha quedado muy bien peinada, ponle un lazo, mujer; que las preguntas que no esperan respuesta se llaman retóricas, y tengo la impresión de que no es eso lo que quieres. Que buscarás lo que yo, preguntas y respuestas, y las preguntas son muy importantes, porque una vez que las formulas te empujan como un buen hueso imaginario arrastra a un perro hambriento de respuestas. Respuestas imperfectas y llenas de preguntas (aquellos cuentos que guardan otros cuentos, que decía M.), como piojos saltarines, respuestiguntiojos de grandes ojos, bocas y orejas. (Helena, si tienes ganas de arrearme, yo lo entiendo la que mejor, soy una chinche, toda la vida me lo han dicho. Y tú dices muchas cosas interesantes que me hacen pensar).
Lo que me incordia de la biología y de las otras ciencias de la materia, que avanzan a galope y llenan incluso los titulares de los periódicos, son sus falsísimas respuestas: por ejemplo, el amor es bioquímica (dopamina, feniletilamina y atontolinamientolina). Nos ha foutues la respuestísima, y tremendo bozal de escayola, además, para los así respondidos; todita la sociedad arrodillada ante las ciencias de verdad. En el texto de Ana zampado por el latinosaurio digital hay una frase de sencilla profundidad que se refiere al motor de la acción de un hombre: "Una reflexión venció a otra reflexión, un temor venció a otro temor". El pánico y el sálvese quien pueda es una expresión biológica que somos capaces de neutralizar de una forma que un animal no puede, y en ello sí veo una respuesta, seguramente bastante incompleta a alguna pregunta muy importante aunque seguramente imperfecta también, fijo.
Y esto me lleva a unas cosas que estaba leyendo en los periódicos del fin de semana, de dos de mis tenores favoritos, y que por diversas razones me han hecho soltar unos rebuznos de descontento. Aurelio Arteta ayer en El País ("La lección del caso Céline"), sobre los franceses y el homenaje francés al escritor Céline, que no se va a hacer a causa de sus textos antisemitas; Arteta aplaude la decisión por la incontestable superioridad de los valores morales; porque "es imposible admirar al genio o al artista con todo entusiasmo si sobre su conducta -privada o pública- se cierne una sombra considerable de sordidez o inhumanidad". ¡Y a mí me suena supersoviético! Por favor, ¿quién examina la conducta privada? Y hoy, Ruiz Soroa, en El Correo ("La sociedad del miedo"), se pregunta "Por qué tenemos tanto miedo", y concluye que lo que padecemos es una enorme aversión al riesgo, y que rejuveneceríamos "aceptando e integrando el riesgo en nuestras vidas como algo que es inevitable y necesario". ¡Y esto me ha parecido superyanqui! ¿No es el combate contra la precariedad un fundamento básico de la comunidad?
Pero lo peor de estas amargas lecturas no es lo que tienen que ver con la desgracia de Japón, sino con mi propia vida y cómo me hacen sumirme en un torbellino de preguntas sobre moral y valor y temor. Es lo que tiene la buena música, que pica una barbaridad. (Y encima se me ha roto una media. Y ya me callo).

20 de marzo de 2011, 23:25  
Blogger helena ha dicho...

Si. El arte suele ser certero.
En cuanto a la ciencia: hay divulgación científica que banaliza más o menos; hay interpretaciones tendenciosas... y muchos más matices. Es cierto. Y también pienso que se puede curiosear el la biología, la astronomía, la arqueología, la física... sin asumir por eso las características de su Discurso.
Me pareció interesante la pregunta de Ruiz Soroa. Efectivamente yo también la acompañaría de un montón preguntas más.

21 de marzo de 2011, 9:27  
Anonymous Ana ha dicho...

Recuerdos de preguntas y respuestas transcendentales:

Las tardes lluviosas merecen un capítulo especial. En esas tardes lluviosas desarrollé mi filosofía infantil, que me imagino será la misma que la de todos los niños bien alimentados, cuidados y atendidos.

Me encontraba haciendo el pino en un sofá del cuarto de estar. No sabía hacer el pino sobre el suelo duro, ni siquiera apoyada contra la pared, como lo haría más adelante Lucía. Con la cabeza sobre el asiento mullido me sentía muy bien. Como estaba descalza nadie me podría regañar. Pensé que si me caía al suelo bien podría romperme la cabeza y morirme. Morirme. Fue la primera vez que entendí el significado de esa palabra. Hasta entonces – y ahora tampoco – no se me había muerto un ser querido. No sabía, ni sé, lo que significa una muerte cercana. Podría morirme en aquel momento, con cinco o seis años. Oía a mi madre trajinar en el baño. Bajé del sofá y entré en el baño. Mi madre se estaba poniendo rulos en la cabeza. Me acerqué a ella y le pregunté si ella sabía si yo me iba a morir. “¿Cuándo, hija?”. “No lo sé”, le contesté. Aquello era un diálogo de besugos. Mi madre tardó en darse cuenta de que yo no sabía que todas las personas nos morimos tarde o temprano, que la muerte no es un accidente que a unos les pasa y a otros no, como el romperte una pierna; “… ¿Pero todos nos tenemos que morir?”, “Pues sí, hija, pero lo normal es que te mueras cuando seas vieja”, “ Pero… ¿yo voy a ser vieja?”, “Pues claro, como todos,… yo también he sido niña” “¿Qué tú has sido niña? “¡Pues claro! Todos nacemos, nos hacemos mayores, tenemos hijos, nos morimos….”. Regresé al cuarto de estar y en la posición del pino medité sobre lo que acababa de aprender: la verdad inexorable de la muerte, del nacimiento, del desarrollo… ¿Yo muerta? ¿Yo vieja? ¿Yo con hijos? ¿Mi madre, mi padre, todos los adultos, han sido niños?. No me gustó aquello. Siempre había deseado ser mayor, pero ya se comprende, una niña mayor, no una adulta. Y la idea de la muerte me impresionó aún más. Desde aquel día siempre he pensado mucho en la muerte. Aquella tarde lluviosa quedó muy marcada en mi recuerdo.

Sí, yo escribí este texto hace muchos, muchos años... porque esa niña era yo y esa madre era mi madre.

21 de marzo de 2011, 23:14  
Anonymous Ana ha dicho...

Yo continúo escuchando el "Requiem": es una música muy bella: por lo visto Mozart la compuso pensando en su propio funeral (se encontraba ya muy enfermo y ni siquiera la acabó). Para mí es una forma de hacer la metáfora de la muerte de mis seres queridos y también de los que no conozco, como por ejemplo de todos los japoneses que han muerto. Es una música grandiosa, y he leído en Internet a un crítico que decía que esta obra es la forma que tenía Mozart de construir preguntas y respuestas.

Aúpa, chicos. Un beso.

21 de marzo de 2011, 23:27  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, la que pintas es una escena muy certera, como bien dice Helena. Y lo más cierto de todo, la mujer atando pacientemente unos rulos a las preguntas de su hija; lo más borroso, la lluvia y la muerte. El pino es un desafío a la bipedestación y a la gravedad que provoca turbadoras visiones de la región oscura de los suelos, donde habitan los delicados ovillos de polvo y las cenizas del amor y las horas, el humo y la sombra y luego nada. (En la inspiración de Ana y un par de tipos barrocos, y todos boca abajo, cada uno en un sofá).

22 de marzo de 2011, 13:04  
Anonymous Ana ha dicho...

(Elefante de Guerra: me ha encantado lo que has escrito sobre mi escrito, aunque no he entendido todo, ya sabes, un poco espesa de mollera que es una, pero ¡No me importa naaada!= como la canción esa de no sé quién que es muy bonita- por lo menos la música ya que de la letra no me acuerdo más-)

Creo recordar que lo que dices, Helena, sobre la naturaleza humana, la cultura y la biología lo estuvo comentando Elefante de Guerra en alguna de las entradas anteriores, algo así como que es el sueño inalcanzable de todos los antropólogos: llegar a la esencia de lo humano, qué es lo verdaderamente "humano" y que eso es imposible... Yo uno eso con lo dicho por Iñaki Viar y también con mi experiencia con el psicoanálisis, y al final yo sí creo que vivimos por azar, que la vida no tiene ningún sentido, ninguna finalidad, que la diferencia que tenemos con los animales es que, al tener la condición de hablantes, nos relacionamos con las cosas y las personas, no de una forma directa, sino a través de símbolos, de representaciones símbólicas personales (metáforas y metonimias) mediante las cuales intentamos dar un sentido a nuestra vida. Que es lo que expliqué en las priemras entradas: que sólo somos relaciones y que nuestra “historia”, nuestro “cuento”, es solamente los recuerdos falsos, que no falseados, las relaciones que hemos tenido a través del tiempo. Que incluso esto mismo que estoy escribiendo es un intento de darle una forma a mi vida, de darle un contenido a algo sin sentido. Que la única explicación que podría dar es lo que escribí sobre el Eros y el Zánatos y la “civilización” de los niños y de las niñas…y, por supuesto, todo el rollo del análisis sintáctico-psicológico, pero que incluso eso no es dar sentido a la vida, sino simplemente una especie de explicación del por qué de todo este sin sentido que es vivir. Y que a mí esta búsqueda me ha curado y lo que he encontrado después de la búsqueda, es decir, ese sin sentido de la vida, me ha curado aún más, por si tenía alguna duda. Y que por supuesto no creo en ningún “destino” de los demás ni mío, y que por todo lo anterior he llegado a la conclusión de que, efectivamente, todos los seres humanos no sólo somos iguales en dignidad sino que tampoco hay demasiadas diferencias y que las diferencias de las culturas existen por la mayor o menor “democracia” que hay en los pueblos, y , por supuesto, por el mayor o menor desarrollo socio-económico de los pueblos. Que al final en las relaciones entre los miembros de un grupo, en las de una sociedad, y en las relaciones de las diversas sociedades existen exactamente los mismos mecanismos para civilizar el Eros y el Zánatos y que esa civilización se hace a través del lenguaje - aunque me imagino que en esto último, como en todo, habrá excepciones- y el lenguaje se concreta en leyes, creencias, ritos y costumbres, para que esa sociedad sobreviva.
Y que lo único que puede velar esa angustia que produce ese sin sentido es el amor, el amor verdadero del que hablábamos en la entrada anterior. Y para terminar quisiera decir que yo creo que la vida tiene mucha belleza y mucha crueldad, un poco lo que decía Unamax sobre el amor y el odio, pues lo mismo, pero a mí me gusta la vida con toda su belleza y su crueldad.Y que me callo.

22 de marzo de 2011, 23:21  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Pues sí, Elefanta, "yo no creo en Dios ni en el Licor del Polo". Comentario de un ilustre boticario bilbaino, inventor del Licor del Polo, en la hora de su muerte, como recordaba Santiago González.
Mi admiración a los japoneses en esta ocasión se refiere a cómo el vínculo social se mantiene en la catástrofe, y no triunfa el "sálvese quien pueda" como dice Helena.
Toda cultura tiene rasgos a favor de la vida y rasgos mortíferos. Cada una lo trata a su manera. No conozco la cultura oriental, pero he oído que el confucianismo impregna el ser induciendo al trabajo y la disciplina. Muy válido en estos momentos. Pero también sirve para que los soldados japoneses fueran disciplinadamente quizá los más crueles en los países que invadieron. En China fueron terribles. Y aún no se han disculpado por las decenas de miles de mujeres chinas a las que convirtieron en esclavas sexuales. El "honor" del país no lo ha permitido. Es que del honor se pueden hacer usos buenos y malos.
Cundo estuve en Berlín me asombró la limpieza de los retretes públicos masculinos. Nunca había visto algo así. Pero, después, no se por qué, pensé en Auswitch. Qué eficacia y eficiencia, no dejar ningún resto. Lo bueno y lo malo, dios Jano.
La cuestión de la actitud ante la muerte traída por Elefanta con El inmortal de Borges es muy oportuna:"muestra todo lo que el sentido de la vida debe al reconocimiento de la posibilidad (seguridad) de la muerte" El aburrimiento de la eternidad del yo, nos muestra Borges. No hay vida sin muerte. Hoy se oculta la muerte real en las familias en nuestra sociedad, mientras que se prodiga la muerte imaginaria en cine y televisión.
Ana nos cuenta de modo excelente su subjetivación de la muerte en su historia de niña. Cuestión esencial. La sabiduría de Plinio el Viejo, que nos trae Ana.
Helena nos introduce un debate apasionante con su referencia al libro de Johnson que no conozco. Pero el tema de la ciencia hoy es clave. También se puede aboradar de variadas maneras. A mí me preocupa el avance del cientifismo, la ideología que pretende hacer de la ciencia la explicación de la condición humana. J. Peleteiro ha escrito "El autoritarismo científico" donde denuncia el intento de reducir la experiencia humana a variables cuantificadas, según el modelo de laboratorio. Esta ideología, con la genética como explicación de todo lo humano, la evaluación (nueva peste) extendida para "medir" todo tipo de actividades humanas, anulando al sujeto en un mar de items... Les propondré el tema en una próxima entrada. Estén atentos, es verdaderamente una peste.
En el fondo tiene este mal uso de los conocimientos y la praxis científica una inspiración totalitaria. Nuevo intento del capitalismo de tratar las relaciones sociales. Además es un dominio sutil, no personalizado en líderes. Ideología de la burocracia.
Pues sí, Elefanta, feo asunto lo de Celine. Yo tampoco comparto el artículo de Arteta. Podíamos empezar a quemar los libros de Borges, amigo de la Junta Militar argentina ;los de Neruda, cantor del asesino de masas llamado Stalin; la ópera Carmina Burana de Carl Orff, amigo de Hitler; los poemas de Quevedo, incluso, por famoso integrista y antisemita. Y seguiríamos con los herejes, los locos, los maricones, los alcohólicos...¡Vaya fiesta de la pureza! Llegaríamos todos a "Au bout de la nuit".
A las obras literarias y de arte se las juzga por sí mismas, se las interpreta por lo que dicen. No al autor, cuyos síntomas tienen que ver con su creación.

22 de marzo de 2011, 23:24  
Anonymous Ana ha dicho...

No, no me callo, la crueldad no me gusta, pero creo que tengo que asumirla y obrar en consecuencia para encontrar los mecanismos, para controlar o evitar en la mayor medida posible, la crueldad. Y ahora sí que me callo.

22 de marzo de 2011, 23:28  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Errata en el comentario anterior. El autor del "Autoritarismo científico" se llama Javier Peteiro. Editado por Miguel Gómez Ediciones.

22 de marzo de 2011, 23:29  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Ay que justo has puesto un comentario, Iñaki: no me he dado cuenta.He metido yo el anetrior sin darme cuenta de que justo has metido el tuyo. Quiero decir que lo he metido sin leerlo.
Ahora lo leo.

22 de marzo de 2011, 23:32  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Es verdad Ana que el amor nos cura del sinsentido, de la dependencia de la contingencia. Estupendo comentario.

22 de marzo de 2011, 23:33  
Blogger Ali ha dicho...

Ayer metí 2 veces un comentario, y no pudo ser, no entró ninguno de los dos, la contingencia ya se sabe, pero lo volvere a intentar.
¡Qué discreto, que manera de descubrir la muerte, con cierta impresión pero sin dolor ni angustia, poder hacer una metáfora de la muerte. (va por tí, Ana)
Me impresiona la frase de Iñaki:una fractura violenta en la subjetividad; acontecimientos que surgen inesperados, que calan hasta dentro de nuestro ser, el sin sentido que habla Ana, que muchas veces no alcanzan la calma.
La angustia es el dolor psíquico
la angustia es una señal ante algo, es un intervalo de tiempo en el que todas las palabras e ideales del sujeto fallan y que deja paralizado al sujeto, algo que no se puede nombrar ni tiene significación.
Los japoneses son gente que responde con actos cuando las palabras no bastan.
Creo que cuando no hay palabras tampoco hay preguntas, y que si hay algunas respuestas no se aprenden, se obedecen, se esperan como si se tratase de una orden; no hay nada que te empuje mas que la espera.
A nosotros también nos pasan cosas semejantes a las de los japoneses.

23 de marzo de 2011, 11:13  
Blogger helena ha dicho...

Ana: tampoco yo creo que exista “sentido”, solo un estar, un convivir y un hablar de aquello que barruntamos y que nos importa. Mientas lo hacemos, creamos condiciones a nuestro alrededor: damos forma a una circunstancia (una forma de estar y una forma de convivir). Me gustan más unas formas de estar, ciertas conversaciones, ciertas ideas. Humberto Maturana (biólogo y epistemólogo) y Ellen Dissanayake (etóloga), entre otros, sitúan la originalidad humana en un eje: amor, forma, símbolo, lenguaje. Es otro punto de vista, a mi juicio interesante. Estas indagaciones no buscan una respuesta esencialista de la naturaleza humana. Existe una ciencia que se hace a favor de la particularidad del sujeto, de su necesidad de vínculos, y de sus creaciones. Para abrirles paso. Esa ciencia es la que me interesa a mí. Lo contrario puede constituir, como decís: la peor pesadilla. Creo que muchas veces es la divulgación científica, es decir: la cultura, la que ofrece interpretaciones torticeras para legitimar sus postulados (el capitalismo, en este caso).
Tenemos ejemplos: lo que pasó con el Darwinismo es uno bueno. También la interpretación que se hizo en Estados Unidos de los hallazgos de Sigmund Freud (hay un documental buenísimo sobre esto que se llama: “The Century of the Self”, se puede ver en You Tube, anque no sé si está traducido al castellano…)
En estos días, cada vez que oigo sobre Fukushima estoy mas segura de que conseguirán arreglarlo. Desde luego: aguantar la angustia, convivir con ella, interrogarla y ser capaz de templarse quizá gracias a ella...

23 de marzo de 2011, 13:08  
Blogger helena ha dicho...

...tiene mérito.

23 de marzo de 2011, 13:10  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Vaya jaleo el de ayer y el de estos días! A ver si hoy no hay líos al meter los comentarios, porque veo que también a ti, Ali, (¡Hola, Ali!) te ocurrió. Ali: yo sí he tenido dolor, y mucho, con el tema de la muerte, pero no cuando me enteré de que todos nos tenemos que morir tarde o temprano, sino cuando se murieron de verdad algunos seres muy queridos.
Pero es verdad que, gracias al psicoanálisis, he podido hacer metáfora de la muerte. De todas formas yo he llegado a la conclusión de que, aunque haya en la vida episodios considerados por todos objetivamente como traumáticos, pueden no serlo; y, por el contrario, algunos episodios que no son nada espectaculares, sin embargo han podido serlo. Por ejemplo, cuando tenía siete años un médico me diagnosticó que estaba en agonía, que no iba a durar ni siquiera una hora de vida. Esto lo supe yo porque me trajeron a un cura para darme la extremaunción, y él me dijo que me iba a morir, y que no tuviera miedo, porque iba a ir al cielo en donde iba a estar muy bien... y me confesó y me dio la extremaución. Yo veía a mi familia nerviosa, porque además me llevaron a morir a la habitación de mis padres: allí estaba yo, en la cama de mis padres, esperando a la muerte. Pero yo no me moría y entonces el médico dijo que se había confundido, que era una simple gripe, que ya me había bajado la fiebre, que ya me podía levantar…Pues bien, no sé dónde encajar este episodio al que lo llamo "muerte", porque no creo que me haya traumatizado. Sin embargo, otras bobadas, como ciertas canciones tontas y ciertos dibujos tontos que me hacían algunas personas los puedo encajar perfectamente como momentos traumáticos.
Iñaki Viar, yo también estoy harta de toda la gente que dice que todo está en los genes, lo mismo que coincido con Elefante de Guerra en que se ha puesto de moda toda esa pseudociencia de que el amor es química y demás.Yo no soy científica, pero creo que no hace falta serlo para darse cuenta que no, que no tiene ninguna lógica lo que dicen muchos sobre esos temas.

23 de marzo de 2011, 18:24  
Blogger M ha dicho...

Hola a todos
He revisado los comentarios que han llegado y he visto que alguno de Elefante de Guerra y Ana el servidor los había clasificado como spam.
He marcado para publicar los que decían alguna frase diferente, por lo que veréis que algunos son similares pero he preferido dejarlos antes que suprimirlos.
Ali no he visto ninguno tuyo.
Besos

23 de marzo de 2011, 19:42  
Blogger Ali ha dicho...

Creo que lo mío es causa del ordenador de casa, porque en el trabajo no he tenido ninguna dificultad.
Hola Ana, después de muchos días de no escribir, no me encontraba muy allá, he podido encontrarme y poner palabras a pequeñas ó grandes angustias, según cada uno pueda vivirlos, y quiero decirte que me gusta leerte, que me gusta lo directa que eres, que se agradece leer tu evolución en la vida, y que está muy bien poderlo exponer.

23 de marzo de 2011, 21:40  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Hola M!: muchas gracias por todo lo que haces. Besos.
Ali: Espero que te encuentres cada vez mejor y que puedas poner palabras a todas las angustias, a las pequeñas y a las grandes. Yo creo que sí se puede, y que incluso aunque al principio sea doloroso al final merece la pena porque alivia mucho y, sobretodo, cura. A mí también me gusta leerte: siempre me ha gustado.

23 de marzo de 2011, 23:37  
Blogger helena ha dicho...

Lo he encontrado
"The Century of the self" que se traduciría como "El siglo del sí mismo", lo han traducido como "El siglo del individualismo" lo teneis con subtítulos en castellano aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=R76jPr4wZqk&feature=BF&list=PLF5C66C21A5E043CB&index=1

Pongo el vínculo al primer capítulo, los demás vienen detrás (son cuatro)
Un documental de Adam Curtis para la BBC sobre el la divulgación y el uso que Edward Barneys -sobrino de Freud- hizo de las ideas de su tío. Barneys aplicó los hallazgos de Freud para la manipulación de las personas en la incipiente "democrácia de masas". Es muy interesante. Es un ejemplo de tergiversación manipulativa de algo de origen "científico". Arroja luz sobre muchas otras cosas, de distinta índole y muy actuales (el del "yoismo" por ejemplo, el mercado de consumo conmo lo conocemos ahora, la publicidad al estilo contemporáneo...)

24 de marzo de 2011, 8:50  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Gracias, Viar-sensei, por las balas de plata ("la fiesta de la pureza", váteres limpios como campos de concentración) para sorda pelea con las osas (ideas ac-osa-doras e insidi-osas). Gracias, Helena, por la referencia, me interesan esos documentales. Y gracias, tía Szymborska, por la carta (ella os lee, hijas). Aunque se titula "La alegría de escribir", me ha dicho que podemos ponerle "La alegría de fingir" (yo le habría puesto "Sed de revancha", ¡ahhh!, pero sobre gustos y coloribus non est disputandum).

"¿Hacia dónde corre por el bosque escrito el corzo escrito?
¿A saciar su sed a orillas del agua escrita
que le calcará el hocico cual hoja de papel carbón?
¿Por qué alza la cabeza?, ¿ha oído algo?
Sobre sus cuatro patas, prestadas por la realidad,
levanta la oreja bajo mis dedos.
Silencio ⎯palabra que cruje en el papel
y separa las ramas que brotan de la palabra "bosque".

A punto de saltar sobre la página en blanco acechan
letras que acaso no congenien,
frases tan insistentes
que consumarán la invasión.

Una gota de tinta contiene una sólida reserva
de cazadores, apuntando con un ojo ya cerrado,
preparados para el descenso por la pluma empinada,
para cercar al corzo y llevarse el fusil a la cara.
Olvidan que esto, lo de aquí, no es la vida.
Aquí, negro sobre blanco, rigen otras leyes.
Un abrir y cerrar de ojos durará cuanto yo quiera,
se dejará fraccionar en eternidades minúsculas
llenas de balas detenidas en pleno vuelo.

Nada cederá si yo no lo ordeno.
Contra mi voluntad no caerá la hoja,
ni una brizna se inclinará bajo la pezuña del punto final.

¿Existe, pues, un mundo
cuyo destino regento con absoluta soberanía?
¿Un tiempo que retengo con cadenas de signos?
¿Un vivir que no cesa si este es mi deseo?

Alegría de escribir.
Poder de eternizar.
Venganza de una mano mortal.

(Wislawa Szymborska, "La alegría de escribir", 1967)

24 de marzo de 2011, 14:29  
Anonymous Ana ha dicho...

He visto el video que ha mencionado Helena (el referido al sobrino de Freud) y quiero decir que la propaganda se ha hecho desde siempre (la propia “Eneida” de Virgilio es un texto propagandístico encargado por el emperador Octavio Augusto (que por cierto fue el sobrino adoptivo de Julio César- uno de mis tenores favoritos- para que los romanos tuvieran como referencia de unidad al troyano Eneas y por lo tanto a los mismísimos dioses del Olimpo, y así fue cómo Augusto consiguió la “pax Romana”, es decir, que no hubiera guerras civiles entre los propios romanos (exaltando el sentimiento nacional)): La propaganda no la inventó ningún sobrino de nadie. Si un sobrino de Freud se dedicó a la propaganda y a la política y él cree que lo ha hecho por la “pax”, es decir, por la democracia, y después para ganar dinero como asesor de propaganda de artículos de empresas, pues, ¿Por qué no? He visto que dicen algo así como que esa persona ha sido nada más ni nada menos que el inventor del consumismo ¡Por favor! ¡Si el consumismo se inventaría en la prehistoria, cuando alguien se puso un collar o cualquier adorno y se lo cambió a otro por un trozo de comida!

(Por cierto, también Julio César escribió la guerra de las Galias (De bello gallico) como un texto de propaganda de sí mismo para sus fines políticos)

Elefante de Guerra: los versos de tu tía tienen una fuerza y una alegría que contagian: la verdad, me han encantado.Dixi!

24 de marzo de 2011, 22:13  
Anonymous Ana ha dicho...

He entrado con todas mis legiones romanas y llena de textos propagandísticos mientras me como una golosina consumista, pero no he pisado con mis botas guerreras que rezuman tinta negra el bosque blanco de la tía de Elefante de Guerra. Respeto ese bosque blanco, pero lo que no respeto es que se mezclen las imágenes de Freud con unas palabras injuriosas, que dicen que no se refieren a él, pero ¿Por qué aparece su imagen, su apellido, constantemente? Esto también tiene que ver con su honor, con su memoria: yo admiro a Freud que con su descubrimiento curó a muchos pacientes e hizo posible que psicoanalistas como Iñaki Viar nos hayan curado a muchos de nosotros y yo siento gratitud hacia Iñaki Viar y hacia todos los buenos psicoanalistas que como él nos han curado nuestro sufrimiento. Repito: es posible que no haya comprendido bien, pero si es así, os agradecería que me lo explicaráis.

24 de marzo de 2011, 23:36  
Blogger Helena González Sáez ha dicho...

En mi opinión, este documental habla sobre la manipulación institucionalizada y consciente de la opinión pública en un momento muy preciso de la historia.

Edward Bernays está considerado como el inventor de lo que se llama “Relaciones Públicas” que por lo visto es algo que tiene que ver con las estrategias que las grandes corporaciones.

El "consumismo" va asociado al capitalismo y a la publicidad. Hasta este momento no hay constancia de que cualquiera de estos dos fenómenos se diera en la prehistoria.

24 de marzo de 2011, 23:46  
Blogger Helena González Sáez ha dicho...

No creo que haya palabras injuriosas contra Freud. Lo que plantea el documental -en mi opinión- es precisamente cómo es posible retorcer unas ideas, buenas ideas (en este caso algunas alumbradas por Freud) en sentido contrario a su origen: con fines controladores... Ana: Yo también soy fan de Freud (y del señor Viar). No tengo ningún interés en poner aquí nada injurioso...

24 de marzo de 2011, 23:52  
Blogger Helena González Sáez ha dicho...

No sé que más puedo decir: siento haberte soliviantado de esta manera.

24 de marzo de 2011, 23:53  
Blogger Helena González Sáez ha dicho...

¡Que nadie mas vea este documental! ¡Seguramente es una monumental biiirrriia!
¡No me hagais ni caso!...

24 de marzo de 2011, 23:59  
Blogger Helena González Sáez ha dicho...

Me pareció que este documental expone como una investigación científica puede ser divulgada con fines autoritarios y de control. Las alusiones a Freud y a sus ideas no me parecen lesivas para él o sus ideas. Creo que la crítica se centra más en Edward Bernays y en cómo este señor utilizó lo que quiso de la enseñanza de Freud con otros fines que no eran en absoluto los del propio Freud.
Pienso que esto pasa muy a menudo y más ultimamente, con algunos hallazgos científicos.

25 de marzo de 2011, 0:25  
Anonymous Ana ha dicho...

Helena: Yo no sé qué contestarte: pues que no nos entendemos, que cada una somos fan de una manera diferente y punto pelota. Pues es difícil todo esto, porque como solo nos conocemos por escribir en este blog, pues es un lío. De momento,por mí lo dejamos así. Buenas noches, Helena.

25 de marzo de 2011, 0:41  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Esto... que yo también lo he visto.
1. Helena, a mí me gustan MUCHO tus dibujos.
2. Helena, a mí me gusta MUCHO encontarte en este blog.
3. ¡Helena! Sí, ¡es una birria!
Una cosa que se me ha quedado en la retina: Hablan sobre "El malestar en la cultura", donde dicen que Freud afirma que el hombre no puede ser libre porque eso desataría su bestia, y está un psicoanalista al que han dado cuatro frases en total para que dé testimonio y le preguntan, para terminar (con él, yo creo): "¿Creía Freud en la igualdad de los hombres?". Respuesta: "(Breve silencio atónito) ... No, Freud no creía que los hombres eran iguales". Y sin comentarios, ¿qué cabe pensar?
Bueno, no he cogido apuntes, pero me ha parecido que había un sonsonete machacón de frasecillas muy poco significativas (el irracionalismo y las masas ya llevaban bastante tiempo inventadas), y sí, que utilizaban el nombre de Freud manipulatoriamente. O sea, a) una simpleza sujetarse todo el tiempo a dos ideas atribuidas a Freud, y a su ladino sobrino, como si ese fuera todo el legado del primero y como si el segundo fuera el único artífice de un fenómeno bastante más complejo. Y b) un juguetito engañoso para extasiar a un público masivo y no muy exigente: "¡Hala, Freud y el sobrino de Freud, no me lo puedo de creer!" Con anécdotas chuscas del tipo: Bernays hizo que se extendiera el hábito de fumar entre la población femenina, tras preguntarle a un tal Brill (primer psicoanalista americano) qué era el cigarrillo para ellas. Después de cobrarle un pastón (así lo dicen), le contestó que "un sustituto del pene". Bueno, este es un poquito el estilo.
De todas formas, hay materia para pensar.

25 de marzo de 2011, 0:43  
Anonymous Ana ha dicho...

Quisiera pedirte disculpas, Helena. Seguro que había otras formas mejores de expresar mi disconformidad. ¡Qué didifíl es todo esto! Te pediría que admitas mis disculpas y que lo consideres todo como fruto de un debate apasionado y que volvamos las dos al jardín de los dixi, a expresar nuestras opiniones, aunque nos apasionemos.

25 de marzo de 2011, 8:03  
Blogger helena ha dicho...

¿Mi entrada se ha ido al spam?

25 de marzo de 2011, 10:15  
Blogger helena ha dicho...

He escrito algo demasiado trabajoso como para repetirlo. Espero que M. pueda rescatarlo.

Ana, admito tus disculpas, no pasa nada.

25 de marzo de 2011, 10:19  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Qué bien! Besos.

25 de marzo de 2011, 11:03  
Anonymous Ana ha dicho...

Quiero pediros disculpas a todos por mi desafortunada intervención.Ya sé que he sido demasiado apasionada y burra.
Elefante de Guerra: he vuelto a leer los versos de tu tía y me parecen geniales: sería maravilloso eso, poder controlar "el tiempo" en la escritura, y, sobretodo, poder controlar que no caiga la hoja contra nuestra voluntad. Son muy bonitos.
Yo, como soy más "burra", pues os voy a copiar estos versos que los recogió Pío Baroja de un poeta donostiarra (de San Sebastián) llamado Vilinch:

"Mando baten gañian
Domingo Campaña
etzitzian utsican
mando orren gaña.
Azpiyan dijuana
mandua dec baña
gañecua era badec
azpicua aña."

(Traducción: Encima de un mulo marcha Domingo Campaña. No están vacíos, ni mucho menos, los lomos de ese mulo. El que va debajo es un mulo de veras, pero el que va encima no le va a la zaga y es tan mulo como el que va debajo)
(Pío Baroja, "El País Vasco")
Bueno, aqui, doña Dominga, se despide.

25 de marzo de 2011, 20:31  
Blogger helena ha dicho...

Para algo mas de información sobre Edward Bernays: http://www.helenaiza.com/2011/03/yo-mi-me-conmigomisma-yomisma.html

25 de marzo de 2011, 22:53  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

¿Tan malo será que las cosas no nos sean indiferentes?
¿Para qué queremos estar de acuerdo en todo? ¡Menudo muermo! ¿Qué se aprende? Por si esto es Versalles, aviso de que a mí no me caben los guantes ni en la punta de la trompa. (Jopéee con los símbolos fálicos, ya sé yo ahora por qué no puedo dejar de fumar). Venga, faltas, muchas faltas de esas, por favor, que no estamos en un váter berlinés.
De los temas del vídeo de marras, uno que me parece interesante es la relación entre el consumo y el deseo. O sea, los objetos del deseo, los de verdad y los de mentiras, y qué es consumir.
Ahora veo enlace a Helena; guay.

25 de marzo de 2011, 23:19  
Blogger M ha dicho...

!Hola a todos!
helena no hay ninguna entrada en el spam, no sé que ha podido pasar. Quizás si escribes textos muy largos es mejor en varias entradas, para evitar que si hay un problema se pierda todo.
Siento que no se haya podido publicar tu entrada.
Besos

25 de marzo de 2011, 23:44  
Anonymous Ana ha dicho...

Cada loco con su tema: Yo sigo pensando que el consumismo, es decir, el comprar cosas que básicamente no necesitamos es algo que siempre ha ocurrido: los ricos desde siempre han comprado de todo, porque las personas no nos relacionamos con las cosas directamente (como los animales) sino que como "hablamos" pues nos relacionamos por medio de símbolos y las cosas simbolizan poder, juventud, belleza, inteligencia, dinero, etc... es decir, todos los deseos de las personas. Por eso hablaba yo ayer de collares y adornos de los prehistóricos y de todas las tribus. Creo que todos, ricos y pobres, han y hemos deseado desde la prehistoria comprar de todo. Y además es que es normal que sea así. Yo, como estoy loca con los romanos, os diré que en la época de la República eran muy austeros y por eso eran fuertes, poderosos y conquistadores, y que precisamente toda esa riqueza acumulada durante siglos "creó" el final de Imperio Romano, porque la gente con tanto "consumismo" se entregó al lujo, a los placeres y a la molicie, y también- va unido- al abandono de sus obligaciones y responsabilidades y a la corrupción, en una palabra, a la decadencia. Julio César sabía esto: os diré que escribe literalmente que un pueblo de la Galia, el Belga, es más fuerte porque está lejos y los mercaderes no llegan hasta allí y no llevan todas las cosas que sirven para debilitar (él utiliza la palabra "afeminar") los ánimos:

"Horum omnium fortissimi suntm Belgae, propterea quod a cultu atque humanitate provinciae longissime absunt, minimeque ad eos mercatores saepe commeant atque ea quae ad effeminandos animos pertinent important, proximique sunt Germanis, qui trans Rhenum incolunt, quibuscum continenter bellum gerunt."

(Julio César, La Guerra de las Galias)

(Traducción: Los más fuertes de todos estos son los belgas, porque están los más apartados del refinamiento y de la civilización de la provincia, porque rarísima vez llegan a ellos mercaderes con aquellas cosas que sirven para afeminar los ánimos, y porque son vecinos de los germanos, que habitan al otro lado del Rin, con los cuales hacen continuamente la guerra.)

Es decir, que desde siempre ha habido gente que ha sabido que el consumismo debilita las mentes de las personas y les puedes someter porque son más débiles y por lo tanto, más dóciles.Y respecto a lo de la propaganda, con todos mis respetos, me remito a lo que dije ayer.

Sigo en mis trece, pero educadamente expreso mi disconformidad ante el video en todos los sentidos.Firmado: una loca con su tema y con un guante versallesco preparado para echarlo al suelo y retar a un duelo.

26 de marzo de 2011, 0:43  
Anonymous Ana ha dicho...

Y yo pregunto ¿El sobrino de Freud hizo paicoanálisis? Porque yo creo que una persona que no ha hecho psicoanálisis ya puede leer la obra de Freud mil veces que no la va a entender: incluso algunas personas que hemos hecho psicoanálisis y no somos especialistas en la materia podemos entender la obra de Freud (algunas cosas sí, pero otras, no) Estoy harta de la gente que se cree que porque lee un libro de matemáticas es un matemático, o si lee un libro de medicina es un médico o si lee un libro de aviación es un piloto: así nos va todo, que nos creemos que todos sabemos de todo y podemos opinar sobre todo.

(Erratas en mi comentarior anterior: en lugar de "suntm" es "sunt" y en lugar de "echarlo" es "arrojarlo": sí. arrojar el guante, porque aquí estoy preparada para el debate a muerte: firmado: la debatista consumista y propagandista (Aquí estoy, a todo retar, y no viene nadie a este jardín de balas de plata, fusiles, legiones romanas y botas guerreras:¡Oh! ¡Está llamando el teléfono de Gila!: "-¿Es el enemigo? "-No,soy la soledad." "- ¡Ah, hola soledad, a veces me olvido de que eres yo". "- Vaaale, me voy contigo, como siempre...". Besos.)

26 de marzo de 2011, 14:56  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

¡Ana! No cojas rabietas, que luego vengo yo. (Ahora tengo que dar de comer a unas personas de la realidad).

26 de marzo de 2011, 15:02  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

El consumismo como ideología o doctrina me parece una porquería, pero los consumistas somos gente corriente, llena, por supuesto, de deseos insatisfechos. La verdad última de los deseos, el fondo del pozo por el que tales anhelos asoman los pescuecillos, será, supongo, que querríamos tirarnos a nuestros padres y exterminar a nuestros hermanitos (lo leí o imaginé leerlo alguna vez en Freud, menos mal que ya lo he olvidado, uf, qué sustooo). Si esto es así, afortunadamente lo vamos sustituyendo por cosas más o menos pacíficas, amorosas, inteligentes y respetables.
Creo haber oído que hoy es el día del Amor a Planeta (qué fuerte, colega), y esta mañana gente bienintencionada e inteligente llamaba a la radio para explicar, por ejemplo, cómo no desperdiciar el chorrito de agua que sale fría y se va por el desagüe, y unas cuantas cosas a las que podemos aplicarnos con alegre compulsión en relación a todo tipo de botones, interruptores, válvulas y esfínteres. Desde luego, esta es también mucho más pacífica y respetable que otras obsesiones, lo digo como pequeña practicante no creyente.
(Hago caso a M., y divido el pestiño).

26 de marzo de 2011, 20:11  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

En cuanto al documental (también comentado extensamente por Helena en el enlace que puso a su blog), solo he visto el primer capítulo, pero lo contemplo como un ejemplo de lo mismo que Helena denuncia: distorsión de baja intensidad (no hay mentiras flagrantes) pero sostenida, a base de superficialidad y efectismo. El que debería conocer mejor a Freud y el psicoanálisis, puesto que aparece como machacón leitmotiv, es el señor guionista o hacedor de la cosa. Yo creo que Señor Hacedor de flin también manifiesta tener deseos ocultos. Desde luego, lo que no parece es presa o víctima del ansia de profundizar en los textos, pero se me hace patente que desea seducirnos con una historia de villanos de verdad, gente que planifica y gobierna en las sombras a las masas, y seguramente quiere que admiremos su capacidad (la de Señor Autor) de revelar las grandes conexiones secretas. (Él también quiere tirarse a su madre y matar a sus hermanitos). Suscribo en general los comentarios que ha hecho Ana (cómo me gustó recordar las palabras de César sobre el vigor de los belgas y el afeminamiento de los ánimos). Se cuentan muchísimas más cosas de la vida de Freud que de sus ideas, y estoy segura de que hay infinitamente más psicologismo no psicoanalítico en las estrategias de manipulación que practica la propaganda. La propia Helena señala que en el libro del tal Barnays solo se cita una vez a Freud, y no estoy nada convencida de que el sobrinísimo fuera freudiano. A mí la cosa en general me pega más conductista, oyes. (Oye, Helena, ¿no te parece que, en cualquier caso, el pedazo de sobrino es poco tío para tanto fenómeno? Y Goebbels lo que copia y aplaude es, creo recordar, al bueno del gran Roosevelt, con quien se le ve departiendo).
No estoy de acuerdo con Ana (pues no) en que haya que psicoanalizarse para hablar de Freud. Y no creo que el psicoanálisis sea una ciencia, como decía Helena el viernes, sino una filosofía. Había oído decir que el psicoanálisis es una ética (¿lo qué?, ¿cuálo?, pensé yo al oírlo), o sea, una filosofía práctica, y me parece que esto es tal vez a lo que se refiere Ana, y es lo que mismamente voy entendiendo.

26 de marzo de 2011, 20:20  
Blogger Ali ha dicho...

Creo que el psicoanalisis, es una manera de vivir personal ó individual, en la que se trabajan nuestros propios síntomas de una manera concreta que solo el psicoanalisis puede dar cuenta, y que es a través de la palabra donde se manifiesta lo inconsciente de uno.
No hace falta estar en crisis para llegar al psicoanalisis; todos podemos llegar a él para intentar descubrirnos, poder vivir de una manera más feliz ó más acorde con nosotros mismos
Es esto una ciencia? ¿una ética? una filosofía?
es lo que a cada uno le venga bien que sea.

26 de marzo de 2011, 22:38  
Anonymous Ana ha dicho...

Elefante de Guerra: ¡Me has hecho pensar una barbaridad! Yo que estaba preparada para entablar combate, pues nada, a pensar, como siempre: Subscribo lo que dices sobre lo de los padres y los hermanos, y sobre esos deseos desviados hacia deseos respetables (pues ahí debe estar el quid del por qué de la existencia del inconsciente, sino no existiría el inconsciente): pero aquí sí que me gustaría extenderme: creo que esas cosas pacíficas, amorosas, inteligentes y respetables son las que verdaderamente nos curan: a ver si me explico: al final lo que te cura es esa ética con la que sustituyes a la otra ética que tenías (que en realidad tampoco creo que sea una “sustitución” en toda regla, sino que es la que surge (porque tampoco creo que podamos “elegir” la ética que “nos conviene” sino la que “surge” en el propio psicoanálisis, analizando las metáforas y las metonimias). Respecto a lo que dices sobre qué es el psicoanálisis, yo solamente me atrevo a decir que es un análisis de la psique (la consciente y mucha parte de la inconsciente) que además de curarnos también nos hace cambiar la forma de vernos a nosotros mismos y a los demás y todo (he hablado en plural pero en realidad yo solo puedo hablar de mí misma). Respecto a si es una ciencia, o una filosofía práctica (yo también me inclinaría a descartar lo de la ética, aunque la ética –la que surge en el psicoanálisis- es la que tiene, en mi opinión, un gran papel, sino el principal) sí hay una ética, como en todo lo humano, pues yo creo que hay algo de los dos conceptos, pero yo no sé definir: la parte médica correspondería a la medicina que ella misma desarrollaría una filosofía práctica o algo así. Tampoco me preocupa mucho, estoy de acuerdo con Ali, en que sea lo que a cada uno le venga bien: a mí me vale con la definición etimológica. Dices que no estás de acuerdo conmigo sobre que las personas que no se psicoanalizan no pueden hablar de Freud: no creo haber dicho eso: lo que he dicho es que no creo que puedan comprender a Freud y lo que quería decir dentro de esa oración (un cuento dentro de otro cuento, lo de M) es que aún menos pueden poner en práctica o algo así lo escrito por Freud (también he dicho que yo no lo entiendo, es más, digo que he leído algunos pocos libros de Freud: los iré leyendo poco a poco).
Ali: yo también creo que no hace falta caer en crisis para hacer psicoanálisis, por supuesto que no, es más, mejor no caer en crisis, digo yo.
Tengo la sensación de haber escrito todo muy condensado, como apretado, pero así me ha salido escribir. ¡Qué bien me ha venido pensar! ¡Sabéis lo que me ocurre? Pues como que estoy poniendo nombre o frases o lo que sea a cosas de mi propio psicoanálisis, y que al leer vuestros comentarios estoy entendiendo aún más todo, lo mío y lo que he podido leer por ahí a lo largo de tantos años, como que cada vez me parece que lo mío no es tan “personal”, sino que es algo mucho más “universal” de lo que creía.
Estoy alucinada.

26 de marzo de 2011, 23:22  
Blogger M ha dicho...

Una pequeña nota en domingo:
Estaba hojeando la revista del País y de repente he visto la cara del la "princesa inca", la suelo escuchar a veces en la radio, quizás hace años o solo uno- nunca he podido controlar en mi memoria el tiempo cronológico siempre se pone por encima el lógico y subjetivo- la escucho si coincide con mi tiempo libre y que conecto el dial.
No sabía cómo era su cara, pero sí lo que pensaba como me ocurre con algunas personas queridas de este blog.
Muchas veces pensaba que me gustaría saber cómo era físicamente (quizás hubiese sido suficiente con entrar en internet) y lo mismo me ocurre con vuestras caras.
Cuando he visto su foto me ha pasado lo normal, que no es como me la había imaginado.
A vosotras y al único hombre que mete entradas os tengo ya creada una cara e incluso un cuerpo, color de pelo, ojos, etc. A veces según lo que decís os cambio de repente el color del pelo, el estilo de vuestras ropas, etc.
De la princesa inca me gusta tener la oportunidad de escucharle tranquilamente-sin tener que mantener una conversación- cómo es su vida y los pensamientos de una persona diagnosticada con esquizofrenia. Muchas veces ella habla de las medicaciones, de sus efectos, de la sociedad frente a ella y viceversa. Además y sobre todo ella escribe poesía,y siempre lee una. Su voz y la letra juntas las hacen muy duras para mí. Lo que más me gusta es escucharle cómo se cuenta.
Ana como estás la ultima te digo a ti que es muy interesante lo que vas comentando, me has recordado a la velas del velero de la entrada de los "hombres frágiles" o algo así, ahora no me voy ni loca a comprobar la entrada.
Un beso de domingo para todos.

27 de marzo de 2011, 13:27  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Es verdad, Ana, me doy cuenta de que no querías decir lo que puse. Y leo lo que escribí yo, y me gustaría tal vez explicarlo, pero borro porque me pongo teórica y ajena y me siento como una auténtica cacatúa. Así que no voy a insistir, más que en que digo ética por conocimiento del bien, ¿eso que buscamos? Que no significa ser buenos ni respetables, ni sujetarse a códigos; o sí, o depende. Porque es un hallazgo que se verifica siempre individualmente, y como elección; que será sumisión si no, y entonces no será (¿o sí?): el bien y cada uno, cada uno y el bien ("El Bien, el Mal y Cada Cual", como una peli mala, pero bien buena). La ética como búsqueda y hallazgo cadacualista. El cadacualismo de las concordancias entre los deseos, las condiciones, las necesidades, las obligaciones y las creencias (que son ellos conceptos barrigudos, atiborrados de conceptos), sus posibles líneas y bingos, en el cartón personal, tan igual y tan distinto de todos los cartones del supercasino cósmico. (Aj, me piro de inmediato a beber un periódico y leer unos vermutes, que, en efecto, me hace ya mucha falta).
(M., qué alegría leerte y qué frescura, no sé quién es la Princesa Inca, pero la tendré en ese periódico.)

27 de marzo de 2011, 13:57  
Blogger Ali ha dicho...

¿Y ahora por dónde seguir?
Ana nos dice que cada vez entiende mejor su análisis, y elefante de guerra nos acaba el asunto con el tema de la ética, dejándonos todas las puertas sin cerrar sobre el bien y cada uno y lo complicado de ver porqué se hacen en realidad las cosas, la ética y el cadacualismo, qué dificil centrarse en la vida. La ética de cada uno que tampoco nos hace terminar de ver, porque surgen las dudas,las culpas, los límites..en fín, el análisis de cada cual ó de cada uno

27 de marzo de 2011, 17:00  
Blogger Ali ha dicho...

! Q buena la experiencia de poder hablar sin poner cara ni cuerpo con gente seguramente dispar! la imaginación a tope. yo tuve una experiencia de cartearme durante mucho tiempo con una persona a la que no conoci nunca pero que la imaginé siempre de una manera que pienso que nunca me hubiera defraudado.Muchas veces sentí que hasta hacía mi propio análisis.
Me gustaría oir a la princesa inca, si nos dices dónde encontrarla M.

27 de marzo de 2011, 17:25  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Ay, sí, vamos a tomar el aire fresco que nos ha traído M! M: lo de las caras es divertido lo que dices porque a mí también me ocurre: al final va a ser verdad lo que dice Elefante de Guerra de que los cartones son tan iguales y tan distintos (¡Bingo!¡Elefante de Guerra!A mí me ha encantado cómo lo has explicado, hasta con película y con todo!- De todas formas a mi no me importaría nada, nada, nada, que te pusieras en plan cacatúa, como me suelo poner yo, que ya lo estamos diciendo, que no somos tan diferentes... pero la diferencia que tenemos,- ¡Ay, lo que dice Ali!- es esencial, tan esencial que eso, el cadacualismo (¡Cómo me ha gustado la palabrita!¡El Cuadacualismo! y ya no te digo la frase de "el cuadacualismo de las concordancias entre los deseos, las condiciones, las obligaciones y las creencias" ¡Bingo, Elefante de Guerra!)Bueno, os dejo, me voy a ver esa peli nueva buenísima.

27 de marzo de 2011, 17:42  
Anonymous Ana ha dicho...

Acabo de abrir el País Semanal y hay un reportaje sobre la Princesa Inca: si tecleáis en Google "País Semanal Princesa Inca" aparece. Yo lo voy a leer ahora.

27 de marzo de 2011, 18:42  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

He podido ver el video sobre Edward Bernays sobre el que han debatido. Bernays era sobrino de Marta Bernays, esposa de Freud. O sea, sobrino político de éste.
El video tiene varias aspectos muy distintos, y eso produce cierta confusión. En primer lugar la teoría de Freud está muy vulgarmente simplificada. Pero es cierto que de interpretaciones diversas y tergiversadas de lo que inauguró Freud en el saber, ha derivado toda la psicología del siglo XX y gran parte de las técnicas de manipulación de masas. Es decir, el saber de Freud, al igual que otros saberes, fue empleado malévolamente de muchas formas. Obviamente siempre degradando su teoría pero usando el concepto de sujeto y de inconsciente para intereses de manejo y control de masas.Freud describió el sujeto dividido entre consciente e inconsciente, su fragilidad, puso al descubierto mecanismos psíquicos como la anulación del sujeto en la masa, los mecanimos de poducir y manejar la angusti, y sobre todo que hay una dinámica del psiquismo en las personas sobre la que se puede influir. Es como si Freud hubiera descubierto un mundo y muchos se metieron a aprovecharlo. Lo primeros los totalitarismos del siglo XX, nazismo y comunismo. No habían leído a Freud pero ya se había introducido en la civilización la idea de manejo de los sujetos y de las masas. Fueron genios de la radio, el cine, el cartelismo, etc. Los totalitarismos no triunfan y se mantienen solo por el terror, sino que es aún más importante la sugestión, el dominio de las consciencias.
Es cierto, como dice Helena, que Bernays es un personaje que representa el inicio de la propaganda y publicidad en sentido moderno, para promover el consumo como ideal de vida. Un gran ideológo de las empresas americanas, lo que describe muy bien el video. Ideó como causar el deseo de comprar objetos proponiéndolos como el medio de la felicidad. Para ello me parece impresionante el concepto "ingeniería del consentimiento". Eso es hoy día lo más actual de las técnicas de evaluación en consumo, sanidad, trabajo...
Se trata de que el sujeto consienta en ser causado por otro, por lo que le proponene. Hoy es lo que hay.
El video plantea el condicionamiento de los deseos, pero más bien diríamos que se trata de proponer modos de satisfacción, lo que en psicoanálisis llamamos goces. Los deseos pueden no coincidir con lo que pedimos o compramos, el goce sí, es eso.
En América particularmente pronto se impuso una versión del psicoanálisis freudiano la "egopsichology", o psicología del yo, que se proponía adaptar al sujeto al modo de vida contemporáneo. Es la idea de crear un yo fuerte, ideal capaz de gozar sin perturbaciones.
Este video, interesantísimo por lo que muestra para entender hacia donde ha ido la vida contemporánea, no muestra claramente la radical diferencia entre los presupuestos éticos de Freud y los del sobrinito. Freud con su descubrimiento propone un método para posibilitar al sujeto decidir sobre el saber que puede obtener en la operación analítica, apela a su responsabilidad para decidir sobre su deseo. La propaganda de Bernays, y las otras, pretenden inducir a los sujetos lo que ellos quieren que hagan. Desde comprar tal jabón, a votar a fulanito,o incluso, a denunciar a judíos o disidentes. Se trata de versiones del discurso del Amo. De instaurar un Amo en la subjetividad de los sujetos y de las masas. Un Amo que "sabe" lo que quieren y lo que les conviene. Sugestión se llama la operación, que es diametralmente opuesta al psicoanálisis.
El video no deja clara la opinión del autor. Parece por momentos algo crítica pero deja la ambiguedad,indecente, de si se trata de algo ienspirado por Freud. Es ahí donde cae también en ser un producto de la propaganda que parece denunciar. Ocultar el propio criterio, la propia enunciación induce siempre al engaño.
Muy interesante Helena.

27 de marzo de 2011, 19:32  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Querida M. la entrada que mencionas era "El irresistible ascenso de los hombres livianos".
Bien lo del "cadacualismo", si es para la salida singular, sin olvidar que vivimos en el "otrismo", habitamos el lenguaje que precisa el vínculo social.
Sobre la cuestión de qué es el psiconálisis, no es una ciencia (la ciencia exige la repetición del experimento, su objetivación y redemostsración, no posible en la irrepetibilidad del psicoanálisis), es un "saber", en el sentido de conjunto de conceptos que ciernen lo que causa a un sujeto, un discurso, el analítico,que propone una ética entendida como el acto que corresponde al deseo del sujeto.
Si está demasiado claro ¡oscurezcámoslo!

27 de marzo de 2011, 19:49  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Jopé, Viar-sensei, más sensei que nunca: Qué análisis. No oscurezcamos nada, por favor, que yo acabo de terminar de leer la clase "El goce de la transgresión" en mi Lacan seven, ¡y no he entendido un pijo!, a punto de colgar del balcón mi bandera blanca con un bichobola en posición de berrinche, completamente redondo. Ya sé, ese Otro que subraya es la misma sustancia de todas las cosas, el cada cual parece casi solo un empeño, una aspiración o un sueño, el del encuentro de lo irrepetible, que dice.

27 de marzo de 2011, 20:41  
Anonymous Ana ha dicho...

Yo otra vez alucinada: es decir, que no he entendido la finalidad, el objetivo que tiene el video. Pero tampoco creo que tenía que haberme callado ¿No?. Iñaki Viar: tampoco te he entendido muy bien, pero bueno, como tú dices, es lo que hay. Ayer cogí una "rabieta" porque nadie venía a debatirme, y hoy, pues nada, no te entiendo (o a lo mejor no quiero entenderte a causa de la rabieta de ayer).
Pues nada, a seguir alucinando, que por lo visto es lo mío últimamente.

27 de marzo de 2011, 21:47  
Blogger Iñaki Viar ha dicho...

Querida Ana, no estás alucinando nada. Simplemente es complejo analizar las cuestiones que plantea. Yo tampoco estoy seguro de haber captado el conjunto de la cuestión. Tu habías entendido muy bien que es un video que trata mal a Freud, situándolo en la línea de los manipuladores como el sobrino de marras. Y yo estoy de acuerdo, creo que en América nunca entendieron a Freud, por la diferencia de civilización. Pero si apartas esta cuestión, se puede ver un interesante comentario sobre la manipulación propagandística política,ideológica y comercial. Siempre ha habido propaganda como tu dices (nuestros admirados romanos ya lo habían hecho casi todo)pero la moderna, la de medios de masas, tiene particularidades diferentes de manipulación. Como siempre la gran inteligencia de Julio Cayo César supo ver que la actitud guerrera es incompatible con la molicie. ¿Ese pueblo belga era el de Asterix y Obelix?

27 de marzo de 2011, 22:22  
Anonymous Ana ha dicho...

Querido Iñaki Viar: Vale, si apartando esa cuestión tú ves un interesante comentario sobre esas manipulaciones, pues perfecto. Yo no soy psicoanalista y no veo todo eso. Será complejo para mí.
Me ha gustado mucho lo que has dicho sobre "otrismo" ¡Era el único cuadro que le faltaba a Elefante de Guerra para completar su cartón de bingo! ¡Hoy no nos digas que no, dínoslo otro día!(La aldea de Asterix y Obelix no tiene nombre pero está al norte de la Galia, junto a Calais: desgraciadamente no existió. Por cierto, me encantan los libros de Asterix)

27 de marzo de 2011, 22:50  
Anonymous Ana ha dicho...

Errata: Resulta que les he preguntado a mi marido e hijos en dónde está la aldea y me han contestado en plan inculto y todos gritando que en Calais, y yo no muy convencida pero crédula les he hecho caso: que no, que está en Normandía o La Bretaña (lo he mirado en el mapa), por lo tanto en la época de César eran los que en su propia lengua eran llamados celtas y en la lengua latina galos.)Buenas noches a todos.

27 de marzo de 2011, 23:44  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Qué silencio! Nadie escribe. Pero yo aún tengo algo que decir, aunque sea la única, la única(¿Sola contra todos?)
Pasado el susto de ayer quiero decir, Iñaki Viar, que no me has convencido en absoluto. Puedo hacer un acto de fe y lo haré, pero de convencimiento, nada.
Yo continúo expresando mi disconformidad ya no solo por el video sino por lo que dices. Que, vamos, que tengo ganas de guerra.

1ª.-No "cambies" lo que dijo Julio César: Julio César dijo que eran los artículos, artículos, artículos que llevaban los mercaderes, mercaderes, mercaderes, los que debilitaban los ánimos.(Estamos hablando de personas que saben eso incluso de una forma consciente, puesto que lo que escriben)Y después se puede considerar que esos artículos crean la sociedad del bienestar.... ¡Y qué me decís de aquella frase célebre "panis et ludi circenses"?(Es decir, pan y circo, que embotan a las masas que van como locas a los espectáculos sangrientos.)

2º.- Dices que en la actualidad la propaganda y el consumo es diferente que la de los tiempos pasados: de acuerdo, pero solamente por dos aspectos:
a.- Porque llegan a un número mayor de gente
b.- Poque los medios tecnológicos actuales se basan mucho más en imágenes, músicas, etc... que los antiguos, que solamante se basaban en el aspecto externo de las personas, en el lenguaje oral y después en el escrito.Pero yo creo que en el fondo es lo mismo.

¿Qué me decís en la época de las Cruzadas? Más propaganda que aquello...Y tú mismo mencionas lo que hicieron los alemanes durante la guerra, las manipulaciones tan terroríficas (y ellos no leerían los textos de Freud, un judío.)
Lo de que fumen las mujeres yo me inclino a pensar que fue por influencia del cine de aquella época en la que las mujeres fumaban.

Y para terminar diré ¿Qué tiene que ver eso con el psicoanálisis? Desde luego a mí no me suena nada de eso ( a no ser que cojas a un niño recién nacido y empieces a manipularle de una forma consciente, deliberadamente de lo que se quiera)

Nada, que no estoy nada convencida de tus teorías sobre el consumo y la propaganda actuales.

A mí todo esto me recuerda a un hijo mío que ha encontrado en Internet un video que habla sobre que el tsunami de Japón (precisamente estamos en la entrada de esa catástrofe) la han provocado reunidas en un complot unas manos negras en no sé donde y que son capaces de provocar semejantes catástrofes. Como lo oís: hay gente convencida de ello. Pues bien, yo no estoy convencida de esos complot de personas que deliberadamente comenzaron a conseguir eso que dice el video y que dices tú, Iñaki Viar. Creo que la economía, los mercados, la propaganda, el consumo, etc... es otra cosa.

Ahora, si me lo permitís, voy a hacer el acto de fe. (¡Ay que se me ha olvidado cómo era eso de creer!)Pues no. ¡Vae victis!

(Como no escribía nadie, pues nada, yo a lo mío
tra-la-rá, qué za-pa-ta-zo me va a caer por haber dicho estas cosas, tra-la-rá,qué mi-e-do, tra-la-rá, ¡Ay!)

¡No me digáis que me voy a quedar con la indiferencia del silencio! yo por si acaso llamaré a soledad: ¡Sole, espera, que voy contigo!

(Lo de qué es el psicoanálisis creo, Iñaki, que te he entendido muy bien)

28 de marzo de 2011, 23:01  
Anonymous Ion ha dicho...

Llego para solucionar este decisivo enigma. He abierto un comic de Asterix y Obelix de 1961, para comprobar que la aldea se encuentra en la antigua Armórica, hoy en día el departamento de Bretaña, en Francia. ¡Qué grandes recuerdos, los que traen los irreductibles galos, rodeados, (como muestra en el mapa) por los campamentos romanos de Petibonum, Laudanum, Babaorum y Aquarium!

28 de marzo de 2011, 23:08  
Anonymous Ion ha dicho...

Viar Sensei (esta denominación cada vez más me recuerda a Pai Mei de KIll Bill 2, elefanta). Me encantaría que dedicases una entrada al difícil momento que supone la elección entre dos bienes para una persona, y la pérdida (o ganancia) que conlleva. Dice Sócrates que "hagas lo que hagas te arrepentirás"...

28 de marzo de 2011, 23:17  
Anonymous Ana ha dicho...

Bueno, ahora sí que hago el acto de fe, y lo hago de verdad: que sí, que os creo, aunque no lo entienda. Vosotros sabréis. Esta lección no la he entendido, pero a lo largo del curso he aprendido muchas lecciones, he aprendido mucho y me ha gustado mucho, mucho y mucho y yo os lo agradezco. Un beso.
(Vaya, justo ha entrado Ion diciendo lo de la aldea, muy bien, Bretaña (pues eso, celtas se llamaban ellos mismos y galos les llamaban los romanos). A mí también me interesa el tema que plantea Ion)

28 de marzo de 2011, 23:34  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, qué energías, ¡a estas horas, la Virgen y San José! Con la ópera estás muy lucida, pero con la zarzuela eres mundial. Bueno, pues como decía el pirata negro (no me acuerdo de qué Asterix era), "¡Oh tempoa, oh moes!". Aunque no te voy a llevar la contraria, has de ver como yo cuánto más y más tomamos las cuentas de cristal de los misioneros a cambio de nuestras almas. Me apena un huevo (de la mente) ver a las crías (más ellas, pero también ellos) comprar continuamente abalorios de toda especie o sufrir por no tenerlos; tengo sobrinas y algunos miradores a las sobrinas del mundo. La escasez nos hacía más vigorosas, somos un poco más galas que ellas. (¿Que solo más viejas?). Entiendo su ansiedad, me gustaría decirles: ya sois muy, muy guapas, ese hueco no se llena con estampados ni sortijas ni juguetes tecnológicos. El problema es que no sé cómo se llena, yo solo puedo hablarles de bobadas que probablemente les harán el agujero más gordo, estoy yo para enseñar a nadie a rasear paredes. Hay un fenómeno en física, que no me acuerdo de cómo se llama ahora (probablemente no lo he sabido nunca, en realidad; incluso tal vez el fenómeno en cuestión me lo estoy inventando), por el que una acumulación de lo mismo produce un cambio cualitativo. (Y dime qué cenas).
Ajajá, Ion, Kill Bill, Kill Bill ... no la he visto; y Pai Mei, Pai Mei..., pues no sé quién es. Pero tú sabrás qué patadones quieres aprender de él, humm. Conque una elección entre dos bienes. Bonito-bonito problema, sí, te felicito.

29 de marzo de 2011, 0:08  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Ay, Elefante de Guerra! ¡Cómo te diría yo que también tengo hija y que en cuestión de abalorios tanto monta monta tanto el sexo masculino como el femenino, y que por lo menos en mi época los hombres no estaban tan esclavos de los abalorios y demás...!Pero es muy tarde, ya hablaremos. Además el tema de Ion atrae mucho. ¡Por qué preguntas lo de la cena?

29 de marzo de 2011, 0:34  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, es verdad, qué raras parecen las bobadas leídas: lo de la cena era un decir de elefanta, que te notaba envidiablemente alimentada y yo, un poco exhaustita, recién llegada al blog después de dar la vuelta al día en unos cuantos mundos.

Dejo mi granito de arena en forma del clásico norteamericano al migudo tema propuesto por Ion:


EL CAMINO NO ELEGIDO

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo hecho quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.


Robert Frost (1874-1963)

29 de marzo de 2011, 23:23  
Anonymous Ana ha dicho...

Elefante de Guerra: yo no creo que dijiste ninguna bobada, sino todo lo contrario, para mí demasiado profundo, porque ¡Cuánta razón tienes cuando dices lo de la imposibilidad de llenar huecos!Las ansiedades de los jóvenes no son ninguna bobada, pero yo también estaba ya cansada.
(Muy bueno lo del pirata negro- que por cierto no aparece en uno de los libros sino en muchos, en la mayoría).

Muy bonita y muy adecuada al tema la poesía que nos presentas.

A mí lo único que se me ocurre aportar es que recuerdo una película terrible en el que una madre tiene que elegir entre su hijo y su hija para entregar a los nazis: a mí aquella escena se me quedó grabada. Pero no me acuerdo del título de la película ni del argumento ni de nada más.

29 de marzo de 2011, 23:43  
Anonymous Ana ha dicho...

Por lo que he podido leer parece que Sócrates dijo lo que dices, Ion, cuando un discípulo le preguntó si es mejor quedarse soltero o casarse. También debió decir que los estornudos propios y los de los demás (según venían del lado derecho o del izquierdo o si venían de delante o de detrás) le servían para tomar una u otra decisión.(Sócrates, aparte de un gran sabio, debía ser muy salado).
Y ya que hemos hablado de los filósofos griegos y de cine he leído en Internet una crítica de la película Matrix que dice se inspira en el mito de la caverna de Platón, entre otras razones porque el protagonista tiene que tomar una decisión difícil al tener que elegir entre dos píldoras: una de ellas, la azul, que representa continuar dormidos en la ignorancia del mundo sensible, el que conocemos a través de los sentidos, y otra píldora, la roja, que representa el renacer y el aceptar ir a una nueva realidad con el riesgo que tiene. A mí me parece que esto tiene que ver con el psicoanálisis, cuando nos arriesgamos a conocer nuestro inconsciente, a conocer otra verdad, otra realidad, que es por la que nos regimos.
Alea iacta est!

30 de marzo de 2011, 20:43  
Anonymous Ion ha dicho...

A mi me han contado que el protagonista de Matrix, Neo, (curioso nombre), es una metáfora de Jesús, y Neo, es el nuevo hijo de Dios, que viene a salvar a los humanos de las máquinas (¿juicio final?). Esta claro que hay para todos, pero, Ana, tu interpretación me gusta.

30 de marzo de 2011, 21:11  
Anonymous UNAMAX ha dicho...

http://www.youtube.com/watch?v=VF8r540I3FY. ESTA ES UNA DE MIS CANCIONES FAVORITAS. lA ESCENA CERCANA AL FINAL DONDE ESTA CANTANDO MARY POPINS DELANTE DEL ESPEJO Y LE DICE : DESCARADADA ES LO MÁS. HABLANDO DE PILDORAS. pORFA YO CON AZÚCAR.

30 de marzo de 2011, 22:27  
Anonymous Ana ha dicho...

Otra película en la que el protagonista, en lugar de decir "alea iacta est", dice "buenos días, buenas tardes, buenas noches": el show de Truman, me parece fantástico cómo decide el protagonista saber la verdad, cómo toma la decisión de embarcarse (en el sentido literal y metafórico)e ir hasta el falso horizonte y rasgar el muro de separación que hay entre su mundo y el otro mundo, el verdadero. A mí esta película me gustó mucho.

(Ion: no sabía lo del paralelismo entre Neo y Jesús, seguro que es otra interpretación muy "juiciosa" (lo que dices del "juicio final"))
(Unamax: he visto el video: muy apropiado para las píldoras (yo también con azúcar, y con miles de cosas buenas más), y lo de descarada también me suena, cuando descubrimos ante el espejo todos nuestros descaros: yo me he sentido y me siento muchas veces que soy una descarada y una fresca.)

31 de marzo de 2011, 20:37  
Blogger M ha dicho...

Genial volver a escuchar esa canción UNAMAX.
Qué recuerdos! siempre me ha gustado, me pone contenta. Yo también con azúcar por favor!!
Ana la película el show de Truman me pareció muy buena, también me gustó mucho.

31 de marzo de 2011, 21:15  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Supercalifragilístico espialidosooooo. Y como la cosa va de súgar, me he acordado de una cancioncilla: Sugar, oh honey, honey, por The Archies, muy sonada; con una letra (la acabo de ver en el yutuf) capaz de inducir un coma diabético hasta al más dispuesto. La peli que recordaba Ana anoche podría ser "La decisión de Sophie"; leí la novela hace no mucho y la cosa de fondo es la colaboración de la víctima en su destino. De Mátrix, como de "El show de Truman", para mí lo mejor son las cosas que dice Ana: conocer, renacer. Resulta que me mandó ayer una paciente amiga una frase tónica de esas que se hacen circular, algo así como "Aunque el pasado nadie puede cambiarlo, ahora puede ser el momento en que comience tu nuevo destino". Le respondí corriendo: "Gracias, muy bonito, ¿qué quiere decir comenzar?". Ella piensa que disfruto estropeándole frases bonitas (psssé, un poquito de nada sí disfruto), y no se cree que me deja con una pata atascada en el agujero de pensar: qué significa empezar, qué es un principio: pues una convención, una arbitrariedad, es una fantasía; en la verdad de las cosas nada comienza. Y para más resultas, resulta que también ayer por la mañana encontré un librito, "Vacilación", de un poeta bilbaíno, José Fernández de la Sota, que he leído hoy sintiendo pronunciar a dos voces (pues la mía y la de él, claro) los versos, aunque casi sin pensarlos (que lo merecen), un bonito pequeño trance. El pretexto del libro es Kafka, pero en el coro de soliloquios (la figura, el poeta y nos, los lectores) a veces se establecen milagrosas correspondencias. "No hay principio" dice en la página 18, y se pregunta (en la 21), "lo que no comenzó, ¿podría terminar?".
Yo le veo mucha relación con todo esto, con la tragedia de Fukushima, las efracciones traumáticas y toda otra efracción, con la muerte cotidiana y la definitiva, con tomar decisiones y atreverse, con morir y después seguir vivo, y también con atreverse a no comenzar, por ejemplo. (Pero solo he pensado hasta aquí y me queda más de la mitad de la pata aún en ese agujero).

1 de abril de 2011, 0:24  
Anonymous Ana ha dicho...

(Al meter mi comentario veo el tuyo, Elefante de Guerra: jo, estupendo.)
Ahí va el mío (lo escribí anoche):
Sobre este tema, el de la elección, y al hilo de que has mencionado, Ion, a Sócrates, quisiera comentar cómo Sócrates tomó la decisión de ser fiel a sí mismo, a su filosofía, a sus enseñanzas, y lo hizo cumpliendo rigurosamente la ley y los actos religiosos: antes de beber la cicuta (a la hora que marcaba la ley) oró, hizo una libación a los dioses y sacrificó un gallo a Asclepio (dios griego, Esculapio para los romanos).
Y precisamente el día de su muerte habla de algo que ha comentado Ion: sobre la pérdida o la ganancia que obtenemos cuando elegimos algo. (Al menos yo lo considero así) Pero Sócrates no habla ni de pérdida ni de ganancia, sino sobre algo más curioso, que a mí me hace pensar: precisamente es sobre el dolor y el placer porque el día de su muerte está en la prisión con sus familiares y amigos. Una vez que se llevan a los familiares fuera de la celda, se sienta en la cama, dobla una pierna, se la restriega y fricciona con la mano y les dice a sus amigos:

"- Qué cosa más extraña, amigos, parece eso que los hombres llaman placer! ¡Cuán sorprendentemente está unido a lo que semeja su contario: el dolor! Los dos a la vez no quieren presentarse en el hombre, pero si se persigue al uno y se le coge, casi siempre queda uno obligado a coger también al otro, como si fueran dos seres ligados a una única cabeza. Y me parece -agregó- que si hubiera caído en la cuenta de ello Esopo hubiera compuesto una fábula que diría que la divinidad, queriendo imponer paz a la guerra que se hacían, como no pudiera conseguirlo, les juntó en el mismo punto sus coronillas; y por esta razón en aquel que se presenta el uno le sigue a continuación el otro. Así también me parece que ha ocurrido conmigo: una vez que por culpa de los grilletes estuvo mi pierna el dolor, llegó ahora en pos suyo, según se ve, el placer."

(Platón, "Fedón o Del Alma")

(Me recuerda a un libro que leí para dejar de fumar (por cierto, ¡He dejado de fumar!, después de cuarenta y pico años) en el que decía el autor que fumar es simplemente quitar el mono, que es como cuando estás todo el día con unos zapatos que te hacen daño y que cuando llegas a casa te los quitas y dices ¡Qué placer!... pues que fumar es eso: ¡qué placer quitar el mono! Y el propio cigarro te da dolor (mono) y te da placer (te quita el mono). Después de leer aquel libro estuve… ¡Un día! sin fumar…

A mí me surge la pregunta de cómo se puede interpretar a la luz del psicoanálisis estas palabras de Sócrates. Me suena lo de que con el dolor se aprende y el aprender te da un saber, que adespués te causa dolor… A lo mejor el psicoanálisis no dice nada sobre esto, pero yo, por si acaso, pregunto Me encanta preguntar, por eso, que no quede. Y si alguien me contesta: pues, eso, ¡Qué placer!.

1 de abril de 2011, 8:47  
Anonymous Ana ha dicho...

Ahora he leído más despacio tu comentario, Elefante de Guerra: ¡Cómo bailaba yo la de "Sugar,Honey"!! ¡Qué recuerdos!
Sí, la peli es "La decisión de Sophie" (he mirado en Internet) y seguro que es lo que dices.
Totalmente de acuerdo con lo del verbo "comenzar" o "empezar". Eso es lo que quise decir el otro día cuando me hiciste pensar tanto: que lo que surge en el psicoanális (la ética y todo lo demás) es simplemente un conocimiento, un conocimiento que era inconsciente, pero que no es nuevo, que no es empezar nada. Quizás por eso dice Iñaki Viar que el psicoanálisis es un "saber".
Yo ya me he quedado con las ganas de saber cómo sigue lo de las "Vacilaciones" ¿puede o no puede terminar lo que no tiene principio? Ya nos contarás, ¿No? Espero que nos cuentes el final... aunque sea imaginado por tí, no sea que diga que no, que tampoco sus pensamientos tienen final:¡ Pues vaya faena!

1 de abril de 2011, 15:30  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

El libro que dije es un largo poema que narra una pregunta. Y las preguntas terminan, por lo menos en los manuales de entonación, mirando hacia arriba o suspendidamente horizontales, son gusanos retorcidos y bastante tensos.
Ana, nunca te fíes de un poeta, menudos tramposos. "Vacilaciones" acaba así:

"Escucha:
no hay principio,
empecemos."

2 de abril de 2011, 13:37  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Levanta el dedo Eugenio Montale, un señor tan serio (ja, entre pillos anda el juego), quiere intervenir:

La anguila

La anguila, la sirena
de los mares fríos que deja el Báltico
para llegar a nuestros mares,
a nuestros estuarios, a los ríos
que remonta, profunda, bajo adversas crecidas,
de ramal en ramal, sutilizados
de hilo en hilo
cada vez más dentro, más en el corazón
de la peña, filtrándose
entre bolsas de cieno hasta que un día
una luz brotada de los castaños
enciende su desliz en pozas pantanosas,
en zanjas que descienden
por las pendientes de los Apeninos
a la Romaña,
la anguila, antorcha, fusta,
flecha de Amor en tierra
que solo nuestros barrancos o los resecos
arroyos pirenaicos devuelven
a paraísos de fecundaciones;
el alma verde que rebusca vida
donde muerde el bochorno
y la desolación,
la centella que dice:
Todo comienza cuando todo parece
carbonizarse, rama sepultada,
breve el iris, mellizo del tuyo,
del que engarzas entre las pestañas,
y haces brillar, intacto, en medio de los hijos
del hombre, inmersos en tu fango,
la anguila, ¿puedes no creerla hermana?

(Eugenio Montale, 1956)

2 de abril de 2011, 13:43  
Anonymous Ana ha dicho...

No, no me he explicado bien: ese "saber" es viejo y es nuevo: es viejo por lo que tiene del cadacualismo y es nuevo por lo que tiene del otrismo (es lo que yo pienso).
“Atreverse a no comenzar” ¡Menuda frase, Elefante de Guerra!¡Qué sugerente!
Yo ahora voy escuchar "Madame Butterfly" de Puccini, una ópera que se desarrolla en Japón.
Besos.

2 de abril de 2011, 13:45  
Anonymous Ana ha dicho...

Hemos entrado a la vez: ¡Cómo me ha gustado el final! ¡Empecemos! De verdad, me encanta ese final.Versos preciosos los de Montale, Elefante de Guerra.

2 de abril de 2011, 13:50  
Anonymous Ana ha dicho...

Comenzar, acabar, ¡ Pues comencemos y acabemos! y ¡Acabemos y comencemos! A mí, como soy más prosaica, se me ocurre el palíndromo (ya sabéis, que se puede leer de izquierda a derecha,y viceversa, del principio al final o del final al principio: "In girum imus nocte et consumimur igni"(Traducción: andamos de noche girando y somos consumidos por el fuego)(Traducción literal: Hacia el giro andamos por la noche y somos consumidos por el fuego)( A mí me ocurría cuando hacía psicoanálisis: siempre dando vueltas a lo mismo y sufriendo: pero después llegué al final, y al principio, y empezar y acabar y ¡todo muy bien!. Arriesgarse a comenzar, a acabar, y también a continuar: los tres verbos son riesgos: pero lo de "empezar", y sobre todo eso que se dice "empezar de cero", pues lo veo difícil, sino imposible. ¡Uf! termino lo comenzado en este comentario. ¡Uf! Me voy. Besos.

2 de abril de 2011, 15:39  
Anonymous Ana ha dicho...

Artículo aparecido ayer en el periódico “El País”: es uno de los artículos que más me ha gustado (de toda mi vida)…. ¡Y habla de giros!. ( …y de verdades, educación, civilización, mitos, logos, filosofía, arte, naturaleza, ciencia, identidad, narrativa, novela, política, constitución, Freud, democracia.) (Es una reflexión a partir de Thomas Mann)- A mí me ha encantado.

CRÍTICA: PENSAMIENTO
La verdad del mito
JAVIER GOMÁ LANZÓN 02/04/2011

Os copio solamente estos dos párrafos:

“ La identidad del hombre depende de la habilidad para crearse una narración creíble sobre el mundo que ilumine el sentido de la existencia y otorgue a su vida un papel digno y significativo dentro del conjunto.”
“[…]Mann explica esta evolución espiritual en sus ensayos sobre Freud y en su autobiografía: "Di el paso de lo individual-burgués a lo típico-mítico". Ambas transiciones, la política y la literaria, coinciden en lo sustancial, porque, para Mann, el mito es la representación artística de la democracia.”

(Javier Gomá Lanzón, La verdad del mito)

(Ahora sí que me voy con soledad, digo con sole, digo con sol, ¡sí, con el sol y con la lluvia que hace hoy aquí en Bilbao- el escritor Javier Gomá Lanzón es bilbaino-) Yo, ya sabéis, soy griega y latina pero porque soy bilbaina, y como podemos ser de donde queram…. No termino la frase, porque esta vez me cae el zapatazo de verdad. (Por cierto, parece que Zapatero no nos va a dar más zapatazos, veremos quién nos los dará.)

3 de abril de 2011, 16:09  
Anonymous Ana ha dicho...

Iñaki Viar: te pido que escribas otra entrada porque yo me voy a morir de pena en este jardín solitario y silencioso. Como diría Elefante de Guerra:¡ La Virgen María y San José y Todos los Santos del Cielo y algunos de la Tierra, cuánto, cuánto, cuánto he aprendido sola en el jardín, pensando que me he pasado escribiendo y que os he como quitado a los demás las ganas de escribir, y que no debo decirle cosas a Iñaki que me hagan pensar que me puede pegar con un zapato en la cabeza...: Iñaki, que todo te lo he dicho con cariño, con mucho cariño.Prometo escribir menos y solamente de vez en cuando. Ya he aprendido la lección. Quizás, a mi apasionamiento habitual se ha unido que he dejado de fumar, y después de tantos años, es posible que me haya alterado y que por eso aún escribo más. Pero lo prometo: me portaré bien. Ya veréis.

4 de abril de 2011, 0:02  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, eres una comedianta. Ya veo, ya veo que tú también aprendiste a hablar escondida debajo de la mesa de la cocina, con aquellos grandes maestros del cuadro de actores de la radio, los inolvidables textos de Sautier Casaseca y las declamaciones de Doroteo Martí. ¡Cuánto nos gusta el teatroo!

4 de abril de 2011, 9:51  
Anonymous unamax ha dicho...

Hola amig@s. Os escribo estas lineas para deciros que voy a cambiar de jardín por una temporada. Tengo muchísimo trabajo y tengo que atenderlo. Durante el tiempo que he participado en el blog, me lo he pasado fenomenal, y he aprendido muchas cosas. Ha sido un placer compartir mis pensamientos e ideas con vosotros. Muchos besos y abrazos. Hasta pronto

4 de abril de 2011, 15:21  
Blogger M ha dicho...

Ana cielo, no sientas que te has pasado escribiendo y menos que nos has quitado las ganas a los demás. Entiendo que lo escribas, pero ya sabes que muchas veces interpretamos mal los signos externos. En absoluto nos has quitado el ánimo de seguir poniendo aquí lo que pensamos o nos apetece escribir. !No faltaría más cariño!al contrario.
Yo no lo hago mucho últimamente pero os leo y te leo muy a gusto, de verdad.
Me pasa que en las que estoy me cuesta...el campo de algodón me deja bastante exhausta últimamente y la energía que tengo ahora es un poco menor, pero todo volverá a su cauce. Y seguro que a los demás alguna cosa los tiene liados que no tiene nada que ver con lo que piensas. Tendrá que ver con algo más amable para ti.
Lo de Iñaki ja,ja... no creo que te dé con ningún zapato, aunque pienso como tú en que podría poner una entrada porque es un rollo bajar hasta aquí, tan abajo, para leer y/o escribir. Pero quizás esté con mucho trabajo o está preparando la próxima.
Así que Ana es un gusto leerte y no lo quitas, al contrario.
UNAMAX creo que lo tuyo tiene que ver con el jardín que dices y cuando lo tengas terminado todo te esperamos, no tardes.
Un beso fuerte.

4 de abril de 2011, 23:37  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Te voy a matar, Elefante de Guerra, en el nombre de Hera, Zeus y de todos los dioses del Olimpo y de algunos y, sobretodo, de algunas diosas de la Tierra! ¿ Con que debajo de la mesa de la cocina? ¡Ay, cuánta razón tienes, hija, me encanta el teatro, y exactamente donde tú dices (qué lista eres, mecachis) aprendí la entonación, las frases lacrimógenas, las grandilocuentes, las trágicas, y ¡Aquella música tan lánguida!¡Aún tengo el soniquete en mis oídos!(La verdad es que solamente me acuerdo de la musiquilla y de la señorita Francis, pero su-fi-ci-en-te, de acuerdo, para que me salga así, en estos momentos tan, tan, tan, tan, tan, ¿Sabes qué me ha pasado por decir tantas veces tan,tan, tan,? ¡Pues que me he convertido en campana cursi! Tan-tan-tan- ¿O será el tambor de los negros que me llaman desde la selva? ¡Hola negros, hombre os conozco: tú, el pirata vencido por Asterix, y tú, uno de la mano negra, y tú, uno de Churdinaga!¡Aupa Churdi!(Y no lo digo por hacerte la pelota, que ya me sé muy bien por qué lo digo)
Firmado: Lady Shakespeare (fundadora de una compañía de teatro callejero que acompaña a un grupo mundialmente conocido como "La(s)can-can"
¡Ay madre, cuántas bobadas se pueden decir para borrar otras bobadas: es como aquello que leímos de un pintor: que cada pincelada era como restar mediante una capa de pintura lo expresado con anterioridad, de tal forma que a medida que aumentaban las pinceladas se restaba el significado.
Unamax: Te echaremos de menos. Vuelve pronto. Besos.
¡Hola M!: Te agradezco tus cálidas palabras: muchas gracias, de verdad, pero tú no te preocupes, son bobadas mías. Espero y deseo que te vayas recuperando, pero , ya sabes, se necesita tiempo y cariño. Y o te mando todo mi cariño y un abrazo muy, muy fuerte.

5 de abril de 2011, 0:33  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Haiku de la Petición Denegada para Unamax:

Te vas a cazar
liriox, y aquí te quedax
con los susurrox.

5 de abril de 2011, 10:23  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Mecachis en el silencio.
Y también mecachis en los abrazos de oso de los crudelísimos abriles calurosos: "Abril es el mes más cruel, hace brotar / lilas de la tierra muerta, mezclando / memoria y deseo, removiendo / las raíces marchitas con lluvia de primavera", según T. S. Eliot (The Waste Land, o sea que La Tierra Baldía, y tal). Enfrente de mi casa hay unos lilos y estos días huele que tumba a señora muy perfumada y a tienda de recuerdos orientales (la naturaleza es muy graciosa en sus imitaciones del arte).
Del periódico de hace una semana, casi, guardé esto: "Medio siglo de zona cero en pleno corazón de Japón. Decenas de miles de personas deben reemprender su vida lejos de casa". Es tan grave y radical, recuerdo haberlo pensado siempre ante cosas mucho más leves (un derrumbamiento, un incendio, gente desdichada que había perdido todas las fotografías de una vida vivida). Sin embargo, para ellos toda decisión ha sido tomada, solo les queda obedecer al impulso y vivir, igual que la anguila de Montale remontando los barrancos alpinos más secos. Nuestros dilemas de ricos sepultan ese empuje. ("In girum imus nocte et consumimur igni"; Ana, palíndromo eres tú).
Que hablar de todo es también hablar de uno, qué terrible coincidencia, qué fantástica maldición.

8 de abril de 2011, 22:52  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Venga, Elefante de Guerra! ¡Que te veo con mimos! Que no nos vamos a lamentar ahora por un poco (- la verdad es que ha sido muchooo-) de silencio, por un poco (-la verdad es que ha sido muchooo) de calor de estos días, o por otros asuntos de índole parecida! Ya dije en otro comentario que a mí me va el sol y la lluvia… juntos. O separados. Dicen que cuando van juntos es tiempo de brujas, pero no, es precioso, que rima con amoroso, con esos abrazos amorosos de osos que nos damos. El sol y la lluvia, me encantan, y el mismo paisaje ya se oscurece, ya se ilumina: Te dedico estos versos de Antonio Machado:

EN ABRIL, LAS AGUAS MIL
Son de abril las aguas mil.
Sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Agua y sol. El iris brilla.
En una nube lejana,
zigzaguea
una centella amarilla.
La lluvia da en la ventana
y el cristal repiquetea.
A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina,
y una sierra gris se pierde.
Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.
Lloviendo está en los habares
y en las pardas sementeras;
y el sol, en los encinares,
charcos por las carreteras.
Lluvia y sol. Ya se oscurece
el campo, ya se ilumina;
allí un cerro desparece,
allá surge una colina.
Ya son claros, ya sombríos
los dispersos caseríos,
los lejanos torreones.
Hacia la sierra plomiza
van rodando en pelotones
nubes de uata y ceniza.
(Antonio Machado, Varia)

9 de abril de 2011, 1:03  
Anonymous Ana ha dicho...

¡Vaya, yo había separado bien, como dios manda, los versos, indicando con el sangrado dónde comienza y acaba cada estrofa, pero no ha salido, así que volveré a copiarlo, poniendo separación, porque han salido una chapuza total: (Veremos si salen ahora bien)

EN ABRIL, LAS AGUAS MIL
Son de abril las aguas mil.
Sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.

Agua y sol. El iris brilla.
En una nube lejana,
zigzaguea
una centella amarilla.

La lluvia da en la ventana
y el cristal repiquetea.

A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina,
y una sierra gris se pierde.

Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.

Lloviendo está en los habares
y en las pardas sementeras;
y el sol, en los encinares,
charcos por las carreteras.

Lluvia y sol. Ya se oscurece
el campo, ya se ilumina;
allí un cerro desparece,
allá surge una colina.

Ya son claros, ya sombríos
los dispersos caseríos,
los lejanos torreones.

Hacia la sierra plomiza
van rodando en pelotones
nubes de uata y ceniza.

(Antonio Machado, Varia)

9 de abril de 2011, 1:13  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, gracias por los versos. No sabes cuánto quiero-venero yo al poeta, que sabe hablar del tiempo como nadie. A mí también me chiflan los grandes aguaceros rotos por el añil y todos los cielos cambiantes y vertiginosos. (Es por los mismos nervios, me parece).

9 de abril de 2011, 12:06  
Anonymous Ana ha dicho...

“Lo traumático acaece cuando un acontecimiento, generalmente imprevisto, supone una intensidad emocional que desborda el lenguaje, nos deja sin palabras, o repitiendo solo los mismos dichos. Que no podemos reabsorber el impacto en nuestro ser a través de un decir que nos calme. Hablar de algo es comenzar a tratarlo. Por esa vía se irá drenando el exceso que nos angustia o nos entristece.”

(Iñaki Viar, en esta entrada)

La causa de la crisis por la que llegué al psicoanálisis fue cuando fui consciente de algo que produjo un acontecimiento imprevisto y que supuso eso, una intensidad emocional tal que desbordaba el lenguaje, que me dejó sin palabras, o, mejor dicho, que lo único que sabía hacer era eso, repetir lo mismo. Yo me imagino que aquello que afloró desde mi inconsciente yo ya lo sabía anteriormente, pero de una forma inconsciente, en el sentido de que reprimes ese conocimiento porque no puedes soportarlo. Como no puedes soportarlo lo disfrazas y lo compensas con otras cosas. Realizas tus traslados, tus apaños, para que esa realidad que solamente la tienes en el inconsciente no aflore nunca. Pero debió llegar un momento en el que el inconsciente afloró, y que todos esos sentimientos reprimidos surgieron de una forma trágica e intensa que desencadenaron las crisis. Y yo llamo enfermedad a esas crisis: porque hasta entonces yo había podido vivir con mis apaños, con mis mentiras a medias, pero, cuando surgió la crisis, la vida se convirtió en un espantoso infierno.
(Continúa en el comentario siguiente)

10 de abril de 2011, 11:11  
Anonymous Ana ha dicho...

(Continuación del comentario anterior)
Quizás hasta entonces habría estado “enferma”, pero el sufrimiento debía estar tan escondido que yo podía vivir con más o menos “felicidad” (más bien con "más" que con "menos"). Pero cuando surgió la crisis, lo hizo de una forma demasiado virulenta, demasiado dolorosa, tanto, que los síntomas se disparararon en todas las direcciones, pues fueron en el ámbito físico y psíquico. En el aspecto físico porque no podía dormir, ni comer, porque sentía un dolor agudo y machacón en el pecho y la garganta. Y en el aspecto psíquico porque mi cabeza no podía dejar de “pensar” (deseaba tener la posibilidad de desenroscarme la cabeza durante unos instantes y dejarla descansar sobre una silla), porque hice traslados a otras personas, porque no distinguía la realidad, porque me imaginaba que la gente se reía de mí, que me juzgaba y me condenaba, porque no podía captar el significado de una conversación corriente, porque solamente me interesaban mis asuntos relacionados con mis síntomas, porque a veces me sentía muy víctima y otras veces muy culpable, en una palabra, porque sufría de una forma tremenda. Es verdad que las propias crisis me hacían avanzar en el psicoanálisis, es verdad que precisamente el hecho de que surgieran esos síntomas fue lo que me ayudó a curarme, que los síntomas de la enfermedad se convirtieron en el instrumento de la cura. Porque yo sí creo que lo que tuve fue una “enfermedad”, y que las crisis eran como el punto álgido, el punto central de la enfermedad: es como cuando, por ejemplo, te duele la cabeza y tienes un poco de constipado, no te consideras enferma porque no tienes fiebre y puedes hacer una vida normal, e incluso a veces puedes cortar el comienzo de la enfermedad tomándote unas aspirinas, pero a vesces, en otras ocasiones o bien porque no has puesto los medios para cortarlo no tomando aspirinas, o porque no te han hecho efecto porque el virus es muy virulento, al día siguiente te sube la fiebre y empiezas a tosaer y a sentirte fatal y te sientes enferma y vas al médico y comienzas un tratamiento. Te consideras enferma a partir del sufrimiento, de la fiebre, de la tos, y te sigues considerando enferma mientras tienes esos síntomas aunque hayas empezado un tratamiento, y no te consideras curada hasta que han desaparecido los síntomas.

Lo que acabo de contar ¿Fue una efracción? ¿Fue lo que ha explicado Iñaki Viar en la entrada? Yo tengo la sensación de que sí.

Y me curé. ¡Ya lo creo que me curé! ¡Es increíble cómo pude curarme con palabras: porque comencé a hablarlo y comencé a tratarlo, porque “por esa vía se fue drenando el exceso que me angustiaba y me entristecía”. El poder poner palabras a lo que me ocurría me aliviaba y, sobretodo, me curaba. ¡Ay, cómo creo que lo he entendido! Pero hasta hoy no me he atrevido a escribir todo esto, porque el escribir esto también cuesta un poco, porque también tengo mis dudas sobre si esto es efracción, pero sea lo que sea, me parece que no es muy diferente. A veces pienso que curarse de aquello solamente con palabras es algo como mágico, como la escena que nos puso Unamax llena de magia y de palabras cantadas y de aquel espejo que te llamaba descarada.
Elefante de Guerra: Esos nervios de los que has hablado, a mí se me han calmado con tanto jaleo de cielos, soles y aguaceros que te dejan como nueva, llena de buena vitalidad y sobretodo de una vitalidad de mucha calidad, como lo son los versos de Machado, esos versos que unidos a vuestros comentarios me han empujado a escribir lo que he escrito y ahora me he quedado la mar de bien.
Besos.

10 de abril de 2011, 11:13  
Blogger Elefante de Guerra ha dicho...

Ana, en la Mar del Bien, saltando las olas. Explicas tu historia con mucha claridad, y en las semejanzas y en las diferencias creo que nos veremos todos, idénticamente desiguales y diametralmente idénticos.
Yo acabo de terminar el Seminario Siete, y me ha sentado como un botellón. Empieza Lacan la última clase ("Las paradojas de la ética") con una pregunta: "¿Has actuado en conformidad con tu deseo?" (6 de julio de 1960. Dios, y qué calor hace en París estos días; iba una escuchando, a toda velocidad, aunque algo distraída, a veces, abanicándome con unos folios todos llenos de garabatos; la máxima kantiana, el bien de Aristóteles y la demanda del Amo: a trabajar, dice siempre el Amo, si lo sabré yo). Cuando, de pronto, escucho a don Jacques decir:
"Propongo que de la única cosa de la que se puede ser culpable, al menos en la perspectiva analítica, es de haber cedido en su deseo. […] En último término, aquello de lo cual el sujeto se siente efectivamente culpable cuando tiene culpa, de modo aceptable o no para el director de conciencia, es siempre, en su raíz, de haber cedido en su deseo".
¿Mandeee? Hacerse con una ramita o un péndulo para la culpa, como un zahorí que detecta esa dolorosa emisión electromagnética, para dibujar la verdadera silueta de su deseo, ponerle orejas, deditos, sus ocho patas y todos los lazos (hay culpa de sobra para infinitos perfiles). Glubs. ¿Y luego qué?
O sea, que he venido subiendo a toda leche detrás del gato, y ahora mismo me doy cuenta de que estoy en un octavo piso, colgada de una mano de la barandilla del balcón, y ¡me quiero bajaaaar!

10 de abril de 2011, 19:57  
Anonymous Ana ha dicho...

(¡Vaya! ¡No puedo meter mi comentario! Intentaré volver a meterlo)
Ya he leído el seminario 7, clase del 6 de julio : Muy difícil para mí: Sócrates, Platón, Aristóteles, Kant, Freud, Sófocles, el deseo como metonimia de nuestro ser, lo que dices tú, Erlefante de Guerra, sobre la culpabilidad, sobre buscar alguna culpabilidad, las religiones, sacerdotes, santos, el Amo, catarsis, héroes, personas normales, Hitler, Alejandro Magno, Troya, Filoctetes, griegos, mitos, dioses, el falo, la libra de carne … y todo para explicar la ética, y, concretamente, sus paradojas.
Lo he leído solamente una vez, y sin detenerme demasiado, con esa atención flotante muy conocida por todos vosotros: y, aunque muy difícil, sí, todo, todo me suena: algunos párrafos me suenan demasiado. Pero no puedo decir lo que realmente quiere decir Lacan: que no lo entiendo (Elefante de Guerra: ahora tengo dos libros para hacer los malabarismos, uno para cada mano, así queda más lucido.)
En algún comentario anterior dije que creo que la ética tiene un papel primordial en el psicoanálisis: yo creo que hay como dos éticas: una, la normal, por la que nos regimos entre nosotros, en nuestra sociedad, en todos los ámbitos, y, especialmente, en el ámbito de cualquier trabajo, y otra, y ésta sí que creo que es especial, es la que no sólo hace al psicoanálisis singular, sino que también es como el corazón del propio psicoanálisis: ¡claro que la culpabilidad tiene mucho que ver! Creo que vamos al psicoanálisis por la culpabilidad: no podemos soportar algo que descubrimos en nosotros y que nuestro super-yo, nuestra ética nos dice que no, que eso nunca, que somos culpables: a lo largo del análisis de nuestra psique vamos descubriendo esa ética y lo que esa ética estaba tapando: ¿Por qué ha sido posible? Pues porque hemos ido tras el deseo (de curarnos, de saber, de paz, de lo que sea). Nuestras vidas están regidas por el inconsciente, y el inconsciente son los deseos reprimidos de eros y de zánatos, y no hay más: y cuando analizamos lo hacemos con palabras que tienen la estructura del inconsciente. Nosotros vamos con nuestra ética particular rota y aún la rompemos más durante el tratamiento: pero siempre hay algo dentro de esa ética rota, algo que es parte de nuestro ser, algo que si no existiera tampoco nosotros existiríamos: porque nosostros no somos mente por un lado y cuerpo por el otro, somos una unidad, y esa parte de ética que nos ha mantenido vivos es nosotros mismos (yo creo que es esto lo que dice Lacan sobre que el deseo es como metonimia de nosotros mismos): y además, aquí yo recordaría también el otrismo, es decir, que no hay solamante una sola ética pequeñita, que hay más.
Lo de la libra de carne me recuerda al “Mercader de Venecia” de Shakespeare.
Bueno, a lo mejor he dicho obviedades, pero es lo que se me ocurre. Ahora continuaré haciendo malabarismos con los dos libros mientras escucho “La Primavera” de “Las cuatro estaciones “ de Vivaldi

10 de abril de 2011, 23:30  

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